En un mundo lleno de desafíos y adversidades existe una fuerza inspiradora que puede romper cualquier barrera y trascender las limitaciones físicas que la realidad impone a los seres humanos.

En ocasiones la vida nos presenta historias que nos conmueven y nos inspiran profundamente recordándonos la fragilidad de la existencia y la potencia de los sueños cuando se persiguen con el corazón puro de la infancia.

Historias de niños llenos de luz que lucharon valientemente contra enemigos invisibles y devastadores pero cuyo tiempo en este mundo fue lamentablemente demasiado corto para todo el talento que tenían por ofrecer.

Si bien el tiempo de Iraila Latorre fue breve su espíritu vivirá eternamente en cada nota que cantó y en el amor incondicional que compartió con todos aquellos que tuvieron la fortuna de cruzar su camino o escuchar su voz.

Su historia tocó el corazón y la fibra sensible de miles de personas no solo en España sino en el mundo entero quienes la vieron actuar y cantar como los ángeles sobre el escenario de La Voz Kids.

Iraila la niña que sedujo con su voz y su carisma a artistas de la talla de David Bisbal Malú y Rosario Flores falleció tras luchar incansablemente contra el cáncer durante su participación en el distinguido programa de talentos dejando un vacío irremplazable en la música y en la televisión.

Pese a su extrema juventud siempre tuvo claro que quería dedicarse al mundo de la canción y así lo manifestaba con una seguridad impropia de su edad.

Basta con ver cómo se definía ella misma en su perfil de Facebook donde con orgullo se titulaba como cantante pop soprano demostrando que su identidad estaba intrínsecamente ligada al arte sonoro.

Por eso el día de su décimo primer cumpleaños cuando le dieron la noticia de que había sido seleccionada para participar en las audiciones a ciegas de La Voz Kids no pudo recibir mejor regalo que la oportunidad de brillar bajo los reflectores.

Su sueño de cantar ante millones de espectadores se materializó de una forma mágica convirtiéndose en el capítulo más brillante de su corta pero intensa biografía.

Iraila Latorre fue una cantante infantil española que saltó a la fama en el año 2014 gracias a su conmovedora interpretación del tema Diamonds de la artista internacional Rihanna.

Su participación en la primera edición en España del show de talento emitido por la cadena Telecinco no fue solo una actuación más sino un momento televisivo que quedó grabado en la retina de la audiencia.

La niña al ser seleccionada expresó con una inocencia desbordante que fue muy especial cuando le comunicaron que estaba dentro de las audiciones a ciegas.

Confesó la pequeña artista que verse entre las seleccionadas fue una emoción indescriptible.

Cuando vio entrar a Tania fue un momento súper lindo y muy emocionante según recogen los archivos de la web de Telecinco.

Sin embargo detrás de las luces el vestuario y los aplausos se escondía una tragedia que se desarrollaba en silencio y que pronto conmocionaría a todo el país.

Estando en emisión el programa Iraila fallece con tan solo 11 años de edad a consecuencia del cáncer que le habían diagnosticado en el año 2009 y contra el que luchó como una verdadera guerrera durante cuatro años siete meses y cinco días.

Durante este largo y doloroso periodo la pequeña tuvo que compaginar el estricto protocolo de tratamiento médico que incluía sesiones de quimioterapia y radioterapia con su vida cotidiana y sus pasiones.

Se sometió a un trasplante de médula ósea a dos intervenciones quirúrgicas mayores y a dos tratamientos experimentales en un intento desesperado por detener el avance de la enfermedad.

Lo verdaderamente asombroso y que demuestra la fortaleza de su carácter es que nunca dejó de lado sus clases de canto piano y baile.

Para Iraila la música no era solo un pasatiempo sino su refugio y su terapia la boya que la mantenía a flote en medio de la tormenta médica que atravesaba.

Sus padres y amigos inspirados por su lucha y conscientes de la necesidad de apoyar la ciencia decidieron crear la Asociación Nacional Iraila una iniciativa destinada a la financiación de la investigación del cáncer infantil para que otros niños no tuvieran que pasar por lo mismo.

El 11 de junio de 2014 se convirtió en una fecha negra para la música infantil.

