¡Explosión en el Camp Nou! Flick fulmina a Gil Manzano: “¿Expulsarme? ¡Menuda broma de árbitro!”
El Barça logró una victoria ajustada de 2-1 contra el Girona, pero el ambiente en el Camp Nou no fue del todo festivo.
Si bien el resultado final dejó cierto alivio, la actuación arbitral de Gil Manzano desató una tormenta de críticas y enfados, especialmente desde el banquillo blaugrana.
Hansy Flick, el entrenador del Barça, fue el protagonista involuntario de la polémica al ser expulsado en una decisión que muchos consideran injusta.
El técnico alemán no dudó en expresar su indignación en la rueda de prensa posterior, donde cargó duramente contra el colegiado y denunció un claro “robo” hacia su equipo.

El partido comenzó con un Barça dominante durante los primeros 15 minutos, coronados con un gol de Pedri que parecía presagiar una noche tranquila.
Sin embargo, la alegría duró poco.
Un golazo de chilena por parte de Witchel para el Girona puso las cosas en empate, y a partir de ese momento el equipo local perdió el control, sufriendo en defensa y sin encontrar la fluidez habitual en ataque.
La segunda parte no mejoró mucho el panorama para los culés, aunque sí lograron generar algunas oportunidades para adelantarse.
Entre ellas, una jugada polémica donde Rashford fue claramente derribado dentro del área, mereciendo penalti y expulsión para un jugador del Girona, pero Gil Manzano decidió no pitar nada.

La tensión fue en aumento cuando un gol de Kubarsí fue anulado por una supuesta falta de Eric García, una decisión que muchos calificaron de “robo escandaloso”.
Pero la gota que colmó el vaso fue la expulsión de Flick en el minuto 90.
Las imágenes muestran que el entrenador apenas hizo un gesto leve con el brazo, pero el árbitro no dudó en mostrarle la roja directa.
Esta expulsión no solo enfureció a los seguidores, sino que también significa que Flick no podrá dirigir desde el banquillo en el próximo clásico contra el Real Madrid, un golpe duro para el Barça en una temporada donde cada detalle cuenta.
En la rueda de prensa, Flick no se guardó nada.

“Intenté hablar con Gil Manzano, pero él no quiso. Si no quiere, tendré que aceptarlo”, afirmó con evidente frustración.
Además, explicó que su gesto no iba dirigido al árbitro, sino que era una forma de animar a sus jugadores.
Sin embargo, la doble amarilla fue inapelable.
El entrenador también destacó la valentía de Ronald Araujo, quien anotó el gol de la victoria en los últimos minutos y celebró con pasión, un momento que Flick describió como “fantástico” para el equipo y los aficionados.
Pero la alegría quedó empañada por la sensación de injusticia.
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Flick fue autocrítico con el rendimiento del equipo, admitiendo que no jugaron bien, que faltó presión y que la dinámica defensiva y ofensiva no fue la misma que en la temporada pasada.
Sin embargo, aseguró que la victoria era importante para la confianza del grupo.
No es la primera vez que Gil Manzano genera polémica en partidos del Barça.
El árbitro ha sido señalado por expulsiones controvertidas a grandes figuras como Messi, Neymar, Suárez o Lewandowski.
La afición y el cuerpo técnico culé sienten que existe un patrón de decisiones arbitrales que perjudican al equipo sistemáticamente.

Las redes sociales se incendiaron con críticas hacia Gil Manzano, y algunos incluso recordaron la famosa frase de Piqué: “Gil Manzano es el árbitro que más nos perjudica con diferencia”.
La comparación con otros árbitros polémicos como Del Cerro Grande o Sotogrado solo agrava la sensación de que el Barça está en el centro de una conspiración arbitral.
El acta arbitral, que será analizada en detalle en próximos vídeos y debates, no parece dejar espacio para la esperanza de que la expulsión de Flick sea revertida.
La sanción es firme y el técnico alemán tendrá que ver desde fuera uno de los partidos más importantes de la temporada.
La frustración no solo afecta a Flick, sino también a todo el cuerpo técnico y a los jugadores, que deben aprender a convivir con estas decisiones arbitrales que parecen marcar el destino de sus partidos.

La Liga, con su alto nivel competitivo, no perdona errores ni injusticias, pero cuando la balanza se inclina de forma tan evidente, la polémica está servida.
El Barça ahora debe centrarse en preparar el choque europeo contra el Olympiacos y, sobre todo, el clásico contra el Real Madrid sin su entrenador principal en el banquillo.
La presión aumenta y las expectativas también.
Mientras tanto, Flick ya ha dejado claro que no se silenciará ante lo que considera un atropello.
Su gesto desafiante y sus palabras contundentes son un aviso para el Comité Técnico de Árbitros y para Gil Manzano: la paciencia tiene un límite, y la afición blaugrana exige justicia.
Este episodio recuerda a otras épocas donde el Barça tuvo que luchar no solo contra rivales en el campo, sino también contra decisiones arbitrales polémicas que marcaron temporadas enteras.
Ahora, con Flick al mando, el equipo parece decidido a no callar y a denunciar públicamente lo que consideran un trato injusto.
En definitiva, la expulsión de Flick es mucho más que una simple tarjeta roja.
Es un símbolo de la batalla constante que vive el Barça en esta Liga, una lucha que va más allá del césped y que pone en jaque la credibilidad del arbitraje en el fútbol español.
El Camp Nou y sus seguidores esperan que esta polémica sirva para abrir un debate serio sobre la calidad y la imparcialidad del arbitraje, y que no vuelva a repetirse una situación tan bochornosa como la vivida en este partido.
Por ahora, solo queda que el Barça siga adelante, que Flick se prepare para el desafío de ver el clásico desde la grada, y que Gil Manzano reflexione sobre sus decisiones, porque en el fútbol, más que nunca, la justicia debe prevalecer.