El periodista Diego Guauque se hizo famoso porque contó el día a día de su lucha contra el cáncer.
Enfermedad que venció.
Sin embargo, esa misma dolencia le causó la muerte a un ser querido del comunicador.
Y ahora contó esa historia.

Guauque, quien se desempeñó como reportero del programa Séptimo Día del canal Caracol, fue diagnosticado con un cáncer poco frecuente en su estómago a mediados de este año.
Tras un tratamiento intenso de quimioterapias y cirugías, el periodista ganó la batalla hace un par de meses.
Su mascota murió por cáncer.
Ya libre de su enfermedad, Guauque reveló que su mascota por muchos años, un perro llamado Marrón, murió de cáncer en el 2021.
El periodista contó que su fiel amigo animal absorbió esa enfermedad, posiblemente de él.
Los médicos veterinarios que atendieron a Marrón, rememoró Guauque, en sus últimos días de vida, nos dijeron que el perro estaba chupando la enfermedad que tenía algún miembro de la familia.
El comunicador desveló que en ese entonces no le dio mucha importancia a ese concepto médico, pero después de que se enfermó recordó las palabras de los veterinarios.
En ese momento no le dimos mayor validez a esas palabras.
Hoy pensamos diferente, manifestó Guauque.
Guauque volverá a la TV.
El periodista Diego Guauque no ha dado mayores pistas sobre su retorno a las pantallas de los colombianos.
Durante una entrevista con el programa Lo Sé Todo, el comunicador contó qué tiene pensado sobre dicho tema.
Todos los médicos están sorprendidos de mi caso porque un sarcoma es un cáncer bien complicado, es de los más desconocidos, estaba ubicado en un lugar de difícil acceso, contó en la entrevista.
Lo que sí es cierto es que Diego Guauque reveló que tiene pensado un nuevo proyecto.
De acuerdo con una entrevista que dio el presentador a la revista Vea, el hombre está enfocado en la escritura de su libro, en el que contará toda su historia y lucha contra el cáncer.
De hecho, Diego contó que la obra estará escrita a cuatro manos, pues en ella estará involucrada su esposa, Alejandra Rodríguez, quien fue pieza fundamental para que el periodista superara este difícil capítulo.
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El Lazo Inquebrantable: La Victoria de Diego Guauque y la Sombra de un Sacrificio Silencioso
La vida del reconocido periodista colombiano Diego Guauque ha sido, durante el último año, un espejo de resiliencia y esperanza.
Su batalla pública contra una forma rara y agresiva de cáncer no solo lo convirtió en un símbolo de lucha para millones, sino que también desveló capas profundas de su vida personal, incluyendo una revelación tan conmovedora como enigmática sobre su amada mascota.
El retorno de Guauque a la esfera pública está marcado no solo por la alegría de la victoria médica, sino por una reflexión profunda sobre los lazos que unen a la familia y, en un giro inesperado, a sus compañeros animales.
El relato de Guauque, conocido por su trabajo de investigación en el prestigioso programa Séptimo Día de Caracol Televisión, comenzó con un diagnóstico sombrío: un sarcoma, un tipo de cáncer notoriamente complicado y poco común, ubicado en una zona de difícil acceso de su estómago.
La franqueza con la que compartió cada etapa de su tratamiento —desde las intensas sesiones de quimioterapia hasta las complejas cirugías— capturó la atención de la nación.
Esta transparencia transformó su experiencia individual en una narrativa colectiva sobre la perseverancia frente a la adversidad.
La medicina, el apoyo incondicional de su familia y, como él mismo ha manifestado, su inquebrantable voluntad, culminaron en una victoria resonante, declarándose libre de la enfermedad hace apenas unos meses.
Sin embargo, la celebración de su salud recuperada se mezcla ahora con un recuerdo doloroso que data de 2021, una historia que Guauque ha decidido compartir ahora, libre ya de las ataduras de su propia enfermedad.
Se trata de la muerte de Marrón, su fiel perro y compañero de muchos años.
Marrón falleció a causa de cáncer, una tragedia en sí misma para cualquier amante de los animales.
Pero la revelación del periodista va más allá de la simple pérdida de una mascota.
Guauque ha traído a colación las palabras premonitorias de los médicos veterinarios que trataron a Marrón en sus últimos días.
Ellos sugirieron algo que en aquel momento sonó a una metáfora o, quizás, a una consolación poética: el perro estaba “chupando la enfermedad que tenía algún miembro de la familia”.
Una frase que, en el momento, el comunicador y su familia no le dieron mayor validez, considerándola una expresión sin fundamento científico directo o una mera casualidad del destino.
Pero el diagnóstico de Guauque en 2024, el sarcoma en su estómago, ha teñido aquellas palabras de 2021 con un matiz completamente diferente, casi profético.
El comunicador, con una mezcla de asombro y profunda tristeza, ahora reflexiona sobre la posibilidad de que Marrón, su compañero peludo, haya, de alguna manera inexplicable o quizás a través de una conexión empática profunda, absorbido la dolencia que ya se gestaba silenciosamente en el cuerpo de su dueño.
“En ese momento no le dimos mayor validez a esas palabras.
Hoy pensamos diferente”, ha manifestado Guauque, resumiendo el impacto que este recuerdo tiene ahora en su perspectiva de vida y la conexión única con sus mascotas.
Esta anécdota, que combina la tragedia personal con un toque de misticismo sobre el vínculo humano-animal, ha resonado profundamente en la opinión pública.
