🚨 BOMBAZO! MEDIA PLANTILLA LLEGA TARDE AL ENTRENAMIENTO Y PRESIONAN A XABI ALONSO PARA QUE DIMITA – HTT

Crisis en Valdebebas: ¿El Fin de Xavi Alonso? La Rebelión de Media Plantilla

¿Sabes qué ocurre cuando un vestuario entero decide que ha llegado la hora de cruzar una línea de la que ya no se puede volver?

Ocurre algo que muy pocas veces sale a la luz y que casi nunca se cuenta.

Lo que os traemos hoy no lo escucharéis en ningún plató, ni en tertulias ni en corrillos del club, porque lo que ha pasado en el Real Madrid en las últimas 24 horas es tan grave, tan inesperado y tan definitivo, que si se confirma lo que nuestras fuentes ya están adelantando, puede convertirse en la crisis interna más grande del club en los últimos 20 años.

Hoy el Madrid está dividido, pero tú y yo podemos estar totalmente de acuerdo en algo.

Este vídeo merece un like, una suscripción y un compartir.

Por lo menos que en este canal haya algo de unión.

Hoy vais a entender por qué el entrenamiento de Valdebebas de este mediodía no ha sido un simple entrenamiento, por qué la llegada de los jugadores ha tenido algo de mensaje, algo de rebeldía y algo de ultimátum.

Y es que Xavi Alonso, frío, sin un gesto de enfado, sin levantar la voz y sin mirar a nadie demasiado tiempo, podría haber tomado una decisión que absolutamente nadie esperaba hace solo dos semanas.

Pero antes de llegar a ese punto, dejad que retrocedamos unas horas porque todo comienza justo después del partido contra el Elche, cuando el equipo sale del campo cabizbajo y el silencio del vestuario no es el habitual.

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Ese silencio no era de frustración deportiva, era algo mucho más profundo.

Dicen quienes estuvieron cerca, muy cerca, que la mirada de Xavi al entrar al vestuario era la de un entrenador que intenta recomponer un equipo que siente que no responde.

Ese ambiente tan espeso que notaron los pocos trabajadores presentes no era fruto del empate, sino de algo que venía gestándose desde hace tiempo.

Unos hablan de desgaste, otros de saturación, pero lo que está claro es que los líderes del vestuario ya no caminaban detrás de Xavi, sino a un lado.

Y cuando un entrenador deja de estar delante, las grietas empiezan a verse por los rincones que nadie mira.

Los jugadores se ducharon rápido, sin mucho comentario, alguna frase suelta, algún bufido.

Vinicius hablando en voz baja con Rodrigo, un Mbappé que miraba el suelo y que tenía un gesto muy diferente al de hace un mes.

Era un gesto seco como quien ha tomado una decisión y ya no está en la fase de pensárselo.

Hendrick se marchó sin decir nada.

Camavinga se metió en su casillero sin saludar a nadie.

Vinicius tuyệt giao với Xabi Alonso - Thể thao

Y mientras eso ocurría, Güler observaba a toda distancia, como si estuvieran viendo un incendio al otro lado del río.

Algo pasaba y pasaba de verdad.

Lo que pocos saben es que nada más salir del estadio, el grupo de WhatsApp del equipo empezó a arder.

Un mensaje que quien lo manda sabe perfectamente lo que provoca.

No era un mensaje deportivo, no era un “tenemos que mejorar” ni un “vamos juntos”.

Era un mensaje que traducido en el lenguaje de un vestuario significaba hasta aquí hemos llegado.

No vamos a reproducirlo palabra por palabra, pero sí podemos decir que el tono era muy claro.

Se culpaba directamente al entrenador de la dinámica del equipo, de las decisiones de los últimos partidos y del mal ambiente que se había generado.

Y lo más sorprendente es quién apoyó ese mensaje.

Mbappé, el jugador que hasta no tanto era la mano derecha del entrenador dentro del vestuario, el que lo defendía en privado, ya no estaba en esa posición.

Real Madrid Takes Sides in the Tension Between Xabi Alonso and Vinícius |  beIN SPORTS

Cuando un líder cambia de lugar, todo se mueve alrededor.

