Risto Mejide lanza un ultimátum a Pedro Sánchez: “O dimites o asumes tu incompetencia”
Pedro Sánchez ha vuelto a decepcionar, y esta vez ha sido Risto Mejide quien ha expresado su descontento de manera clara y contundente.
El conocido presentador de “Todo es mentira” no ha dudado en lanzar una crítica feroz hacia el presidente del Gobierno tras la reacción oficial ante el escándalo que terminó con la dimisión de Santo Cerdán.
Mejide ha acusado a Sánchez de postureo insultante y de no asumir ninguna responsabilidad real frente al informe demoledor de la Guardia Civil que ha sacudido al Partido Socialista.
En sus palabras, la falta de liderazgo y la incapacidad para controlar a sus colaboradores son evidentes.
“No estás asumiendo nada si no dimites”, ha sentenciado Risto, dejando claro que, en su opinión, Sánchez ha fracasado tanto en la elección de sus colaboradores como en la supervisión de sus comportamientos.
“El presidente tenía que elegir buenos secretarios de organización y no lo hizo, y también tenía que supervisar para que se comportaran decentemente, y tampoco lo supo hacer”, escribió Mejide en su cuenta de X, la red social anteriormente conocida como Twitter.
Su conclusión es tajante: “O dimites y asumes tu incompetencia o te estás riendo de los ciudadanos. Ni perdón ni leches”.
Estas palabras reflejan la frustración de muchos españoles que ven cómo la clase política evade responsabilidades.
Las declaraciones de Risto llegan justo después de que Pedro Sánchez compareciera desde La Moncloa para anunciar una auditoría externa y una reestructuración del Partido Socialista, en un intento por salvar la imagen tras la caída de Santo Cerdán.
Sin embargo, las palabras del presidente no han convencido a nadie.
La opinión pública, y especialmente figuras como Mejide, consideran que son gestos insuficientes que no abordan el problema de fondo: la falta de control y la corrupción dentro del partido.
“¿De qué sirve reestructurar y auditar si quien dirige y lidera no se entera de lo que hacen sus más directos colaboradores?”, cuestiona Mejide, quien añade con ironía: “Nos mean y dicen que llueve”.
El presentador no solo critica la gestión, sino también la sobreactuación de Sánchez en su discurso público.
“Somos mayorcitos ya para numeritos de contrición”, afirmó, subrayando que la situación no se arregla con maquillajes ni lágrimas falsas, sino con asumir la realidad y tomar decisiones firmes.
El mensaje de Risto Mejide ha tenido un impacto inmediato, acumulando miles de reacciones en redes sociales y generando un terremoto político en pleno prime time televisivo.
Esta indignación refleja un hartazgo creciente en la sociedad española, que observa con escepticismo cómo el presidente intenta tapar un escándalo de corrupción con gestos vacíos y maniobras de distracción.
Mientras Pedro Sánchez se parapeta tras auditorías y promesas de cambios, la televisión y la calle le gritan que el tiempo del perdón ya ha pasado y que la ciudadanía exige responsabilidades concretas.
La crisis política que atraviesa el PSOE pone en evidencia la fragilidad del liderazgo de Sánchez y la necesidad urgente de una renovación profunda que recupere la confianza perdida.
Risto Mejide representa así la voz de una parte importante de la población que no está dispuesta a aceptar excusas ni medias tintas ante casos de corrupción y mala gestión.
El ultimátum lanzado por el comunicador marca un punto de inflexión en el debate público, poniendo sobre la mesa la pregunta clave: ¿Está Pedro Sánchez dispuesto a asumir las consecuencias de sus errores o seguirá aferrándose al poder?
En un momento en que la política española vive una intensa turbulencia, la presión sobre el presidente y su partido no deja de crecer, y las próximas semanas serán decisivas para definir el rumbo del Ejecutivo.
La respuesta de Sánchez a este desafío será observada con lupa por la opinión pública, los medios y los propios actores políticos, que buscan señales claras de cambio y responsabilidad.
En definitiva, el ultimátum de Risto Mejide no solo es un llamado a la dimisión, sino también una crítica profunda al estilo de liderazgo y a la cultura política que ha permitido que la corrupción prolifere sin consecuencias.
Este episodio pone en evidencia la necesidad de un compromiso real con la transparencia y la ética, valores que la ciudadanía demanda urgentemente en estos tiempos convulsos.
Mientras tanto, el presidente sigue enfrentando una creciente ola de críticas y una pérdida de credibilidad que amenaza con desgastar aún más su mandato.
El escenario político se complica y la presión por un cambio verdadero se intensifica, con voces como la de Risto Mejide que no están dispuestas a callar.
La historia de este ultimátum apenas comienza, y su desenlace podría marcar un antes y un después en la política española contemporánea.