No solo subraya la naturaleza a menudo incomprensible de las enfermedades, sino que también pone de relieve el lugar sagrado que ocupan las mascotas en el núcleo familiar, a veces percibidas como guardianes silenciosos y hasta protectores emocionales.
Para Guauque, la victoria sobre el cáncer es ahora inseparable del recuerdo de Marrón, cuyo sacrificio, consciente o no, se ha convertido en una parte intrínseca de su propia historia de supervivencia.
El futuro inmediato de Diego Guauque, aunque marcado por la cautela médica inherente a la remisión de un cáncer, se vislumbra lleno de proyectos renovados y un enfoque diferente en su carrera.
La pregunta más acuciante para sus seguidores es, sin duda, su retorno a la pantalla chica, especialmente a su rol de reportero en Séptimo Día, el programa que lo catapultó a la fama.
En una reciente entrevista con el programa Lo Sé Todo, Guauque abordó esta interrogante con la misma franqueza que ha caracterizado su batalla contra la enfermedad.
Si bien se ha confirmado que su caso ha sorprendido a la comunidad médica dada la complejidad y la ubicación de su sarcoma, el periodista no ha ofrecido detalles concretos sobre una fecha de reaparición.
Su enfoque actual, más allá de la televisión, está puesto en un proyecto literario que promete ser una crónica íntima y detallada de su viacrucis médico y personal.
La escritura de su libro se ha convertido en el nuevo foco de Guauque.
Según reveló a la revista Vea, la obra no será un monólogo.
Estará escrita “a cuatro manos”, una colaboración significativa con su esposa, Alejandra Rodríguez.

Este detalle no es menor.
Alejandra fue, según el propio Guauque, una “pieza fundamental” en su recuperación.
Su apoyo incondicional, su fuerza y su propia perspectiva de la situación prometen añadir una dimensión de profundidad y humanidad al relato.
El libro no solo contará la lucha contra el cáncer desde la perspectiva del paciente, sino también desde la de la pareja, el cuidador y el pilar emocional que a menudo queda en la sombra.
Este nuevo proyecto editorial subraya la transición de Guauque de ser un narrador de historias ajenas a convertirse en el protagonista de una historia que él mismo debe narrar para sanar completamente y, al mismo tiempo, inspirar.
La decisión de coescribir con su esposa es un testimonio de que la superación de una enfermedad tan devastadora nunca es un logro individual, sino el resultado de un sistema de apoyo robusto y amoroso.
La figura de Diego Guauque, una vez más, se alza como un faro en el panorama mediático colombiano.
Su historia es un poderoso recordatorio de la fragilidad de la vida, la fuerza del espíritu humano y los misterios que a veces rodean a las conexiones más profundas, incluso aquellas con un compañero canino llamado Marrón.
En el mundo del entretenimiento y las noticias, donde la frivolidad a menudo domina, la historia de Guauque ofrece una narrativa de sustancia, una que toca temas universales: la enfermedad, la muerte, el amor, el sacrificio y la resurrección personal.
La expectación por su libro es alta, al igual que la anticipación por su regreso definitivo a las pantallas, un regreso que, sin duda, estará cargado de una nueva perspectiva y una gratitud renovada por la vida.
Su experiencia, lejos de ser un simple episodio de farándula, se ha consolidado como un capítulo importante en la crónica de la resiliencia colombiana.
Mientras tanto, Guauque sigue disfrutando de su victoria, paso a paso, enfocando su energía en la sanación completa y la plasmación de su testimonio en papel.
La nación espera, lista para acoger de nuevo a su periodista investigador, ahora también un autor que ha mirado a la adversidad a los ojos y ha encontrado no solo la victoria, sino también un significado más profundo en los lazos de amor y lealtad, incluso aquellos que ladran y mueren en silencio para proteger a los suyos.
Su legado, ahora, se extiende más allá de los reportajes de impacto, adentrándose en el territorio del heroísmo personal.
La batalla de Guauque sirve como un ejemplo paradigmático de cómo los desafíos personales pueden transformarse en plataformas de servicio y conciencia pública.
Al compartir su vulnerabilidad, no solo buscó apoyo, sino que también iluminó la oscuridad del cáncer, desmitificando el sarcoma y humanizando la experiencia del paciente.
Su caso será estudiado, no solo en términos médicos por su complejidad, sino también en términos de comunicación por su impacto social.
El periodismo, la vocación de Guauque, es inherentemente la búsqueda de la verdad.
Al contar su propia verdad, él ha demostrado que la narrativa personal más honesta es a menudo la más poderosa y la más capaz de generar un cambio positivo.
Su retorno a la televisión no será solo el de un reportero volviendo al trabajo, sino el de un guerrero volviendo a casa con una historia que, aunque triste en parte, es fundamentalmente un himno a la vida.
En conclusión, la victoria de Diego Guauque es una noticia que celebra la vida, pero también nos invita a reflexionar sobre los sacrificios silenciosos.
La sombra de Marrón y las palabras de los veterinarios seguirán siendo un misterio, pero un misterio hermoso y desgarrador que subraya la intensidad de los vínculos que definen la existencia humana.
La pluma del periodista está lista.
El mundo está listo para leer su historia.
Este es un momento de transición y triunfo.
Su lucha es un espejo para todos aquellos que enfrentan batallas invisibles.
La promesa de su libro y su inminente regreso al ojo público mantienen la esperanza viva.
La vida continúa, con más significado y una profunda gratitud por cada nuevo día.
La historia de Diego Guauque es un recordatorio constante de que, incluso después de la oscuridad más profunda, siempre hay una nueva mañana esperando.