La Fascinante Historia de Sabrina Salerno: De la Adversidad a la Fama

Sabrina Salerno, cuyo nombre completo es Sabrina Débora Salerno, nació el 15 de marzo de 1968 en Génova, Italia.
Su infancia no fue sencilla, pues su madre, Liana, quedó embarazada a los 18 años y su padre se negó a hacerse cargo de ella.
Esto hizo que Sabrina llevara solo el apellido de su madre y pasara sus primeros años en la localidad de San Remo, viviendo con sus abuelos.
Desde pequeña, Sabrina se dio cuenta de que no había sido una hija deseada ni planeada, lo que afectó profundamente su autoestima y emocionalidad.
A pesar de las dificultades, su madre se esforzó por darle la mejor vida posible, aunque trabajaba largas jornadas como enfermera en Génova.
La falta de un padre en su vida dejó un vacío emocional significativo.
A los 12 años, Sabrina decidió buscar a su padre biológico, pero cuando finalmente lo encontró, el sufrimiento fue mayor.
Él le dijo que definitivamente no era su padre, lo que dejó a Sabrina devastada.
A pesar de estos desafíos, Sabrina disfrutaba de la música y cantaba en el coro de la iglesia.

A los 14 años, regresó a Génova para terminar la secundaria y comenzó a ser conocida por su belleza y atractivo físico.
A los 15 años, Sabrina ganó el famoso concurso de belleza “Miss Lido”, que anteriormente había sido ganado por Sofía Loren.
Poco después, se coronó como “Miss Liguria”, lo que le permitió participar en el certamen de “Miss Italia” en 1984.
Aunque no ganó, su notoriedad la llevó a ser invitada a programas de televisión italianos como “Premiatissima” y “Gran Hotel”.
En estos programas, Sabrina hizo de bailarina y llegó a cantar algunas canciones de manera no profesional.
Fue en este entorno donde conoció al productor musical Claudio Cecchetto, quien vio en ella un gran potencial.
Claudio le ofreció a Sabrina la oportunidad de probar suerte como cantante.
Tenía una canción lista, “Sexy Girl”, que fue lanzada en mayo de 1986 y sorprendió al público, alcanzando un gran éxito en Italia.
La voz, belleza y sensualidad de Sabrina llamaron la atención de los medios y del público.
Después de este éxito inicial, el productor Mateo Bonsanto le mostró a Claudio otra canción que creía que podría ser un gran éxito.

A pesar de que Claudio no estaba completamente convencido, decidió tomarse unos días para analizarla mejor.
Mientras miraba un partido de fútbol del Inter de Milán, Claudio notó que los hinchas se hacían llamar “Boys”.
Esto le dio una idea, y decidió incorporar la palabra “Boys” al estribillo de la nueva canción.
Así, el 29 de mayo de 1987, fue lanzado “Boys Boys Boys”, y la canción de Sabrina subió hasta la estratósfera.
El videoclip, donde Sabrina disfrutaba en una piscina rodeada de gente, se volvió un fenómeno.
A pesar de que no se pretendía que fuera el video oficial, su éxito llevó a que se usara como tal.
El video desató un caos en muchos países, convirtiéndose en el más solicitado de los programas musicales.
Era un tiempo diferente, y lo que se veía en el video era considerado provocador en comparación con los estándares actuales.
En Londres, el video se convirtió en el primer censurado en el Reino Unido por MTV, pero eso no impidió que alcanzara el número tres en las listas de éxitos.
Grabado en el Hotel Florida, cerca de Venecia, el videoclip se realizó en solo 10 minutos.
Hoy en día, el hotel mantiene la piscina y decorados tal como aparecen en el video, atrayendo a turistas de más de 35 años.

A pesar de que Sabrina no estaba de acuerdo con algunas decisiones sobre el video, finalmente aceptó el enfoque sensual que los productores querían.
Esta decisión resultó ser acertada, ya que “Boys” vendió millones de copias y obtuvo 15 discos de oro en varios países.
Con solo 19 años, Sabrina se convirtió en un símbolo sexual y marcó la adolescencia de toda una generación.
Su primer álbum, titulado “Sabrina”, salió al mercado a finales de 1987 y fue un éxito en ventas.
Contenía otra canción exitosa llamada “Hot Girl”.
Sin embargo, no todo fue fácil para Sabrina.
En Venezuela, una abogada llamada Sabrina Gómez Delgado, que soñaba con ser cantante, se vio forzada a cambiar su nombre artístico a Kiara debido a la fama de Sabrina.
Ambas cantantes, junto a Samantha Fox, eran consideradas símbolos sexuales de los años 80, generando comparaciones entre ellas.
Durante años, se rumoró que Sabrina y Samantha eran enemigas, pero ambas desmintieron esos rumores.
En 2010, se reunieron para realizar un cover de “Call Me” de Blondie.

A pesar de su éxito, la vida de Sabrina dio un giro inesperado.
Conoció a un agente llamado Giampiero Mencione, quien se ofreció a ser su representante.
Al principio, Sabrina confió en él, pero pronto se dio cuenta de que había cometido un error.
Giampiero pasó a ser el administrador de sus cuentas y comenzó a controlar su vida, aislándola del mundo exterior.
Este control se convirtió en una pesadilla, con Sabrina prácticamente secuestrada por su propio representante.
Durante cuatro años, Sabrina vivió bajo el yugo de Giampiero, quien se volvió violento si no cumplía con sus deseos.
Finalmente, Sabrina decidió que era hora de poner fin a esta situación.
Cuando intentó despedirlo, él se negó a irse, pero al ver que estaba decidida, aceptó abandonar su vida.
Sin embargo, al irse, Sabrina descubrió que él le había robado casi todo su dinero.

Sus propias palabras reflejan el dolor de esa experiencia: “Conocí a un hombre manipulador, verbalmente violento, que buscaba mis puntos débiles”.
A pesar de esta amarga experiencia, Sabrina logró recuperarse financieramente.
Continuó recibiendo regalías por sus canciones y lanzó otros cuatro álbumes entre 1988 y 1999.
Aunque nunca alcanzó el mismo éxito mundial que con “Boys”, su carrera siguió adelante.
Sabrina también trabajó como modelo y actriz, participando en más de 20 películas en Italia y posando para revistas como Playboy.
En 2014, Sabrina fue contactada por otra hija de su padre, quien quería confirmar si eran hermanas.
Las pruebas de ADN confirmaron la relación, y su padre se vio obligado a reconocerla legalmente.
Sin embargo, esto no cambió nada en su relación, ya que él siempre había sido distante.
Sabrina ha compartido que su padre solo lo vio diez veces en su vida, lo que dejó una huella emocional en ella.
A pesar de las adversidades, Sabrina encontró el amor en los años 90 con el productor italiano Enrico Monty.
Se casaron en 1996 y tuvieron a su único hijo, Luca María Monty, en 2004.

Hoy en día, Sabrina continúa recibiendo regalías por su música y es dueña de una cadena de hoteles junto a su esposo.
A pesar de los altibajos de su vida, Sabrina sigue siendo invitada a programas de televisión y eventos retro, donde interpreta su gran éxito “Boys Boys Boys”.
A sus 54 años, Sabrina Salerno continúa siendo admirada y recordada como un ícono de los años 80.
Su historia es un recordatorio de que, a pesar de las adversidades, siempre hay un camino hacia la recuperación y el éxito.
Sabrina ha demostrado que la perseverancia y el talento pueden superar incluso las situaciones más difíciles.
Hoy, su legado musical sigue vivo, y su historia inspira a nuevas generaciones.