¡ESCÁNDALO REAL! Infanta Sofía a golpes con su prima y Letizia Ortiz abandona a Felipe VI: ¿Un drama familiar que amenaza la corona?
El verano de 2025 no ha sido tranquilo para la Casa Real española.
Mientras la mayoría esperaba un periodo de calma tras años de polémicas, la última hora ha desatado una tormenta mediática sin precedentes.
La infanta Sofía, segunda hija de Felipe VI y Letizia Ortiz, se ha visto envuelta en un enfrentamiento físico con una de sus primas, un episodio que rompe con la imagen pulida y controlada que la familia real intenta proyectar.
La información, publicada por el periodista C. Clarasó en el medio Blaow, afirma que Sofía habría llegado a los golpes con una prima, aunque no se especifica con certeza quién fue la implicada.

Las sospechas apuntan a tres candidatas: Victoria Federica, Irene Urdangarín o Carla Vigo, todas figuras conocidas dentro del entorno familiar y mediático.
Lo que sí está claro es que la relación entre Sofía y varias de sus primas es prácticamente nula, un distanciamiento que refleja tensiones profundas y no solo diferencias pasajeras.
Este conflicto no es un hecho aislado, sino parte de un panorama familiar complicado.
Según la misma fuente, la infanta Sofía ha finalizado su etapa escolar en un prestigioso internado en Gales, el mismo que su hermana Leonor, con la intención de vivir una juventud lo más normal posible dentro de las circunstancias.
Sin embargo, esta normalidad se ve empañada por la falta de contacto con sus familiares, tanto paternos como maternos, lo que ha generado un aislamiento que podría estar alimentando estos desencuentros.

Por otro lado, la figura de Letizia Ortiz también está bajo el foco.
Se habla de su supuesta excentricidad y obsesión con la limpieza en los palacios reales, al punto de instalar captadores de polvo y aspiradoras especiales para mantener los espacios impolutos.
Esta conducta, calificada por algunos como maniática, habría generado tensiones internas, especialmente con Ortega Cano y otros miembros del entorno.
La reina Letizia, descrita como calculadora, controladora y exigente, parece estar marcando distancias no solo en lo doméstico sino también en lo familiar más amplio.
La ruptura más alarmante es la que se ha producido entre Letizia y su propia familia política.

A pesar de la delicada situación de Irene de Grecia, hermana de la reina Sofía, Letizia habría decidido cortar todo contacto con la familia real española y griega, mostrando una frialdad que contrasta con la imagen pública que suele proyectar.
Esta decisión ha sorprendido a muchos, sobre todo porque la reina Sofía sí mantenía cierta cercanía con Irene, incluso en sus momentos más difíciles.
Mientras tanto, la relación entre las hijas de Felipe VI y Letizia y la isla de Maribén, tradicional residencia veraniega de la familia real, también está en entredicho.
Leonor y Sofía habrían rechazado pasar tiempo en Palma de Mallorca este verano, optando por vacaciones con amigos y evitando el palacio cedido a la Casa Real.
Esta actitud podría tener implicaciones políticas, ya que el gobierno balear planea reclamar la propiedad si la familia real no cumple con los compromisos de uso.

El distanciamiento familiar y las tensiones internas reflejan un escenario complicado para la monarquía española.
La imagen pública, siempre cuidada al milímetro, muestra ahora grietas evidentes que podrían afectar la percepción ciudadana y la estabilidad institucional.
La infanta Sofía, con un carácter descrito como complicado y heredado de su madre, parece estar atravesando un momento difícil, marcado por la soledad y los conflictos familiares.
El episodio de los supuestos golpes con una prima es solo la punta del iceberg.
Detrás se esconde una realidad de relaciones rotas, resentimientos acumulados y decisiones personales que desafían las normas tradicionales de la Casa Real.

Letizia, al distanciarse incluso de sus allegados más cercanos, y Sofía, al alejarse de su familia y estudiar en el extranjero, parecen marcar un cambio generacional y de dinámicas que podría tener consecuencias a largo plazo.
Este escándalo también pone en evidencia las presiones que enfrentan los miembros jóvenes de la realeza, quienes, a pesar de su posición privilegiada, lidian con conflictos personales y familiares que se vuelven públicos y virales al instante.
La línea entre la vida privada y la exposición mediática es cada vez más difusa, y cualquier conflicto se magnifica hasta convertirse en un asunto de interés nacional e internacional.
En definitiva, el verano de 2025 será recordado como un momento clave en la historia reciente de la monarquía española.

La infanta Sofía y sus primas protagonizan un drama familiar que ha salido de las sombras, mientras Letizia Ortiz parece tomar distancia de su esposo y de su familia política en un momento delicado.
La Casa Real deberá gestionar estas crisis con cautela para evitar que se conviertan en heridas irreparables que pongan en jaque su legitimidad.
Solo el tiempo dirá si estas tensiones son pasajeras o el inicio de una transformación profunda en la familia real española.
Por ahora, el escándalo está servido, y la opinión pública observa con atención cada movimiento, cada palabra y cada gesto de quienes están llamados a representar la continuidad y estabilidad de la institución monárquica.