💥 SALE A LA LUZ VIDEO de INSULTOS RACISTAS a RASHFORD vs OVIEDO y PRENSA TAPA TODO! ESCANDALO LALIGA
En un reciente partido entre el FC Barcelona y el Real Oviedo, se han revelado imágenes impactantes donde Marcus Rashford, jugador del Barça, fue víctima de insultos racistas por parte de un aficionado en las gradas.
Este hecho, que debería haber sido motivo de sanciones inmediatas y una condena unánime, ha sido prácticamente silenciado por los grandes medios de comunicación, lo que ha generado una ola de críticas hacia la gestión de LaLiga y la prensa deportiva.
El incidente ocurrió cuando Rashford, vistiendo la camiseta blanca del Barcelona, recibió insultos racistas en el estadio Tartiere, un acto deplorable que no solo afecta al jugador sino que mancha la imagen del fútbol español.
Sin embargo, a diferencia de otros casos similares, como los dirigidos a Vinicius Junior, este evento no ha recibido la cobertura mediática ni las medidas disciplinarias que se esperaban.

El periodista que difundió el video calificó al agresor como un “desecho” y recalcó que no representa a la afición ni debería estar permitido en un campo de fútbol.
Lamentablemente, la falta de reacción contundente por parte de LaLiga y de su presidente, Javier Tebas, ha sido evidente, alimentando la sensación de que existen dobles estándares dependiendo del jugador afectado o del club involucrado.
En contraste, cuando Vinicius Junior fue víctima de insultos racistas en el mismo estadio, la respuesta fue rápida y contundente, con llamados a sanciones y cierres de gradas.
La disparidad en la atención y las acciones ha provocado que muchos se pregunten por qué Rashford no recibe un trato equivalente, y si acaso su camiseta blanca o su club influyen en la visibilidad y gravedad con la que se aborda el problema.
Más allá del lamentable episodio de racismo, el partido también dejó una buena impresión del rendimiento del FC Barcelona bajo la dirección de Hans Flick.

El equipo mostró una gran capacidad de recuperación y solidez, remontando un marcador adverso para imponerse con autoridad.
Jugadores como Eric García, Frenkie de Jong, Ronald Araújo y el propio Rashford brillaron, demostrando que el Barça tiene un fondo de armario competitivo y un estilo de juego atractivo.
Marcus Rashford, en particular, ha comenzado a destacar con un rendimiento creciente, mostrando confianza y atrevimiento con el balón.
Su contribución en goles y asistencias ha sido notable, y a pesar de las críticas iniciales que recibió al llegar al club, está demostrando que es un jugador valioso y fundamental para el proyecto blaugrana.
Sin embargo, la sombra de los insultos racistas empaña este buen momento.
El hecho de que Rashford haya reaccionado con cierta ironía hacia la grada refleja la frustración que siente ante la falta de apoyo institucional y mediático.
La ausencia de sanciones ejemplares y la escasa repercusión pública del caso son interpretadas como una forma de encubrir o minimizar el problema.
Este doble rasero en el tratamiento de casos similares pone en evidencia una problemática más profunda en el fútbol español: la gestión desigual de los incidentes de racismo y la manipulación de los relatos mediáticos.
Mientras que algunos jugadores reciben protección y respaldo, otros parecen quedar relegados a un segundo plano, lo que genera desconfianza y malestar entre la afición y los propios protagonistas.
El periodista también criticó la cobertura sesgada de los medios, señalando cómo ciertos errores arbitrales o polémicas son amplificados o silenciados según los intereses y afinidades con determinados clubes.

Esta parcialidad contribuye a crear un ambiente tóxico y polarizado que dificulta la convivencia y el respeto en el deporte.
En cuanto al FC Barcelona, la plantilla demuestra una gran fortaleza colectiva para enfrentar las adversidades, incluidas las lesiones y las críticas externas.
La capacidad del equipo para adaptarse y superar obstáculos es una señal positiva para afrontar una temporada que se perfila larga y exigente.
Por último, la exigencia hacia LaLiga y Javier Tebas es clara: deben tomar medidas firmes contra el racismo sin importar a quién afecte, garantizando un entorno seguro y respetuoso para todos los jugadores.

La justicia y la igualdad en el deporte no pueden depender de favoritismos o intereses mediáticos.
En definitiva, el caso de los insultos racistas a Marcus Rashford es un llamado urgente a la reflexión y a la acción.
La lucha contra el racismo debe ser coherente y universal, y la prensa deportiva tiene la responsabilidad de visibilizar estos problemas sin censuras ni dobles estándares.
Solo así el fútbol podrá ser realmente un espacio de inclusión y respeto para todos.