¡Drama en la Selección! Luis de la Fuente se Lava las Manos y Echa la Culpa a Flick y al Barça: ¿Incompetencia o Mala Fe? “Claro, la culpa siempre es de otro…”
El fútbol español vive un momento tenso y dramático tras la lesión de Lamine Yamal, una de las promesas más brillantes del FC Barcelona y del fútbol mundial.
Lo que debería ser una noticia aislada se ha convertido en un escándalo de grandes proporciones debido a las declaraciones cruzadas entre Luis de la Fuente, entrenador de la selección española, el técnico Flick y el propio club blaugrana.
La polémica comenzó cuando Hansy Flick, seleccionador español, reveló en rueda de prensa que Lamine Yamal llegó a la selección con molestias físicas y que, a pesar de ello, fue obligado a jugar los dos partidos de clasificación para el Mundial con la ayuda de analgésicos.
Según Flick, en vez de darle el descanso necesario para recuperarse, se le presionó para que disputara casi 75 minutos en cada encuentro, poniendo en riesgo su salud y futuro deportivo.

Esta acusación directa hacia la Real Federación Española y Luis de la Fuente prendió la mecha de un conflicto que rápidamente escaló en intensidad.
Sin embargo, la respuesta oficial por parte de Luis de la Fuente no se hizo esperar, aunque fue más bien una evasiva que una explicación clara.
La federación comunicó a la prensa que no habían recibido ninguna notificación oficial del Barça sobre las molestias de Lamine y que, si hubieran tenido conocimiento, el jugador no habría participado en los partidos.
Este argumento, lejos de calmar las aguas, levantó aún más sospechas y críticas.
¿Cómo es posible que se administraran analgésicos a un jugador del que supuestamente no se sabía que estaba lesionado?

¿No debería ser obvio para el equipo médico y los entrenadores que un futbolista que no entrena y necesita medicamentos está en condiciones cuestionables?
El periodista Alfredo Martínez, conocido por su cobertura del Barça, fue uno de los primeros en denunciar la incoherencia de la versión oficial.
Martínez señaló que la federación parece estar intentando escurrir el bulto y que la excusa de “no saber” es simplemente inaceptable.
“¿Cómo no se dieron cuenta? ¿Acaso no vieron que Lamine no entrenaba y que tenía que tomar analgésicos? Esto no es solo negligencia, es una falta de respeto hacia el jugador y hacia los aficionados”, afirmó con contundencia.
Para muchos, la situación recuerda a casos anteriores donde la selección española ha sido criticada por la gestión de sus jóvenes talentos.

Pedri y Gavi, otros dos jugadores clave del Barça, también han sufrido lesiones que algunos atribuyen a la sobrecarga y a la mala planificación de sus participaciones internacionales.
Ahora, con Lamine Yamal fuera de combate para los próximos partidos importantes, la preocupación crece sobre cómo se están cuidando a estos futbolistas que son el futuro del fútbol español.
La polémica no solo afecta a los jugadores y entrenadores, sino que también pone en entredicho la relación entre el FC Barcelona y la Real Federación Española.
El club blaugrana, que siempre ha mostrado preocupación por el estado físico de sus jugadores, parece haber sido ignorado o desoído por la federación, que insiste en que no recibió información oficial sobre las molestias de Lamine.
Este tira y afloja de responsabilidades ha generado un fuerte malestar en la afición culé y en expertos del deporte, que exigen una mayor transparencia y un compromiso real con la salud de los futbolistas.

“No se trata solo de ganar partidos o clasificarse para el Mundial. Se trata de proteger a los jugadores, especialmente a los más jóvenes, que tienen toda una carrera por delante”, comenta un especialista en medicina deportiva.
Además, la situación ha abierto un debate más amplio sobre el calendario internacional y la presión que sufren los jugadores durante los parones de selecciones.
Muchos consideran que las convocatorias en momentos delicados de la temporada, como el inicio de la Liga, son perjudiciales y que la federación debería ser más flexible para evitar lesiones evitables.
Luis de la Fuente, por su parte, se ha mantenido en una postura defensiva, evitando dar explicaciones directas y delegando en sus colaboradores la tarea de responder a los medios.
Esta actitud ha sido duramente criticada por quienes esperan liderazgo y responsabilidad de quien está al mando de la selección española.
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La lesión de Lamine Yamal no solo implica la baja de un jugador fundamental para el Barça y la selección, sino que también ha puesto al descubierto las tensiones internas y la falta de coordinación entre las diferentes partes involucradas en el fútbol español.
El drama está servido y las repercusiones podrían ser profundas si no se toman medidas para evitar que situaciones similares vuelvan a ocurrir.
En definitiva, la historia de Lamine Yamal se ha convertido en un claro ejemplo de cómo la gestión deportiva puede afectar directamente la carrera de un joven talento y la imagen de una selección que necesita unidad y profesionalismo.
Mientras tanto, los aficionados solo pueden esperar que los responsables asuman sus errores y que el futuro de la estrella culé no se vea comprometido por decisiones cuestionables y conflictos de poder.
¿Será esta polémica el punto de inflexión para mejorar la coordinación entre clubes y selección?

¿O seguiremos viendo cómo jugadores jóvenes son sacrificados en el altar de intereses que poco tienen que ver con su bienestar?
Solo el tiempo lo dirá, pero por ahora, la sombra de la lesión de Lamine Yamal sigue pesando sobre el fútbol español.
En resumen, la lesión de la joven promesa ha destapado una olla a presión llena de reproches y excusas que solo beneficia a nadie.
Luis de la Fuente y la Real Federación deben dejar de buscar culpables externos y asumir la responsabilidad que les corresponde.
Porque, al final, la verdadera víctima es Lamine Yamal y el fútbol español que necesita cuidar a sus joyas con respeto y profesionalidad.