Las Campanadas de Nochevieja se han convertido en una tradición televisiva que reúne a millones de espectadores frente a la pantalla.
Sin embargo, este evento no siempre ha sido sinónimo de perfección, acumulando a lo largo de los años numerosos errores, anécdotas y momentos inolvidables que han marcado su historia.
LOS ERRORES MÁS EMBLEMÁTICOS
“Estos son los cuatro cuartos.
Verán que el sonido es diferente…”, explicaba mientras los espectadores, desconcertados, trataban de seguir el ritmo.
Finalmente, anunció: “Aquí comienzan las doce campanadas”, cuando estas ya habían terminado.
Este error, fruto de problemas técnicos, quedó grabado en la memoria colectiva.
Años después, en 1993, Irma Soriano vivió algo similar.
Se equivocó con el inicio de las uvas, llegando a exclamarse entre disculpas: “¡No he oído el carillón ni los cuartos!”.
Aunque esta metedura de pata marcó su carrera, la presentadora tuvo su revancha 25 años después al conducir las Campanadas desde su canal de YouTube.
PROBLEMAS TÉCNICOS Y RETRASOS
Los fallos técnicos también han protagonizado grandes momentos en las retransmisiones.
En 2002, Mercedes Milá presentaba las Campanadas desde Muxía, uno de los municipios afectados por el desastre del Prestige.
Sin embargo, las condiciones meteorológicas obligaron a emitir un ensayo grabado, dejando a los espectadores sin las campanadas reales.
Otro ejemplo sonado fue el de Canal Sur en 2015.
La cadena andaluza decidió emitir un anuncio justo antes de las Campanadas, y otro más en pleno segundo ‘dong’.
Este error desató la indignación del público y derivó en sanciones para tres trabajadores.
GAZAPOS HISTÓRICOS: EL AÑO EQUIVOCADO
Los nervios del directo también han jugado malas pasadas a los presentadores.
En 1992, José María Carrascal deseó a todos un “feliz 1963”, confundiendo la década.
Un año después, José María Íñigo cayó en el mismo error en Telecinco, deseando un feliz 1964 junto a Carmen Sevilla.
ESTILISMOS Y MOMENTOS PARA EL RECUERDO
Antes de la era Cristina Pedroche, otros estilismos captaron la atención.
En 2005, Ana Obregón y Ramón García intentaron evitar la rima con el año 2005.
Sin embargo, el momento más recordado fue cuando Ana tiró accidentalmente la emblemática capa de Ramón por el balcón.
En 2012, el peinado de Imanol Arias, un enorme tupé para equilibrar su estatura con Anne Igartiburu, fue tema de conversación.
Y en 2015, Paula Vázquez resolvió con humor un percance con su vestido al romperse un tirante en directo, invitando a su modista a saludar a los espectadores.
Estos errores no solo son anécdotas divertidas, sino que reflejan la evolución de la televisión.
Desde la seriedad de los 80 hasta el humor de los 90, pasando por los avances técnicos y el impacto de las redes sociales, las Campanadas han acompañado a los españoles en cada fin de año, convirtiéndose en un espejo de la sociedad y sus cambios.