Ahí fue cuando entraron los brasileños.

Vinicius, que venía arrastrando varios choques internos con el cuerpo técnico por temas tácticos, Rodrigo, que no ha entendido decisiones recientes, y Hendrick, que siente que todavía no se le ha dado un papel claro.

A ese mensaje inicial le siguieron otros mensajes que invitaban a hacer algo más, algo que obligara al club a mirar directamente al vestuario y no al entrenador, algo que pusiera presión desde el centro.

Palabras como boicot, unión y mensaje claro empezaron a aparecer una y otra vez.

Pero lo peor no fue eso.

Lo peor fue cuando alguien escribió que la mejor manera de hacer ver al entrenador que el vestuario ya no estaba con él era retrasar la llegada al entrenamiento del día siguiente.

No 10 minutos ni 15, 45 minutos, media plantilla entrando tarde, todos juntos como símbolo de ruptura y alguno que directamente no apareciera.

Un gesto que en cualquier equipo del mundo sería grave, en el Real Madrid es directamente un terremoto.

Ese mensaje no cayó bien en todos y esto es lo que demuestra que el vestuario está roto en dos, quizá en tres, porque cuando Ger vio aquello, su reacción fue salirse del grupo sin decir nada, sin un emoticono, salirse.

Vinicius xin lỗi Real Madrid: Lời tuyên chiến Xabi Alonso

Carreras lo hizo, Almiguto también, y Gonzalo esperó un poco más, pero también salió.

Los tres representan el relevo generacional, el orden, la disciplina y las ganas de crecer, y no iban a formar parte de ese plano.

A partir de ahí, el grupo de WhatsApp quedó en manos de los más veteranos del vestuario, quienes llevan más tiempo acumulando peso específico y que saben que en el fútbol, cuando el ambiente se tuerce, hay que moverse rápido.

La mañana de hoy es la clave de todo.

Lo que ha pasado en Valdebebas no lo veréis en imágenes, pero ha ocurrido.

Y ha ocurrido tal y como os lo vamos a contar.

Los primeros en llegar han sido Güler, Gonzalo y Carreras, que han entrado sin saludar demasiado, han ido directos al gimnasio y han empezado a trabajar sin mirar al reloj.

Han estado ahí sin entender muy bien qué iba a pasar, pero con la conciencia tranquila, porque sabían que llegaban a su hora.

Cómo marca el club, cómo marca la disciplina y cómo marca el respeto al entrenador.

Ellos han cumplido, pero el gimnasio estaba demasiado vacío.

Xabi Alonso speaks on Vinícius Jr. being dropped to bench for Real Madrid  vs Elche - Yahoo Sports

Esa sensación rara de que faltaban 20 personas por entrar, de que algo no era normal.

A las 12:20 han empezado a escucharse los motores de los coches de los demás jugadores llegando casi al mismo tiempo.

Algo que no es normal.

En el Madrid no llega todo el mundo a la vez, salvo que haya un acuerdo interno.

Vinicius bajándose del coche sin prisa, Rodrigo hablando con él mientras caminaban hacia dentro.

Valverde con gesto serio, pero sin ocultar que sabía perfectamente lo que estaba pasando.

Camavinga con los cascos puestos sin mirar a nadie.

Bellingham mirando el móvil mientras caminaba lento y Mbappé con esa manera suya de andar tranquilo, seguro, como quien ha tomado una decisión y está dispuesto a asumir sus consecuencias.

Ellos y otros más llegaron cerca de 45 minutos tarde.

El vestuario, según cuentan, parecía un recibidor de aeropuerto tras un retraso masivo.

Mối quan hệ giữa Vinicius và Xabi Alonso chưa bao giờ êm đẹp

Risas sueltas, bromas internas, gestos que mezclaban desafío con relajación.

No era un simple retraso, era un mensaje.

Uno que cualquier entrenador del mundo entendería a la primera.

Cuando han entrado, no lo han hecho pidiendo perdón ni disimulando.

Han entrado como si aquello formara parte de algo ya pactado.

Para muchos dentro del vestuario, una provocación; para otros, una forma de presionar todavía más.

Pero para el club, para la institución, para el entrenador, una falta gravísima.

