¡Messi, el eterno ícono que ni la Casa Blanca ni la FIFA pueden ignorar! – Mientras Cristiano visita, Infantino le lanza un mensaje que pone a España en jaque
La visita de Cristiano Ronaldo a la Casa Blanca generó titulares y especulaciones, pero fue el mensaje del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, sobre Lionel Messi lo que realmente captó la atención del mundo futbolístico.
Infantino dedicó palabras cargadas de admiración y respeto hacia Messi, destacando no solo su calidad deportiva sino el impacto cultural y social que ha tenido en el fútbol mundial, especialmente tras su llegada a la Major League Soccer (MLS) en Estados Unidos.
El dirigente recordó cómo Messi pudo haber jugado para España, dado que posee doble nacionalidad, pero que gracias a una estrategia bien planificada por la selección argentina y su entrenador José Pekerman, el “D10S” se mantuvo fiel a la Albiceleste, donde ha escrito una historia gloriosa desde 2005.
“Messi es el mejor jugador de la última década y quizá más,” afirmó Hans-Dieter Flick, entrenador del Barcelona, quien también destacó el profesionalismo y la calidad del argentino, aunque aclaró que entrenarlo no es asunto suyo actualmente.
Por su parte, Joan Laporta, presidente del Barça, fue claro y realista: “El regreso de Messi como jugador no es algo que esté sobre la mesa.”
Laporta explicó que Messi tiene contrato con Inter Miami y que el club estadounidense está construyendo un proyecto sólido para el presente y futuro, dejando claro que el Barcelona apuesta por un nuevo ciclo basado en juventud y renovación.
Pero fue Infantino quien se llevó todas las miradas con un discurso que parecía una declaración oficial sobre la leyenda viva del fútbol.
“Estoy deseando ver a Messi en su sexto Mundial. No es solo un logro, es un capítulo de la leyenda,” dijo, resaltando que la presencia del argentino otorga a cualquier torneo un significado especial y único.
El presidente de la FIFA destacó cómo Messi ha transformado la MLS, elevando la asistencia a los estadios, duplicando la audiencia televisiva y convirtiendo a Inter Miami en una marca global.
“Messi no solo cambió la imagen deportiva, sino que cambió la cultura futbolística en un país donde el fútbol no era el deporte rey,” añadió Infantino, subrayando que el argentino se ha convertido en un verdadero embajador del deporte a nivel mundial.
Además, resaltó el impacto humano de Messi, señalando que millones de niños en Estados Unidos han comenzado a jugar fútbol inspirados por él, lo que constituye un legado invaluable para el futuro del deporte.
“Messi no juega por los números, los números lo persiguen,” concluyó Infantino, enfatizando la pasión, creatividad y determinación que siguen definiendo al jugador a pesar de su edad.
Mientras tanto, en Barcelona, el ambiente es de aceptación y renovación.
Laporta insiste en que el club debe mirar hacia adelante y construir un proyecto sólido con jóvenes talentos, dejando atrás la nostalgia por el pasado.
El entrenador Flick también habló sobre la joven promesa Lamine Yamal, reconociendo su esfuerzo y la importancia de cuidarlo para que pueda crecer sin las presiones que sufren las grandes estrellas.
Este contraste entre el mensaje de la FIFA y la postura del Barça refleja la realidad actual del fútbol: la leyenda de Messi sigue más viva que nunca, pero el futuro pertenece a nuevas generaciones y proyectos que buscan reinventarse.
En conclusión, mientras Cristiano visita la Casa Blanca y mantiene su aura mediática, Messi recibe un reconocimiento global que reafirma su estatus como uno de los más grandes de todos los tiempos, un símbolo que va mucho más allá de las rivalidades y los clubes.
El mundo del fútbol observa atento, porque la historia de Messi aún tiene capítulos que escribir y su influencia seguirá marcando generaciones.