Hija de Juan Latorre y Amparo Ruiz Iraila ya desde los dos años mostraba un apasionado interés por las artes escénicas.

Este amor por el escenario no era casualidad pues lo heredaba de su padre quien es actor y le transmitió el respeto y la pasión por el mundo de la interpretación y la música.

Desde muy pequeña se marcó el objetivo claro de ser cantante y actriz y trabajó duro para conseguirlo a pesar de las limitaciones que su salud le imponía.

Iraila estudiaba y recibía clases de canto y piano formando parte de una agrupación coral donde su voz destacaba por su dulzura y potencia.

Simultáneamente reforzaba su formación de canto durante dos años y asistía a clases de baile en Valencia demostrando ser una artista completa y disciplinada.

Además su afán de superación la llevó a asistir a tres cursos intensivos de verano de artes escénicas en la Casa de la Cultura de Picassent.

En el año 2013 recibió clases de técnica vocal en el centro de la voz y el lenguaje de Tania Centeno perfeccionando su instrumento natural para estar lista cuando llegara su gran oportunidad.

Lamentablemente el destino tenía planes crueles pues en agosto de 2009 le fue diagnosticado un neuroblastoma estado 4 de alto riesgo un tipo de cáncer infantil del sistema nervioso sumamente agresivo y difícil de tratar.

A pesar de que se trató con todas las herramientas disponibles la enfermedad no remitió.

Iraila pasó por todo lo que dictan las pautas médicas para este tipo de cáncer incluyendo las dos intervenciones quirúrgicas mencionadas y el trasplante de médula ósea realizado en el año 2010.

Posteriormente se sometió a dos tratamientos experimentales más que desgraciadamente no dieron el resultado esperado.

La noticia de su fallecimiento causó una ola de dolor y solidaridad que inundó las redes sociales y los medios de comunicación.

En un homenaje póstumo el programa La Voz Kids se convirtió en lo más mencionado en Twitter acaparando la conversación digital con un 89% de los mensajes y más de 284 mil comentarios referidos al espacio y a la pequeña cantante.

La coach Malú visiblemente afectada puso en su cuenta de Facebook varias fotos en las que se la veía compartiendo momentos con la pequeña Iraila acompañadas de un mensaje desgarrador donde expresaba que era una tristeza tan grande y que ni ella ni nadie merecía pasar por un sufrimiento así.

Malú destacó que Iraila se fue cumpliendo su mayor sueño y aseguró que hoy esté donde esté continuará brillando con la misma luz que desprendía en el escenario.

David Bisbal otro de los coaches del programa comentó que fue una gran actuación y un orgullo haber compartido momentos con Iraila enviando de nuevo todo su apoyo a la familia y a los seres queridos en esos momentos de oscuridad.

Rosario Flores por su parte también escribió palabras llenas de sentimiento recordando a su Iraila preciosa cantando en las batallas con esa ilusión que la caracterizaba.

Para Rosario la niña se había convertido ya en un ángel que nos ilumina con mucha fuerza desde el cielo.

También a través de internet uno de los compañeros de Iraila en el concurso el talentoso Raúl El Balilla difundió un video conmovedor en recuerdo de su amiga.

En el video le canta un fandango dedicado a su familia con una letra que encogió el corazón de todos los que lo escucharon.

En su cante decía que si ve una estrella en el cielo esa estrella será la de ella y le dedicaba la canción con todo su amor.

Raúl expresó que su partida había sido una cosa inesperada y dolorosa pues para él Iraila era una amiga y una compañera excepcional.

La describió como una muy buena persona y lamentó profundamente que se hubiera ido una de las voces más buenas y prometedoras de La Voz Kids.

Su sincero pésame fue dirigido a toda la familia Latorre Ruiz reafirmando que si mira al cielo y ve una estrella brillante sabrá que es Iraila cuidándolos.

El sueño de Iraila era sencillo pero poderoso ser cantante que la gente la conociera y que al ir por la calle le pidieran un autógrafo reconociendo su arte.

La familia de Iraila fue la encargada de comunicar su fallecimiento a través de las redes sociales en un comunicado que destrozó las esperanzas de quienes seguían su evolución.

