¡La farsa de Ana María Aldón al descubierto! Jesús Manuel desmonta su teatrillo tras la respuesta de Gloria Camila en Telecinco — ¿Víctima o manipuladora?
El pasado lunes 8 de diciembre, la supuesta calma en el conflicto mediático entre Ana María Aldón y Gloria Camila estalló en mil pedazos.
La última polémica, aparentemente inocente, giraba en torno a un vestido que Ana María diseñó y que alguien puso a la venta en internet.
Gloria Camila, con la naturalidad que la caracteriza, comentó que el vestido le parecía bonito y que ella lo había llevado en su momento, bromando que quizás le correspondería un porcentaje de la venta.
Sin embargo, esta broma inocente fue la chispa que Ana María utilizó para revivir su papel de víctima en los platós de televisión.

Ana María Aldón, conocida por su habilidad para estirar cualquier tema hasta convertirlo en un drama, no tardó en quejarse públicamente de que Gloria Camila “jugaba con su pan”.
Pero la realidad, como siempre, es mucho más compleja y menos dramática de lo que ella intenta mostrar.
Gloria Camila, en su intervención en el programa de Emma García, se mostró cansada pero serena ante la tormenta mediática.
Con una sonrisa, afirmó que le afecta sólo lo que ella permite y que la vida hay que tomársela con mejor humor.
Sobre el vestido, aclaró que aunque Ana María había puesto muchas horas en su confección, ella no había codiseñado la prenda, sino que sólo había dado algunas ideas sobre el cuello y el estilo, pero la labor de confección fue enteramente de Ana María.
Este intercambio de opiniones dejó claro que la supuesta disputa por los derechos del vestido es más una cuestión de percepción que de hechos reales.
Gloria Camila incluso bromeó sobre la idea del porcentaje, insistiendo en que fue una simple broma y que no había intención de generar conflicto alguno.
Sin embargo, la polémica no quedó ahí.
Jesús Manuel Ruiz, periodista con profundo conocimiento de la historia entre Ana María Aldón y Ortega Cano, publicó un artículo demoledor donde desmonta punto por punto las versiones de Ana María.
El artículo no sólo cuestiona sus recientes declaraciones, sino que también pone en duda la veracidad de episodios pasados, como la supuesta existencia de moho —o “mo”, como lo llamó Ana María— en el sótano donde ella montó su taller de costura.

Jesús Manuel revela que ese espacio no era un sótano cualquiera, sino un lugar de gran importancia en la casa de Ortega Cano, utilizado para celebraciones y exhibición de trofeos.
Además, desmiente la versión de Ana María sobre haber pagado la reforma del taller, asegurando que fue Ortega Cano quien costeó todas las obras, incluyendo cambios en la cocina y otras áreas de la vivienda.
Otra mentira que sale a la luz es la que Ana María contó sobre haberse quedado en Madrid un verano trabajando para pagarse una máquina necesaria para su oficio.
Según Jesús Manuel, no hay constancia de que esto fuera cierto y, de hecho, Ana María fue una de las que más disfrutó de las vacaciones en Costa Ballena durante ese periodo.
El periodista también señala que Ana María recibe una manutención mensual de 10.000 euros por parte de Ortega Cano, una cifra que el torero paga para mantener distancia y evitar conflictos diarios, lo que contradice la imagen de sacrificio que ella intenta proyectar.

En medio de este vendaval de revelaciones, queda claro que Ana María Aldón ha construido una narrativa llena de medias verdades y manipulación emocional para mantenerse en el foco mediático.
Mientras tanto, Gloria Camila prefiere mantenerse al margen, respondiendo con tranquilidad y dejando que la verdad, poco a poco, salga a la luz.
El artículo de Jesús Manuel concluye con una sugerencia provocadora: quizás sea hora de que un reportaje de investigación explore qué piensa realmente el pueblo de Sanlúcar de Barrameda sobre Ana María Aldón y su pasado, especialmente en relación con su actual pareja.
Un tema que podría ofrecer un giro inesperado a esta historia ya de por sí cargada de drama.
Por ahora, el debate sigue abierto y la audiencia espera con atención el próximo movimiento de esta batalla televisiva donde las máscaras comienzan a caer y la verdad asoma entre las sombras.

En definitiva, la farsa de Ana María Aldón parece estar llegando a su fin, mientras que Gloria Camila se mantiene firme, dejando claro que no va a entrar en el juego de las víctimas y manipuladoras.
La pregunta que queda en el aire es: ¿quién saldrá realmente ganando de este enfrentamiento público?
Mientras tanto, el público no puede evitar sentirse atrapado en este culebrón contemporáneo, donde cada palabra, cada gesto y cada silencio cuentan una historia mucho más profunda que la que se ve en pantalla.
¿Será este el principio del fin para Ana María Aldón o solo un nuevo capítulo en su interminable show?
Solo el tiempo lo dirá, pero una cosa es segura: el drama está servido y las cámaras no se apagarán tan fácilmente.