“Febrero Negro: Seis Estrellas que se Apagaron en el Mismo Mes, pero Una Historia Cambió la Música Para Siempre”

En febrero de 2022, el mundo de la música se vistió de luto múltiples veces, llevándose consigo a seis artistas extraordinarios que dejaron una huella imborrable en la historia musical.

El mes comenzó con la partida de Rubén Fuentes, el genio mexicano que a sus 95 años nos dejó el 5 de febrero, llevándose consigo la pluma que escribió “La Bikina”, una de las canciones más emblemáticas de la música mexicana.

La historia de “La Bikina” nació de una tarde en la playa, cuando el pequeño hijo de Fuentes observó a las mujeres en traje de baño y sugirió inocentemente llamarlas “bikinas”, inspirando así una canción que trascendería fronteras y generaciones.

El 9 de febrero, el funk y el soul perdieron a una de sus voces más influyentes: Bette Davis, quien a sus 77 años partió por causas naturales.

Aunque Bette solo grabó tres discos en su corta carrera, su influencia fue tan poderosa que artistas como Prince, Lenny Kravitz y Madonna la consideraron una inspiración fundamental en sus carreras.

El día de San Valentín trajo consigo la partida de Luis Fierro, el cantante español que conquistó corazones en los años 70 con “Ella se marchó con otro”, una canción que se convirtió en himno para los corazones rotos.

Chelique Sarabia, el venezolano que a sus 15 años escribió “Ansiedad”, nos dejó el 16 de febrero a los 81 años.

La historia de “Ansiedad” es particularmente conmovedora: Sarabia la escribió pensando en una novia que había dejado en su pueblo, sin imaginar que se convertiría en una de las canciones latinoamericanas más versionadas de la historia, con más de 800 artistas interpretándola.

El 19 de febrero, la música británica perdió a Gary Brooker, la voz detrás de Procol Harum y su inolvidable “A Whiter Shade of Pale”.

Brooker luchó contra el cáncer hasta el final, dejando un legado musical que definió los años 60 y continúa resonando en las nuevas generaciones.

La última estrella en apagarse fue Mark Lanegan, líder de Screaming Trees, quien partió el 22 de febrero a los 57 años.

La historia de Lanegan es un testimonio de supervivencia y redención, habiendo superado graves adicciones a la heroína y al alcohol, solo para continuar creando música hasta sus últimos días.

Cada uno de estos artistas representó un género diferente, una época distinta, pero todos compartieron la misma pasión por la música.

Rubén Fuentes nos dejó el folclor mexicano elevado a su máxima expresión.

Bette Davis revolucionó la forma en que las mujeres se presentaban en el escenario.

Luis Fierro dio voz al desamor en español.

Chelique Sarabia demostró que la edad no es impedimento para crear obras maestras.

Gary Brooker definió el sonido de una generación.

Mark Lanegan llevó el grunge a nuevas alturas.

Sus partidas, todas en el mismo mes, nos recuerdan la fragilidad de la vida pero también la inmortalidad del arte.

Las melodías que crearon siguen resonando en radios, streaming y corazones alrededor del mundo.

Sus historias nos enseñan que la música trasciende la muerte, que las canciones son el legado más duradero que un artista puede dejar.

Febrero de 2022 quedará marcado como el mes en que la música perdió seis estrellas brillantes, pero ganó la certeza de que sus obras son verdaderamente imperecederas.

Como dijo alguna vez Chelique Sarabia: “Las canciones son como los hijos, nunca sabes cuál llegará más lejos”.

Y así, mientras sus voces físicas se han apagado, sus melodías continúan viajando a través del tiempo, inspirando a nuevas generaciones y recordándonos que la verdadera música nunca muere.

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