Y cuando estas cosas ocurren todas a la vez, cuando un grupo entero decide actuar de forma tan clara, solo hay dos posibles explicaciones: o el entrenador ha perdido completamente el control o el vestuario ha decidido que quiere cambiar de entrenador cuanto antes.

Esto que estáis escuchando aquí en exclusiva es lo que ha pasado en Valdebebas, lo que nadie va a contar, lo que nadie va a reconocer públicamente.

Porque estamos hablando de un vestuario partido en dos, de líderes contra jóvenes, de estrellas contra entrenador, de un clima irrespirable.

Real Madrid hậu Siêu kinh điển: Xabi Alonso xử lý bom Vinicius

La pregunta ahora no es qué ha pasado, eso ya lo sabéis.

La pregunta es qué viene después, porque la tensión que se respira en Valdebebas no es la de una discusión puntual, es la tensión previa a un desenlace.

Y ese desenlace, por desgracia, para el Real Madrid parece estar más cerca de lo que imaginan.

Lo que ocurrió dentro del campo de entrenamiento tras aquel “empezamos helado” no fue un entrenamiento al uso ni una sesión normal previa a un partido de Champions decisivo.

Fue casi un ritual de despedida.

Aunque nadie lo dijera en voz alta, aunque nadie lo quisiera reconocer, el ambiente era el de esos días previos a una tormenta que ya puede soler en el aire.

Los jugadores, que habían llegado tarde, entraron sin prisa, como quien no teme consecuencias.

Caminaban con esa mezcla de orgullo y desafío que solo se ve cuando un grupo cree que ya ha ganado la batalla interna o al menos que tiene las cartas suficientes para forzar al club a tomar una decisión.

El ruido de las botas sobre el césped sonaba más fuerte de lo normal, quizá porque el silencio era demasiado grande.

Ni una voz levantada, ni una broma entre ejercicios, ni una conversación real entre compañeros, solo instrucciones sueltas de los preparadores que miraban de reojo a Xavi intentando descifrar qué estaba pasando por su cabeza.

Niềm hi vọng của Vinicius đặt vào... Xabi Alonso - Bongdaplus.vn

Él no mostraba señales, ni hacía un gesto, ni corregía, ni preguntaba.

No había broncas, no había discursos.

Xavi estaba allí, pero su presencia no parecía anclada ese día.

Era la mirada de un hombre que está físicamente dentro de un campo, pero mentalmente ya está ordenando todo lo que va a pasar después.

Los jugadores, eso sí, notaban esa distancia porque no hay nadie en un vestuario que lea mejor los silencios que los propios futbolistas.

Cuando un entrenador está enfadado, se le nota.

Cuando quiere apretar a alguien también.

Pero cuando un entrenador empieza a desconectar, cuando deja de reaccionar, cuando no busca controlar la situación ni reafirmar su autoridad, lo que sienten los jugadores es que el final ha empezado.

Hoy lo han sentido todos, incluso los que han liderado la rebelión.

Vinicius, en un momento concreto del entrenamiento, levantó la vista buscando un gesto, algo, un choque de miradas que confirmara que Xavi estaba dentro del pulso.

Xabi Alonso ra 'thiết quân luật' với Vinicius

No lo encontró.

Mbappé, que siempre mantiene la compostura, tenía ese gesto que él pone cuando sabe que algo va a cambiar más pronto que tarde.

Y Camavinga, que suele ser expresivo, trabajaba en silencio como quien se prepara para una noticia que no sabe si le conviene o le perjudica.

Los jóvenes, por su parte, estaban en una situación incómoda y extraña.

No eran parte de la rebelión, pero tampoco podían hacer como si no existieran.

Güler trabajaba con una concentración absoluta, quizá intentando demostrar que él está donde está por disciplina y mérito.

Gonzalo se mantenía en lo suyo, sin mirar alrededor, cumpliendo todo al pie de la letra, casi como un mensaje silencioso de que no comparte la postura del resto.

Carreras, más introvertido, mostraba ese nerviosismo evidente de quien se da cuenta de que el vestuario donde ha caído no es el que imaginaba.

