FIFA irrumpe con decisión urgente tras el escándalo arbitral en Barcelona-Sevilla: ‘La justicia no es negociable, ni para los grandes ni para nadie’
El partido entre Barcelona y Sevilla, disputado en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán y que terminó con una derrota 4-1 para el conjunto catalán, no solo dejó un marcador doloroso, sino que desató una tormenta de críticas por el arbitraje.
La actuación del árbitro Muñiz Ruiz fue calificada como la peor de la temporada por la cuenta especializada Archivo Bar, con una nota de cero sobre diez, un dato alarmante que no pasó desapercibido para la FIFA.
En un comunicado oficial, la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) expresó su profunda preocupación por la serie de errores arbitrales que marcaron el desarrollo del encuentro, señalando que estos no fueron simples equivocaciones aisladas, sino decisiones desequilibradas que perjudicaron directamente al Barcelona.
La FIFA subrayó que el penalti concedido al Sevilla en el minuto 14, tras una supuesta falta de Ronald Araujo que en realidad no existió, fue un claro ejemplo de fallo en la aplicación del VAR.

Las repeticiones mostraron que el jugador sevillista simuló la caída y que el sistema de videoarbitraje debería haber corregido la decisión, pero inexplicablemente la confirmó, lo que la FIFA calificó como un “fallo en la tecnología aplicada en el fútbol español”.
Además, el segundo gol del Sevilla, obra de Isaac Romero, estuvo precedido por una falta clara sobre un jugador del Barcelona en el centro del campo que el árbitro decidió ignorar.
La FIFA destacó que el juez asistente tuvo una posición óptima para observar la infracción, pero no informó al árbitro principal, lo que evidenció una grave falta de comunicación en el cuerpo arbitral.
El comunicado también hizo hincapié en la falta de equilibrio y coherencia del árbitro durante todo el partido, que generó una pérdida de confianza entre los jugadores y el cuerpo técnico del Barcelona.
La FIFA destacó que el fútbol no puede regirse por la improvisación, sino por la responsabilidad y el equilibrio, elementos que brillaron por su ausencia en este encuentro.

La repercusión de estos errores no se limitó a España.
La FIFA señaló que la indignación y las críticas trascendieron fronteras, llegando a medios internacionales y generando preocupación sobre la reputación del arbitraje español, que históricamente fue considerado uno de los mejores del mundo.
Ante esta situación, la FIFA ha exigido a la Federación Española de Fútbol un informe completo sobre el desempeño del árbitro Muñiz Ruiz, incluyendo grabaciones de audio y video del VAR durante el partido.
También solicitó explicaciones formales sobre la gestión del encuentro y advirtió que no tolerará negligencias que pongan en riesgo la justicia en las competiciones locales.
En un apartado destacado, la FIFA reconoció que el Barcelona ha sido víctima de perjuicios arbitrales repetidos en los últimos años, tanto en competiciones nacionales como europeas.

El comunicado afirmó que el club catalán, símbolo del fútbol moderno y con una historia legendaria, merece un trato justo y respetuoso en todas las competiciones.
La Comisión Internacional de Arbitraje, dependiente de la FIFA, anunció que abrirá una revisión exhaustiva del arbitraje en las principales ligas europeas, con especial atención a los casos que han afectado a equipos como el Barcelona.
Se analizará el funcionamiento del VAR en España y se comparará con los estándares internacionales para garantizar imparcialidad y precisión.
Además, la FIFA lanzó una crítica directa al sistema arbitral español, calificando el nivel actual como muy por debajo del estándar exigido.
Instó a la Federación Española a revisar los criterios de selección y formación de árbitros, implementando normas más rigurosas y transparentes para recuperar la confianza de los aficionados.

El mensaje final del comunicado fue claro y contundente: “El fútbol nació para ser un símbolo de justicia e igualdad. Cuando uno de sus clubes más grandes siente que la equidad ha desaparecido, se enciende una alarma que debe escucharse en todo el mundo.”
La FIFA reafirmó que no permanecerá impasible ante la repetición de errores que afectan a cualquier equipo y que la integridad del juego está por encima de todo.
Este pronunciamiento de la FIFA representa un punto de inflexión en la crisis arbitral que vive La Liga.
La presión internacional sobre la Federación Española y su Comité de Árbitros aumenta, y el Barcelona recibe un respaldo importante que puede traducirse en cambios profundos en el sistema.
Mientras tanto, el club catalán busca recuperarse en el terreno deportivo, enfrentando la acumulación de partidos y el desgaste físico señalado por jugadores como Frenkie De Jong, quien atribuyó parte de la derrota al cansancio por la intensa agenda.

Además, el Barcelona sigue atento al mercado de fichajes para reforzar su plantilla, con interés renovado en jóvenes talentos como Eteta Eong.
La intervención de la FIFA también pone en evidencia la necesidad de modernizar y profesionalizar el arbitraje español para evitar que episodios como el vivido en Sevilla dañen la credibilidad del fútbol nacional y europeo.
En definitiva, la decisión urgente de la FIFA no solo defiende al Barcelona, sino que busca preservar la esencia del fútbol: la justicia, la igualdad y la emoción genuina que solo un juego limpio puede ofrecer a jugadores y aficionados por igual.
El futuro del arbitraje en La Liga está en juego, y la mirada del mundo está puesta en España.
La pregunta ahora es si las autoridades locales responderán con la seriedad y transparencia que exige la situación, o si esta crisis seguirá minando la confianza en uno de los campeonatos más prestigiosos del planeta.