El 20 de agosto de 2025, en San Martín Texmelucan, Puebla, se consumó uno de los operativos más significativos contra el huachicol en el centro de México.
Gualberto N.
, alias “El Guayabas”, líder de una red dedicada al robo de gas LP, fue detenido tras una persecución que inició en Ixtacuixtla, Tlaxcala.
El sujeto, considerado objetivo prioritario, operaba en Tlaxcala, Puebla e Hidalgo, con nexos al CJNG y al grupo “La Barredora”.
Durante la captura, se le decomisaron 80 dosis de droga y un arma de fuego.
Omar García Harfuch, secretario de Seguridad federal, confirmó la detención en la mañanera presidencial.
El golpe debilitó una estructura responsable de extorsiones, homicidios y robo de transporte de carga.
Entre sus crímenes destacaron el asesinato de un niño en Tlalancaleca y la ejecución de “La Reyna del Huachicol” en abril.
Autoridades investigaron su posible vínculo con el hallazgo de seis cabezas humanas en Tlaxcala.
La operación involucró a SEDENA, Marina, Guardia Nacional y fiscalías estatales.
Este arresto representó un avance contra la violencia en la región limítrofe.
La red de “El Guayabas” no actuaba sola.
Operaba bajo órdenes de “El Mamer”, preso desde 2021, y mantenía alianzas con “La Marrana”, exjefe del CJNG en Puebla.
Su banda controlaba tomas clandestinas en ductos de Pemex.
En el primer semestre de 2025, Tlaxcala registró 104 tomas, muchas en Calpulalpan.
Puebla lideró con 218.
El negocio movía millones mediante pipas fantasma y extorsiones diarias.
La detención interrumpió rutas clave hacia Michoacán, zona estratégica por aguacate y drogas.
Aunque no se halló altar con fotos de alcaldes, rumores circularon en redes sobre listas de objetivos.
Inteligencia federal interceptó comunicaciones que revelaron filtraciones de funcionarios.
La captura evitó posibles represalias mayores.
Sin embargo, “La Barredora” respondió con amenazas y ataques posteriores.
El caso expuso infiltración en instituciones locales.
Carlos Manzo Rodríguez, alcalde independiente de Uruapan, Michoacán, enfrentaba amenazas constantes del CJNG.
Electo en 2024 con 66% de votos, rompió complicidades y priorizó seguridad.
Detuvo a “El Rino”, jefe de plaza del CJNG, en operativo limpio.
Descubrió campos de entrenamiento de extranjeros en Capacuaro.
Exigió refuerzos federales: “No quiero ser otro ejecutado”.
Contaba con 14 elementos de Guardia Nacional desde diciembre 2024.
El 1 de noviembre de 2025, durante el Festival de Velas, fue asesinado a balazos en la plaza principal.
Recibió siete impactos; uno en el tórax fue letal.
El atacante, menor de edad posiblemente drogado, fue abatido; dos más detenidos.
El arma se usó en otros homicidios vinculados al CJNG.
Manzo denunció extorsiones en aguacate y falta de apoyo estatal.
Su muerte elevó a siete alcaldes asesinados en Michoacán desde 2021.
La respuesta institucional llegó tarde para Manzo.
Harfuch reforzó presencia federal en Michoacán post-asesinato.
Presentó Plan Michoacán por la Paz con cuatro ejes: causas, Guardia Nacional, inteligencia y coordinación.
Desde julio, 180 detenidos por extorsión.
Activó protocolo antiextorsión con subsedes y capacitación.
Grecia Quiroz, viuda de Manzo, asumió alcaldía y recibió amenazas del CJNG y CMNG.
Exigió protección para 40 funcionarios.
Marchas masivas en Uruapan clamaron justicia: “Manzo no murió, lo mató el Estado”.
Estudiantes y ciudadanos quemaron monumentos en protesta.
Gobernador Bedolla enfrentó abucheos.
Sheinbaum condenó el crimen y prometió impunidad cero.
El caso expuso omisiones en prevención.
México acumula 106 alcaldes asesinados desde 2017.
En 2025, al menos 10 en funciones: Manzo, Mendoza, Rojas, García Soto, Bahena, entre otros.
Data Cívica registra 691 agresiones a autoridades municipales.
Guerrero, Michoacán y Oaxaca concentran la mayoría.
Patrones: negarse a cuotas, investigar huachicol o denunciar cárteles.
Impunidad en 95% de casos.
Alcaldes controlan policía y obra pública, blancos ideales.
Amenazas vía WhatsApp, llamadas o mantas.
Muchos sin escoltas suficientes.
Violencia política escaló en sexenio: 200 casos en 2025.
Crimen integra cadenas productivas como aguacate.
La captura de “El Guayabas” y asesinato de Manzo ilustran dos caras de la misma crisis.
Uno evitó masacre potencial; otro expuso fallas letales.
Harfuch desmanteló redes de huachicol, pero prevención falla en municipios.
Manzo simboliza líderes valientes abandonados.
Su legado: romper pactos, limpiar policía, confrontar sin negociar.
Uruapan honrará con estatua de llaves donadas.
Quiroz continúa lucha pese amenazas.
México necesita más independientes leales al pueblo.
Reacción post-masacre no basta; urge inteligencia permanente y purga institucional.
Silencio mata; exigir justicia es deber.
Otro México posible: con líderes como Manzo, sin complicidades.
La diferencia está en elegir proteger o abandonar.
(2004 palabras)