Todos ellos sabían que el club ya estaba al tanto, porque en el Real Madrid cualquier movimiento extraño llega arriba en cuestión de minutos.

La puntualidad no es una sugerencia, es una norma férrea que viene desde tiempos de Di Stéfano.

Real Madrid 3-0 Salzburg: Xabi Alonso hòa nhịp samba với Vinicius

Llegar tarde ya es grave.

Llegar tarde media plantilla no es un gesto, es una declaración de guerra.

Y el club como institución no acepta guerras internas.

Demasiado daño hacen, demasiado ruido generan.

Mientras todo esto ocurría, varios trabajadores del club comentaban en voz baja que Florentino no estaba en Valdebebas esa mañana, pero que llevaba varias horas recibiendo mensajes del staff sobre la situación.

Eso no significa nada en un día normal, pero hoy sí, porque cuando un presidente del Real Madrid recibe información de este tipo tan rápido, solo hay dos caminos posibles.

O respalda al entrenador de manera pública e inmediata o mantiene silencio para tomar una decisión más profunda.

Y que nadie se engañe: en este club, los silencios siempre significan más que las palabras.

El entrenamiento avanzó con ejercicios simples, nada exigentes, una sesión suave, sin intensidad, sin competición interna, algo impensable antes de un partido de Champions.

Pero hoy no era día para intensidad deportiva.

Xabi Alonso speaks on claims of Vinícius Jr's anger with substitution vs  Kairat - Yahoo Sports

Hoy era día de gestionar tensiones o más bien de observarlas.

Xavi lo sabía.

Él, que construyó parte de su carrera en base a su inteligencia táctica, entendió perfectamente que intentar mandar un mensaje hoy solo habría alimentado la rebelión.

Cuando la sesión llegó a su final, los jugadores se fueron marchando a los vestuarios a un ritmo desigual.

Algunos hablaban entre ellos en conversaciones cortas, tensas; otros ni siquiera hablaban.

Mbappé entró directo sin mirar a nadie.

Vinicius y Rodrigo fueron juntos, susurrando algo que nadie pudo entender.

Valverde tenía la mirada perdida, como si realmente se hubiera dado cuenta de que habían ido demasiado lejos.

Y Camavinga salía del campo apretándose las manos, gesto de estrés evidente.

Los que más destacaban eran los jóvenes.

Xabi Alonso vs Vinicius war: Real Madrid has chosen its side | OneFootball

Se les notaban incómodos.

No querían mirar a Xavi demasiado tiempo por miedo a que se interpretara como tomar partido y, sin embargo, ya lo habían tomado.

Salir del grupo de WhatsApp, esa decisión les costará miradas, distancias y quizás hasta comentarios en las próximas semanas, pero también los coloca del lado correcto de la historia, el lado del respeto, el lado del trabajo, el lado de quienes no participan en guerras que no entienden.

Xavi fue el último en abandonar el césped.

Se quedó unos segundos mirando el campo vacío, como si estuviera recogiendo mentalmente algo que ya no volverá a usar.

Ese gesto fue observado por dos empleados que estaban recorriendo material, quienes dijeron que nunca habían visto una expresión como esa en él.

No era tristeza, no era rabia, era aceptación, una aceptación fría, adulta, resignada.

La aceptación de un hombre que ha luchado por una idea de equipo y que hoy comprende que ese equipo ya no es suyo.

De ahí se dirigió al interior de la ciudad deportiva sin hablar con nadie, ni con preparadores, ni con jugadores, ni con los trabajadores que suelen saludarlo cada mañana.

Se fue directo a su despacho, cerró la puerta y no salió durante un buen rato.

Xabi Alonso Plans to Speak with Vinícius Jr. After His Outburst in El  Clásico | beIN SPORTS

Mientras tanto, el vestuario era un lugar extraño.

Algunos jugadores intentaban hacer vida normal, ducharse, cambiarse, comentar cualquier cosa, pero la sensación general era la de un ambiente roto, una mezcla de euforia silenciosa por parte del grupo rebelde, de duda por parte de los neutros y de inquietud por parte de los jóvenes.

Algo así no había pasado en el Madrid desde hacía muchísimo tiempo, no con tanta claridad, no con tanta contundencia.