Su familia ha contado durante todo este tiempo con el apoyo incondicional de Aspanion la asociación de padres con niños con cáncer cuya misión fundamental es la acogida y la atención integral durante todo el proceso de la enfermedad y tras ella tanto de los niños afectados como de sus familias.

La labor de esta asociación fue vital para sostener emocionalmente a los padres de Iraila durante los años de lucha y los momentos finales.

La idea detrás de la creación de la Asociación Nacional Iraila es transformar el dolor en acción ayudando a otros niños que siguen luchando contra este padecimiento cruel.

Aunque Iraila ya no está físicamente con nosotros su legado vive y palpita en cada nota que cantó y en cada sonrisa que iluminó nuestras pantallas de televisión.

Su espíritu resiliente nos enseñó una lección que no debemos olvidar y es que la música puede ser un faro de esperanza y consuelo incluso en los momentos más oscuros y desesperados.

Hoy recordamos a esta hermosa niña no con la tristeza de la pérdida sino como una estrella brillante en el firmamento musical que nos regaló su talento sin reservas.

Su pasión será siempre recordada y su historia continuará inspirando a otros niños y adultos a seguir sus sueños sin importar las circunstancias y a abrazar la vida con gratitud y valentía.

La interpretación de Diamonds de Rihanna por parte de Iraila adquirió un nuevo significado tras su partida.

La letra que habla de brillar como un diamante en el cielo parece haber sido una premonición de su destino final.

Cada vez que suena esa canción es inevitable recordar a la niña de ojos vivaces y voz potente que se paró en el escenario de La Voz Kids decidida a comerse el mundo.

Su paso por el programa no fue solo un concurso fue la culminación de un deseo ferviente de ser escuchada y admirada por su talento y no compadecida por su enfermedad.

Iraila logró que el público viera a la artista antes que a la paciente y ese fue su mayor triunfo.

La valentía de sus padres al permitir que se emitieran las imágenes de su participación tras su fallecimiento fue un acto de generosidad que permitió al mundo ser testigo de la magia de su hija.

Fue una decisión difícil pero necesaria para honrar la memoria de quien soñó con ese momento toda su vida.

El impacto de su historia sirvió también para visibilizar la realidad del cáncer infantil una enfermedad que no distingue clases sociales ni talentos y que requiere de mucha más investigación y recursos.

La Asociación Nacional Iraila sigue trabajando día a día organizando eventos benéficos conciertos y actividades para recaudar fondos que se destinan íntegramente a proyectos de investigación científica.

De esta manera la voz de Iraila sigue sonando no solo en las grabaciones que dejó sino en la esperanza de curación que su nombre representa para otros niños.

Es un milagro ver cómo del dolor más profundo puede surgir una iniciativa tan llena de amor y solidaridad.

Iraila nos enseñó que la vida no se mide en años sino en la intensidad con la que se vive y en el amor que se deja en los demás.

Su paso por la tierra fue fugaz como una estrella fugaz pero su estela es imborrable.

Los coaches del programa a pesar de estar acostumbrados a ver pasar a cientos de talentos quedaron marcados para siempre por la dulzura y la fuerza de esta pequeña valenciana.

La música tiene el poder de unir corazones y en el caso de Iraila unió a todo un país en un abrazo virtual de despedida.

Recordarla es mantener viva la llama de la inocencia y la pasión por el arte.

En cada niño que canta en su habitación soñando con llenar estadios hay un poco de Iraila.

En cada paciente oncológico que se levanta cada día dispuesto a dar batalla hay un reflejo de su coraje.

La vida de Iraila Latorre es un testimonio de que los ángeles a veces bajan a la tierra para enseñarnos a valorar lo que realmente importa.

Su risa su voz y su mirada transparente siguen presentes en la memoria colectiva.

Aspanion y la asociación que lleva su nombre son los guardianes de su legado asegurándose de que su lucha no haya sido en vano.

Mientras haya música mientras haya niños soñando y mientras haya personas dispuestas a ayudar al prójimo Iraila seguirá viva.

Su historia es triste pero también es hermosa porque está llena de amor familiar de superación personal y de la magia inigualable de la música.

Descansa en paz pequeña estrella tu luz nunca se apagará y tu voz seguirá resonando en el eco de la eternidad recordándonos que somos diamantes en el cielo.