Carlos III revela que Isabel II practicaba con la corona mientras bañaba a sus hijos.
El monarca ha recordado cómo su madre realizaba tareas cotidianas mientras llevaba la pesada joya, como parte de su preparación para la coronación.
El actual rey del Reino Unido, Carlos III, ha ofrecido una fascinante visión sobre la preparación para la coronacion, en particular sobre los ensayos que su madre, la Reina Isabel II, realizaba antes de su propia ceremonia de coronación en 1953.
En un reciente documental titulado ‘Coronation Girls’, que se emitirá el 26 de diciembre en la cadena WNED PBS de Canadá, el monarca de 76 años relató un curioso y entrañable detalle sobre cómo la joven Isabel II se acostumbraba a portar la pesada corona.
Carlos III compartió con los espectadores y algunas de las 50 mujeres que asistieron a la histórica coronación de su madre una anécdota que, aunque puede parecer insignificante, resalta la dedicación y el esfuerzo que requiere la preparación para asumir la corona del Reino Unido.
Según el rey, su madre solía practicar con la corona mientras realizaba la rutina diaria de baño de sus hijos, el propio Carlos y su hermana, Ana.
«Recuerdo muy bien que mi hermana y yo nos bañábamos por la noche.
Mamá solía venir a la hora del baño con la corona puesta para practicar», relató Carlos III en el documental.
El monarca aseguró que la imagen de su madre usando la corona mientras se encargaba de la tarea cotidiana de cuidar de sus hijos fue algo que quedó grabado en su memoria, a pesar de tener solo cuatro años en ese momento.
El rey agregó que la práctica era esencial, no solo por el simbolismo de la corona, sino por el peso físico de la misma, un factor crucial para los monarcas que deben portar este símbolo de autoridad durante la ceremonia.
«Tienes que acostumbrarte al peso.
Nunca lo he olvidado, lo recuerdo vívidamente», afirmó Carlos, remarcando lo importante que es para los monarcas ensayar con la corona antes de la ceremonia.
Según el monarca, esta corona pesa alrededor de 2,23 kilos, lo que la convierte en un desafío físico para quien la porta.
El rey explicó que, además de practicar para acostumbrarse a su peso, es fundamental aprender a mantenerla equilibrada.
Este proceso, aunque aparentemente sencillo, es vital para asegurar que la ceremonia se realice de manera impecable, ya que la corona debe ser colocada y mantenida durante un período prolongado.
Después de la ceremonia de coronación, tanto Isabel II como Carlos III salieron de la Abadía de Westminster con la corona Imperial, una pieza más ligera (algo más de un kilo), que también se utiliza en eventos posteriores como el Estado de la Nación.
El monarca relató que, a pesar de su corta edad, la coronación de su madre fue un momento imborrable.
«Mi abuela me explicó muchas cosas cuando estaba allí.
Sí, recuerdo bastante, sobre todo cómo iba vestido y lo que me hizo el barbero», recordó Carlos III.