El gremio artístico de Santander se encuentra profundamente conmocionado tras confirmarse que la víctima fatal del accidente ocurrido el pasado 8 de noviembre en el sector Los Troncos de Piedecuesta fue Jhon Freddy Martínez, actor local de 39 años.
El siniestro, que quedó grabado en video, mostró el momento exacto en que el motociclista, que se desplazaba en una moto de placa ALM 94C, cruzó el semáforo en rojo y fue impactado de frente por una camioneta blanca.
El fuerte choque lanzó al actor varios metros por los aires antes de caer violentamente contra el pavimento.
A pesar de ser trasladado de urgencia a la Clínica Piedecuesta, llegó sin signos vitales y los médicos no pudieron hacer nada por salvarle la vida.
Jhon Freddy Martínez era mucho más que un rostro conocido en las producciones audiovisuales de la región.
Desde su llegada a Bucaramanga, había conquistado al público con su carisma y su entrega total al arte.
Una de sus participaciones más recordadas fue en la serie inspirada en la “Pequeña Manhattan”, donde interpretó al personaje que vaticinaba la primera estrella del Atlético Bucaramanga.
Esa actuación lo convirtió en un símbolo de la pasión futbolera santandereana y le abrió puertas en el medio local.
Su trayectoria abarcaba tanto el cine independiente como la televisión regional y el teatro.
En los últimos meses había trabajado como asistente de producción en la película “Luis Tercero (La Contrabanda)”.
Antes, había formado parte de series como “Ni Un Paso Atrás” del Canal TRO, “Proyecto Final” de Luis José Gálviz, “Sala de Espera” de Guane Films y “Índigos” del Colectivo Exprésarte de Aguachica, Cesar.
En las tablas dejó huella con montajes como “Lío de Pantalones” de Primos Jiménez, “La Dalia Negra” de Arte en Tablas, “En busca de la Llorona” de AndyCo Producciones y “Más que todo”.
Su formación artística comenzó en la Academia Dasvian, donde forjó una amistad inquebrantable con su director Wilfreth Dasvian.
Allí dio sus primeros pasos en el teatro callejero, disciplina que marcó su estilo espontáneo y cercano al público.
Paralelamente, participó en numerosos cortometrajes producidos por estudiantes de la Universidad Autónoma de Bucaramanga (UNAB) y del SENA, institución donde cursaba estudios al momento de su muerte.
Entre sus trabajos más destacados figuran “La Maldición del Monte” de Derly Santiago, “Caminando entre Lobos” de Wilfreth Dasvian, “Portarretrato de un Instante Azul” de Diana Lorena Rueda Quintero, “Carbonero” de Laura J.
Romero y el videoclip “Veneno” de Quemarlo Todo.
Quienes lo conocieron lo describen como “una persona única, valiente, fuerte y ejemplar”.
Sus compañeros destacan que siempre estaba sonriente, que era extrovertido y que vivía cada día con la intensidad de quien sabe que el tiempo es limitado.
“Era un soñador que pintaba la vida con giros y matices de artista verdadero”, escribió uno de sus directores en redes sociales.
Muchos recuerdan cómo, viniendo de una familia campesina, luchó contra viento y marea para instalarse en la ciudad y dedicarse por completo a la actuación.
La comunidad artística ha iniciado una recolecta solidaria para cubrir los gastos de su despedida digna.
Amigos y colegas han habilitado cuentas bancarias y puntos de recolección en Bucaramanga y Piedecuesta.
Además, piden a las autoridades investigar el funcionamiento de los semáforos en el sector Los Troncos, pues varios conductores aseguran que el dispositivo presenta fallas intermitentes.
Como homenaje póstumo, la próxima semana se realizará un acto conmemorativo en el teatro al aire libre de la Academia Dasvian.
En el evento se estrenará el videoclip “Pon a sonar las rolas”, última dirección artística de Jhon Freddy y que él mismo consideró su testamento creativo.
También se proyectará un documental que recorre su vida, desde sus inicios en el campo hasta su consolidación como uno de los actores más queridos de Santander.
La cita será abierta al público y se espera la asistencia masiva de colegas, estudiantes y seguidores que desean despedirlo entre aplausos y lágrimas.
La partida de Jhon Freddy Martínez deja un vacío imposible de llenar en el gremio teatral y audiovisual santandereano.
Su historia es la de miles de artistas que, sin grandes recursos, logran brillar gracias a su talento y su tenacidad.
Hoy, cuando las luces de los escenarios se apagan en su honor, queda el consuelo de saber que su legado seguirá vivo en cada escena que interpretó y en cada corazón que conquistó.
Santander llora a uno de sus hijos más auténticos y talentosos.
Descansa en paz, Jhon Freddy.