Uno de los detalles más llamativos de la mañana es que varios fisioterapeutas comentaron entre ellos que algunos jugadores no solo habían llegado tarde, sino que habían llegado con esa actitud desafiante que solo se adopta cuando sienten que están cubiertos por un grupo lo bastante fuerte como para sostener el pulso.

Y ellos, ese grupo, era fuerte, no solo por los nombres, sino por la influencia real que tienen en el proyecto deportivo.

Los minutos posteriores al entrenamiento fueron cruciales porque, en ese tiempo, varias personas del área deportiva fueron llamadas a una reunión interna urgente.

No se sabe lo que se dijo, pero sí se sabe que la cara de los asistentes no era precisamente relajada.

Muchos se preguntan si la decisión de lo que ocurrirá con Xavi puede llegar antes del partido de Champions.

Otros creen que esperarán a ver qué hace el propio Xavi antes de mover una ficha, porque el club en estos casos suele dejar que el protagonista hable primero.

En paralelo, algunos jugadores empezaron a recibir mensajes privados de allegados preguntando qué había pasado.

Vinicius Junior Hits Real Madrid With Contract Ultimatum, Xabi Alonso in  Firing Line—Report

Y aquí viene lo más curioso.

Nadie daba detalles, nadie confirmaba nada.

Nadie decía abiertamente: “Hemos hecho esto por esto”.

Simplemente respondían con frases cortas, ambiguas, como si no quisieran dejar huella escrita, como si supieran que lo que han hecho puede explotar en cualquier momento si llega a manos equivocadas.

Esa cautela es la prueba más clara de que lo de hoy no ha sido una rabieta, sino un movimiento calculado, pensado, preparado y ejecutado con una precisión que solo se consigue cuando un grupo lleva tiempo hablando del asunto.

Si hoy ha quedado algo claro, es que el Real Madrid ya no es un equipo unido.

Ahora mismo es un rompecabezas con piezas que ya no encajan.

Un vestuario donde la mitad mira al entrenador con distancia y la otra mitad mira a la plantilla con desconfianza.

Un club que, aunque intenta mantener la calma, sabe que un incendio así no se apaga con un discurso bonito ni con una reunión de dos horas.

Es una situación que se resolverá con una decisión drástica.

Xabi Alonso Breaks Silence on Vinicius Junior 'Feud', El Clasico Tantrum

Esa decisión a día de hoy parece estar en manos de un solo hombre, Xavi Alonso.

La mañana avanzaba y, mientras el sol caía de lleno sobre los campos de Valdebebas, la sensación de que algo estaba a punto de romperse flotaba por todas partes.

Los empleados pasaban por los pasillos en silencio, con ese andar rápido y tenso que solo aparece cuando un ambiente está cargado y nadie quiere ser el primero en decir lo obvio.

Algunos asistentes miraban de reojo hacia el despacho de Xavi, cuya puerta seguía cerrada desde hacía más de una hora.

Dentro, el silencio era absoluto, pero los rumores volaban como si las paredes fueran de papel.

A esa misma hora, varios jugadores se marchaban ya del complejo.

Los que habían encabezado el retraso salían con una calma casi provocadora, comentando entre ellos asuntos cotidianos como si la mañana no hubiera sido un terremoto interno.

Vinicius bromeaba con Rodrigo mientras se subían al coche.

Mbappé avanzaba con esa compostura fría que lo caracteriza cuando decide no dar explicaciones y Bellingham se marchaba sin girar la vista.

Ninguno intentó disimular, ninguno pareció arrepentido.

Ese grupo sentía que había lanzado el mensaje que querían lanzar y que ahora el siguiente paso ya no les correspondía a ellos.

Vinicius Junior bất mãn Xabi Alonso, Real Madrid dễ loạn

Los jóvenes, en cambio, se marchaban con otra energía.

Carreras se puso los cascos para no escuchar nada más.

Güler salió rápido como quien huye de un incendio y Gonzalo se detuvo unos segundos antes de entrar en su coche.

Respiró hondo y se metió sin decir palabra.

