¡El Fin de Pedro Sánchez? Vicente Vallés Desmonta el Sanchismo en Antena 3 y Revela la Crisis Más Profunda del PSOE… ¿Hasta Cuándo Aguantará?\
El Partido Socialista Obrero Español parece estar viviendo sus horas más oscuras.
La tensión interna y la presión mediática han llegado a tal punto que, según informaciones recientes, se habría producido un presunto asalto a la casa de José Luis Ávalos para sustraer dos ordenadores, justo después de que el exministro anunciara querellas contra el ministro Óscar Puente.
Este clima de nerviosismo refleja la creciente inseguridad en las filas socialistas.
José Luis Ávalos, en una entrevista en el canal Cuatro, anunció que está dispuesto a “tirar de la manta”, sugiriendo que el PSOE tiene mucho que temer.
Ávalos defiende su inocencia frente a las acusaciones de corrupción que pesan sobre él y cuestiona la existencia de pruebas concretas, preguntando “¿dónde está el cuerpo del delito?”, refiriéndose a la falta de evidencia material como dinero o enriquecimiento ilícito.
Ávalos describe su situación como un calvario, señalando que vive en la misma casa desde hace casi 40 años y que la acusación de ser protagonista del “mayor caso de corrupción de la democracia” es una propaganda infundada.
Sin embargo, la presión mediática y social no cede, y la imagen del PSOE se resquebraja cada vez más.
En contraste, la vocera oficial del sanchismo en los medios, Sara Santaolaya, arremete contra quienes critican al presidente Pedro Sánchez, defendiendo que España es un país seguro y que la economía funciona bien.
Sin embargo, esta defensa parece desconectada de la realidad que reflejan las protestas y el creciente descontento popular, donde se escuchan gritos e insultos contra Sánchez.
El periodista Vicente Vallés, en su telediario de Antena 3, puso en evidencia la gravedad de la situación al destacar que Pedro Sánchez es el primer presidente en tener bajo su mandato a un fiscal general procesado y al borde de juicio penal, y que a pesar de ello sigue en el cargo.
Esto rompe con la normalidad democrática que se observa en otros países occidentales, donde altos cargos suelen dimitir al ser procesados.
Se ha aportado nueva documentación sobre el caso Coldo al Tribunal Supremo, que implica a figuras como el exministro José Blanco y el exministro José Luis Ávalos, lo que abre nuevas incógnitas sobre la profundidad de la corrupción en el PSOE.
Por si fuera poco, otro escándalo ha salido a la luz con la denuncia de que José María Ángel, comisionado del gobierno para la reconstrucción tras la Dana en Valencia, habría falseado un título académico para acceder a un puesto público.
Aunque Ángel defiende su inocencia, la falta de desmentido sobre la falsedad del título alimenta aún más la desconfianza.
En este contexto, el gobierno de España empieza a parecerse más a regímenes autoritarios o incluso al franquismo, según denuncian críticos.
La reciente aprobación en Consejo de Ministros de una ley que creará un registro estatal de medios de comunicación, dependiente de la CNMC, ha levantado suspicacias sobre un posible control y censura mediática.
Esta ley busca garantizar el derecho a la información sobre la propiedad y la financiación de los medios, incluyendo la publicidad institucional y la financiación extranjera, pero muchos la ven como un intento de silenciar a los medios críticos con el gobierno.
Periodistas como Ketty Garat, que han destapado numerosos escándalos del PSOE, denuncian que el gobierno sanchista ejerce una censura cada vez más evidente.
Se habla de exclusión de periodistas de ruedas de prensa oficiales y de represalias contra aquellos que informan sobre casos polémicos relacionados con la Casa Real o figuras del partido.
La libertad de prensa, un pilar fundamental de cualquier democracia, está en retroceso bajo este gobierno.
Los periodistas que han seguido informando sobre casos como Begoña, David Sánchez, Ávalos o Cueldo han sido vetados en Moncloa, lo que limita la transparencia y el derecho a la información de los ciudadanos.
La estrategia del PSOE parece consistir en controlar el discurso público y minimizar las preguntas incómodas, llegando a restringir el número de preguntas permitidas en las ruedas de prensa oficiales.
Esta involución democrática preocupa a muchos profesionales de la comunicación y a la sociedad en general.
El balance de Pedro Sánchez al frente del gobierno se caracteriza por una creciente desconfianza, una crisis interna profunda y un alejamiento de los principios democráticos básicos.
La falta de respuestas claras y la persistencia en mantener en sus cargos a figuras procesadas alimentan la percepción de impunidad y corrupción.
En definitiva, el sanchismo está siendo desmontado como nunca antes, y Vicente Vallés ha puesto en evidencia en Antena 3 las grietas que amenazan con derrumbar el proyecto político de Pedro Sánchez.
La pregunta que muchos se hacen es si el PSOE podrá sobrevivir a esta tormenta o si estamos ante el principio del fin de una era.
Mientras tanto, la ciudadanía observa con preocupación cómo se deterioran las instituciones y cómo la libertad de prensa se ve amenazada por un gobierno cada vez más autoritario.
La batalla por la verdad y la transparencia está más viva que nunca, y el futuro político de España pende de un hilo.
