🚨 EL CTA Y TEBAS OBLIGA A ALBEROLA ROJAS PEDIR PERDÓN AL REAL MADRID TRAS SU POLÉMICA ARBITRAL
El reciente derbi madrileño que enfrentó al Atlético y al Real Madrid no solo dejó un marcador contundente, sino que desató una crisis institucional sin precedentes en el fútbol español.
Después de múltiples jugadas polémicas que perjudicaron al equipo blanco, la presión mediática y social alcanzó tal magnitud que el Comité Técnico de Árbitros (CTA) y el presidente de LaLiga, Javier Tebas, se vieron forzados a intervenir de manera extraordinaria.
La decisión tomada fue histórica: Alberola Rojas, árbitro del encuentro, grabó un vídeo público pidiendo perdón al Real Madrid y reconociendo errores significativos que afectaron el resultado.
Además, fue sancionado con la suspensión para los próximos dos partidos, una medida ejemplarizante destinada a calmar la indignación de la afición madridista y demostrar una supuesta transparencia en la gestión arbitral.

Las imágenes del partido mostraron con claridad tres situaciones clave que alimentaron la controversia.
Primero, un agarrón evidente sobre Choamení en el gol inicial del Atlético, una falta que el árbitro ignoró.
Segundo, una acción de Arda Booker que en cámara lenta evidenciaba un toque limpio al balón y que no merecía el penalti señalado.
Y tercero, una durísima entrada de Nico sobre Carvajal, pisotón directo que debería haber significado expulsión inmediata.
Estas decisiones fueron el detonante de una ola de críticas en redes sociales y medios de comunicación, con hashtags como “Alberola nunca más” y “vergüenza en el derbi” dominando las conversaciones.

Exárbitros veteranos calificaron los fallos como graves y reiteraron que no podían pasar sin consecuencias.
Ante la presión, Tebas convocó una reunión urgente con el presidente del comité arbitral, Medina Cantalejo, y otros responsables.
El consenso fue claro: la versión oficial no podía sostenerse frente a las evidencias.
La única salida viable era que Alberola Rojas reconociera públicamente sus errores.
El vídeo grabado, con el árbitro visiblemente serio, fue difundido rápidamente en todos los medios y plataformas.

Alberola admitió: “Cometí errores que afectaron al desarrollo del partido. Pido disculpas al Real Madrid y a sus aficiones. Asumo la sanción que me ha impuesto el CTA y trabajaré para que no vuelva a repetirse.”
En el vestuario del Real Madrid, la noticia fue recibida con mezcla de incredulidad, ironía y cauta satisfacción.
Jugadores como Vinicius y Bellingham comentaron con sorna que, aunque el gesto era inédito, no cambiaba el marcador ni les devolvía puntos.
Xabi Alonso, entrenador, calificó la disculpa como un intento desesperado de apagar el incendio mediático y subrayó que la verdadera respuesta debía darse en el campo.
Sin embargo, este episodio ha reabierto heridas más profundas en el arbitraje español.
El caso Negreira, que sacudió la credibilidad del sistema hace años, sigue latente en la mente de aficionados y expertos.
Muchos ven en esta disculpa pública un parche superficial que no soluciona la falta de transparencia ni la percepción de favoritismos o presiones.
Alberola Rojas, por su parte, se ha sentido utilizado como chivo expiatorio.
Tras la grabación, manifestó a sus superiores su intención de abandonar el arbitraje en España y buscar oportunidades en Alemania, donde ya existen contactos preliminares para un programa de intercambio arbitral.
Este posible éxodo sería un duro golpe para la Liga y la Federación.

Dentro del CTA, las opiniones están divididas.
Algunos creen que Alberola exagera y debe aceptar la sanción, mientras que otros reconocen que ha sido sacrificado para proteger al colectivo arbitral.
Javier Tebas, según fuentes, está furioso ante la posibilidad de perder a un árbitro internacional formado en España.
El debate mediático sigue encendido, con programas y periodistas cuestionando si la disculpa fue voluntaria o impuesta por la cúpula arbitral.
Se critica que la gestión de la crisis responde más a presiones externas que a una verdadera reforma del sistema.

En el plano internacional, la noticia ha tenido eco en medios alemanes, franceses e ingleses, que contrastan la actitud española con la seriedad de otras ligas.
La imagen de LaLiga se ve dañada por episodios que ponen en duda la imparcialidad y profesionalismo del arbitraje.
Este caso pone sobre la mesa preguntas incómodas para el fútbol español: ¿Es suficiente un vídeo de disculpa para restaurar la confianza?
¿Existe un mecanismo real para compensar a los clubes perjudicados?
¿Qué modelo de arbitraje se desea: uno transparente y profesional o uno sujeto a presiones y parches mediáticos?

La respuesta no es sencilla.
Lo cierto es que la Liga debe afrontar una reforma profunda y sincera para evitar que episodios como este se repitan.
Mientras tanto, los aficionados seguirán desconfiando y el debate seguirá abierto.
En definitiva, el perdón público de Alberola Rojas al Real Madrid marca un antes y un después, pero también evidencia que la sombra del caso Negreira y la crisis arbitral siguen muy presentes.
La pelota ahora está en manos de los dirigentes para demostrar que el fútbol español puede ser justo y creíble.