Federación Española responde con contundencia: “El Barça cruzó la línea con Yamal y la selección no se lo va a permitir”
La polémica en torno a Lamine Yamal y el FC Barcelona ha recibido una respuesta oficial y firme por parte de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
En un comunicado difundido ampliamente, la federación ha expresado su “gran asombro” y “profunda preocupación” por la forma en que el club blaugrana manejó la lesión del joven delantero, que derivó en su exclusión del combinado nacional durante el parón de noviembre.
La RFEF ha calificado como “irresponsable” la gestión del FC Barcelona, criticando especialmente la falta de comunicación previa con el equipo médico de la selección, un requisito básico para garantizar la salud y el bienestar del jugador.
El problema central radica en que el Barça realizó un tratamiento invasivo de radiofrecuencia el mismo día que comenzaba la concentración de la selección, sin informar ni coordinarse con los médicos nacionales.

Para la federación, esta acción no solo es una falta de respeto institucional sino un claro incumplimiento del principio de cooperación profesional entre clubes y selecciones, vital para la planificación y prevención de riesgos en jugadores internacionales.
El comunicado subraya que, aunque no cuestiona las intenciones del Barcelona, lamenta la falta de transparencia y la contradicción generada, ya que la selección había convocado a Yamal tras recibir el visto bueno del club sobre su estado físico.
Esta falta de coordinación obligó al cuerpo técnico y médico de la selección a modificar sus planes de última hora, generando un desorden que podría haberse evitado con un diálogo fluido y respetuoso.
La RFEF ha anunciado que revisará sus protocolos internos para mejorar la comunicación con los clubes, tanto nacionales como internacionales, para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.
En definitiva, la federación reclama que cualquier procedimiento médico que afecte a jugadores internacionales debe realizarse bajo supervisión conjunta y con información clara y oportuna para preservar la integridad física y deportiva del futbolista.

Este episodio ha puesto en evidencia la creciente tensión entre uno de los clubes más poderosos del mundo y la institución que representa a la selección española, tensiones que podrían tener consecuencias a largo plazo si no se resuelven con diálogo y respeto mutuo.
En paralelo, la opinión pública y los aficionados siguen atentos a la evolución del conflicto, conscientes de que la imagen de la selección y el desarrollo de jóvenes talentos como Yamal están en juego.
El caso también ha suscitado debates sobre la autonomía de los clubes versus la autoridad de las federaciones nacionales, un dilema recurrente en el fútbol moderno que requiere soluciones claras y consensuadas.
Mientras tanto, Lamine Yamal permanece fuera de la selección, en medio de una disputa que ha trascendido lo deportivo para convertirse en un conflicto institucional de gran magnitud.
La federación ha dejado claro que la prioridad es la salud y la protección del jugador, y que no tolerará actuaciones que pongan en riesgo estos principios fundamentales.

Este comunicado oficial de la RFEF marca un punto de inflexión en la crisis y envía un mensaje contundente al FC Barcelona y a otros clubes sobre la importancia de respetar los protocolos y la autoridad médica de las selecciones nacionales.
En un momento en que el fútbol español busca consolidar su proyecto rumbo al Mundial 2026, mantener la unidad y la cooperación entre clubes y selección es más vital que nunca.
El desenlace de esta disputa podría definir no solo la carrera de Yamal, sino también las reglas del juego para la gestión médica y deportiva de los futbolistas internacionales en España.
El Barça, por su parte, deberá responder a esta crítica pública y demostrar su compromiso con la transparencia y la colaboración para evitar un daño mayor a su imagen y relaciones institucionales.
Así, la federación no solo defiende la integridad de la selección, sino que también protege el futuro de sus jugadores y el prestigio del fútbol nacional.
En conclusión, la RFEF ha dejado claro que no permitirá que “la sombra de la descoordinación y la falta de respeto” empañe el trabajo conjunto que debe existir entre clubes y selecciones, y que la salud del jugador está por encima de cualquier interés particular.