“Cuando calienta el sol” es una de las canciones más emblemáticas de la música latinoamericana, conocida por su melodía pegajosa y su letra romántica.

Esta canción fue popularizada a finales de los años 80 por el famoso cantante mexicano Luis Miguel, pero su historia se remonta mucho más atrás, a la década de 1960.

La primera grabación oficial fue realizada en 1961 por los hermanos De Iguales, un trío de hermanos cubanos que se establecieron en México.

Sin embargo, lo que muchos no saben es que la canción fue escrita por el talentoso compositor nicaragüense Rafael Gastón Pérez.

A pesar de su gran contribución, Rafael nunca recibió el reconocimiento que merecía por su obra, lo que añade una capa de tragedia a la historia de esta famosa canción.

Rafael Gastón Pérez nació en una familia con limitaciones económicas, lo que no impidió que su talento musical brillara.

Desde joven, mostró interés por la música y viajó por varios países de América Latina, formando parte de diferentes agrupaciones.

Una de las más destacadas fue Billo’s Caracas Boys, una famosa orquesta venezolana.

A lo largo de su carrera, Rafael escribió numerosas canciones, siendo “Cuando calienta el sol” una de las más memorables.

La letra de esta canción, que evoca imágenes de amor y pasión bajo el sol, fue inspirada en su vida en la hermosa playa de Masachapa, Nicaragua.

La historia detrás de la creación de “Cuando calienta el sol” es bastante curiosa.

A finales de los años 50, durante una visita de los hermanos De Iguales a Nicaragua, conocieron a Rafael y se interesaron por su música.

Después de una larga jornada de celebraciones y bebidas, Rafael, que lamentablemente tenía problemas con el alcohol, vendió la canción a los hermanos por una suma irrisoria, que se estima en unos diez dólares estadounidenses.

Este acuerdo fue presenciado por varias personas, incluido el reconocido profesor nicaragüense Julio César Sandoval, quien más tarde confirmaría los hechos en diversas entrevistas.

Tras la grabación de los hermanos De Iguales, la canción se convirtió en un gran éxito, alcanzando el número uno en España y marcando el inicio de un fenómeno conocido como “canciones del verano”.

A lo largo de los años, “Cuando calienta el sol” ha sido interpretada por numerosos artistas, incluyendo a Antonio Machín, Javier Solís, Alberto Vázquez, Connie Francis y Pablo Montero.

A pesar de que muchos artistas latinoamericanos solían versionar canciones italianas, esta canción se convirtió en una rara excepción, siendo también interpretada en italiano por cantantes como Raffaella Carrà y Francesco Napoli.

Sin embargo, el verdadero compositor, Rafael Gastón Pérez, no recibió el crédito que merecía, lo que ha llevado a debates sobre la justicia de su situación.

La controversia en torno a “Cuando calienta el sol” radica en la falta de reconocimiento a Rafael Gastón Pérez como el autor de la canción.

Aunque legalmente los hermanos De Iguales no cometieron ningún delito al registrar la canción como suya, muchos argumentan que se aprovecharon de la vulnerabilidad de Rafael en un momento de debilidad.

La transacción se realizó de manera legal, pero los críticos sostienen que el hecho de que Rafael estuviera ebrio al momento del acuerdo pone en duda la validez de la venta.

Lamentablemente, Rafael falleció al año siguiente de que la canción alcanzara la fama, a la edad de 45 años, sin haber disfrutado del éxito que su obra generó.

A pesar de la falta de reconocimiento en vida, la influencia de Rafael Gastón Pérez perdura.

Hoy en día, si visitas la playa de Masachapa, todavía puedes escuchar “Cuando calienta el sol” interpretada por músicos locales en su versión original.

La canción ha trascendido generaciones y sigue siendo un símbolo del amor y la pasión en la música latinoamericana.

La historia de Rafael es un recordatorio de la importancia de reconocer a los verdaderos creadores detrás de las obras que amamos.

Su legado continúa vivo a través de su música, y su historia merece ser contada y recordada, asegurando que su contribución a la cultura musical no se olvide.