“¡ESCÁNDALO EN EL DERBI! LA CONFESIÓN DE SOTO GRADO QUE DESATA LA IRA DEL REAL MADRID Y LEVANTA SOSPECHAS SOBRE EL VAR”
El derbi entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid, uno de los encuentros más esperados de la temporada, no solo dejó goles y emociones en el césped, sino también una de las polémicas arbitrales más sonadas de los últimos tiempos.
El árbitro Soto Grado, encargado de dirigir el partido, se encuentra ahora en el centro de la tormenta tras su actuación en una jugada clave que ha desatado la indignación del Real Madrid y de su afición.
Todo comenzó con una acción dentro del área en la que Aurélien Tchouaméni, mediocampista del Real Madrid, fue señalado como infractor tras un supuesto contacto con un jugador del Atlético.
En un primer momento, Soto Grado, quien se encontraba muy cerca de la jugada, decidió no sancionar el penalti, considerando que no había infracción alguna.
Sin embargo, minutos después, el VAR, supervisado por Burgos Bengoetxea, intervino e instó al árbitro a revisar la acción en el monitor.
Tras una larga deliberación y observando las imágenes en cámara lenta, Soto Grado cambió su decisión inicial y señaló el penalti, lo que provocó una reacción inmediata de los jugadores del Real Madrid.
La controversia no terminó ahí.
Según se ha filtrado, Soto Grado mantuvo conversaciones con varios jugadores del Real Madrid tras señalar el penalti.
En una de estas interacciones, confesó a Lucas Vázquez: “En directo no lo veo”.
Esta declaración, que reconoce que su decisión no se basó en su percepción inicial, sino en las imágenes del VAR, ha generado una ola de críticas, especialmente porque muchos consideran que las repeticiones en cámara lenta pueden distorsionar la realidad de las jugadas.
Lucas Vázquez, visiblemente molesto, no dudó en responder al colegiado: “A cámara lenta todo parece penalti”.
Sus palabras reflejan el sentir de muchos jugadores y aficionados, quienes consideran que el VAR, en lugar de ser una herramienta para corregir errores claros, está influyendo de manera excesiva en las decisiones arbitrales.
La indignación del Real Madrid no se limita solo a esta jugada.
Desde el inicio de la temporada, el presidente del Comité Técnico de Árbitros, Luis Medina Cantalejo, había anunciado cambios en el uso del VAR.
Entre estas modificaciones, se estableció que los agarrones dentro del área serían sancionados de manera más estricta y que los penaltis no se rearbitrarían salvo en casos claros y evidentes.
Sin embargo, lo ocurrido en el derbi parece contradecir estas directrices, especialmente cuando se trata de decisiones que afectan al Real Madrid.
El impacto de esta polémica ha trascendido el terreno de juego.
En las redes sociales, los aficionados del Real Madrid han expresado su malestar con mensajes que van desde críticas al sistema VAR hasta acusaciones de favoritismo hacia ciertos equipos.
Los hashtags #SotoGrado y #VARContraElMadrid se han convertido rápidamente en tendencia, reflejando el nivel de indignación de una afición que siente que su equipo está siendo perjudicado de manera sistemática.
Por otro lado, algunos analistas deportivos han intentado justificar la actuación de Soto Grado, argumentando que el árbitro actuó de acuerdo con el reglamento y que el VAR es una herramienta que busca garantizar la justicia en el fútbol.
No obstante, esta postura no ha logrado calmar los ánimos, y el debate sigue más vivo que nunca.
El Real Madrid, por su parte, enfrenta un doble desafío.
Por un lado, debe lidiar con las adversidades deportivas y mantenerse enfocado en sus objetivos.
Por otro lado, la directiva del club podría tomar acciones para expresar su descontento ante el Comité Técnico de Árbitros, buscando evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.
Este episodio en el derbi no es un caso aislado.
A lo largo de los últimos años, las decisiones arbitrales y el uso del VAR han sido temas recurrentes de discusión en el fútbol español.
Mientras algunos consideran que el sistema ha mejorado la transparencia y la justicia en el deporte, otros creen que su implementación ha generado más confusión y controversias.
A medida que avanza la temporada, la presión sobre los árbitros y el VAR no hará más que aumentar.
Los aficionados exigen decisiones claras y justas, mientras que los equipos esperan que sus esfuerzos en el campo no se vean empañados por errores arbitrales.
Lo único que está claro es que el fútbol español seguirá siendo un terreno fértil para la polémica y el debate.
Y mientras tanto, millones de aficionados continuarán pendientes de cada decisión arbitral, esperando que, al menos en el próximo partido, la justicia prevalezca.
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