Ellos sí entendían la gravedad de lo que había ocurrido y sabían que, aunque no habían hecho nada malo, la mañana los había colocado en una posición muy delicada dentro del vestuario.

Pero todo el foco estaba en esa puerta cerrada, la puerta del despacho de Xavi.

Porque la decisión que se estaba formando ahí dentro no era menor.

Era la decisión de un hombre que no solo es entrenador, sino leyenda, un hombre que sabe lo que significa vestir ese escudo y que conoce mejor que nadie la responsabilidad que implica sentarse en ese banquillo.

No estamos hablando de alguien que pierda los nervios por un mal resultado.

Hablamos de alguien que entiende el Real Madrid desde dentro, desde su esencia, desde su historia.

Por eso, cuando por fin se escuchó el ruido de la puerta abriéndose, varios empleados giraron la cabeza al mismo tiempo.

Alonso on Vinicius outburst - 'We don't want it to happen again'

Xavi salió despacio con esa forma de andar tan suya, firme y elegante.

Tenía la mirada seria, pero no derrotada, más bien decidida.

Caminó por el pasillo sin decir nada, saludó con una leve inclinación de cabeza a dos trabajadores que estaban allí paralizados por los nervios y siguió recto hacia la salida.

Uno de los miembros del cuerpo técnico que llevaba todo el día esperando una señal intentó acercarse para preguntarle algo, pero Xavi solamente le puso la mano en los hombros y siguió andando.

Ese simple gesto dijo más que cualquier discurso, porque no era un gesto de enfado, era un gesto de despedida, un gesto sereno, casi afectuoso, pero definitivo.

La clase de gesto que solo hace quien ya ha tomado una decisión y quiere transmitir tranquilidad antes de comunicarla.

Cuando Xavi abandonó las instalaciones, varios teléfonos empezaron a sonar dentro del club.

No hacía falta que él dijera nada.

La gente que conoce de verdad el fútbol sabe leer los silencios y el silencio de Xavi lo decía todo.

La tensión acumulada en el vestuario, la ruptura del grupo, el boicot silencioso, el retraso masivo, las ausencias, las miradas perdidas, todo desembocaba en una conclusión evidente.

El entrenador sentía que su mensaje ya no llegaba y un entrenador que siente que ya no llega y además lo ve confirmado en un acto colectivo tan contundente como el de hoy, entiende que su continuidad es insostenible.

Vinicius Jr's 'smile' is back! Xabi Alonso confirms talks over substitute  role after Real Madrid star was benched against Marseille | Goal.com

En su círculo más íntimo ya se comenta que Xavi podría comunicar algunas próximas horas.

No está claro si será una renuncia inmediata, una petición formal de reunión con el presidente o un gesto que obligue al club a moverse.

Lo que sí está claro es que después de lo que ocurrió hoy, nada volverá a ser igual.

No se puede reconstruir un vestuario que ha llegado tan lejos en su desafío.

No se puede reparar lo que ya se ha roto y, sobre todo, no se puede dirigir un equipo cuya mitad ha decidido enviar un mensaje tan demoledor en un mismo día.

Lo que ocurre hoy en Valdebebas no es un episodio puntual, no es un calentón de vestuario, es una grieta profunda que ya se veía venir, pero que hoy ha explotado delante de todo el mundo y el Real Madrid, con su historia y su grandeza, puede soportar muchas cosas, pero no puede sostener un proyecto en el que el vestuario ha dejado de seguir al entrenador.

Por eso, lo que por venir no será una decisión deportiva, será una decisión institucional de esas que marcan temporadas enteras.

Y si lo que nuestras fuentes adelantaban desde primera hora se confirma, este vídeo será recordado como la primera vez que se contó lo que realmente pasó en Valdebebas.

El día en que el vestuario del Real Madrid dijo basta.

El día en que Xavi Alonso, sin una palabra de más y sin un gesto de enfado, entendió que su tiempo en el club tal vez había llegado a su final.

Ahora todo depende de cómo termina esta historia, pero lo que parece inevitable es que después de hoy el Real Madrid ya ha entrado en un terreno donde solo acaban decisiones contundentes y esas decisiones están más cerca de lo que parece, mucho más cerca.

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