¡Nayanesh Ayman arrasa en “La Revuelta”! Rodillazos, risas y un Broncano al borde del KO
En el programa “La Revuelta”, el plató se convirtió en un auténtico ring de Muay Thai gracias a la visita de Nayanesh Ayman, el primer campeón mundial español de este arte marcial.
Entre risas, golpes (literalmente) y una lección rápida de cómo convertir el cuerpo humano en un arma letal, Ayman dejó claro por qué es el número uno.
Pero, ¿lo más épico de la noche? ¡David Broncano casi termina siendo un saco de entrenamiento!
Con una ovación digna de un estadio lleno, Nayanesh entró al plató luciendo sus títulos de campeón mundial.
Pero su manera de saludar fue algo…diferente. En lugar de un apretón de manos, decidió regalarle a Broncano un rodillazo en el estómago que dejó al presentador sin palabras (y sin aire).
“¡Esto es marca de la casa!”, exclamó Ayman entre carcajadas mientras el pobre David intentaba recuperar la compostura.
Entre chistes y demostraciones, Nayanesh explicó que el Muay Thai no es solo puños y patadas, como el kickboxing, sino un arte donde se usan ocho extremidades: puños, codos, rodillas y pies.
Incluso bromeó con que, usando solo sus hombros, podría tumbar a Broncano.
“¿Crees que podrías ganarme solo con tus hombros?”, preguntó David, a lo que Ayman respondió con una sonrisa que decía: “Ni lo intentes, amigo”.
La tensión subió cuando Nayanesh propuso un reto: “Te voy a dar un rodillazo y tienes que aguantarlo”.
Broncano, como todo un valiente (o inconsciente), aceptó el desafío, aunque pidió un protector para evitar terminar en urgencias.
El público coreó emocionado mientras el campeón lanzaba su ataque con precisión quirúrgica.
David, sorprendentemente, aguantó de pie, pero no pudo evitar comparar el impacto con el de “un camión pequeño”.
Entre golpes y risas, Ayman aprovechó para compartir un mensaje inspirador.
“En la vida, nadie va a salvarte. Tienes que ser tu propio superhéroe”, dijo mientras presentaba una camiseta con su imagen enfrentándose a superhéroes ficticios, simbolizando sus rivales.
Además, regaló a Broncano unos guantes firmados y le animó a usarlos para algo menos peligroso, como sacar lubinas del horno.
La noche terminó con aplausos, abrazos y una lección: no subestimes a un campeón de Muay Thai, ni siquiera si parece un buen tipo fuera del ring.
Eso sí, los espectadores ya están pidiendo una revancha.
¿Será Broncano el próximo aprendiz de Muay Thai? O, más importante, ¿sobrevivirá a otro rodillazo de Ayman?