El año 2022 fue un año de grandes pérdidas para el mundo de la música, donde se despidieron figuras icónicas que dejaron una huella imborrable en la industria.
La música, que a menudo actúa como un refugio emocional, se sintió vacía al perder a estos artistas que nos acompañaron a lo largo de los años.
Desde leyendas del rock hasta exponentes de la música romántica, cada uno de ellos contribuyó a la rica diversidad del panorama musical.
Este recuento no solo recuerda sus logros, sino que también celebra el legado que dejan atrás, inmortalizados en sus canciones.
Uno de los primeros grandes nombres que perdimos en 2022 fue Diego Verdaguer, un cantante argentino nacionalizado mexicano, quien falleció el 27 de enero a los 70 años tras contagiarse de COVID-19.
Verdaguer es recordado por sus emotivas baladas como “La ladrona” y “Volveré”.
Su voz y estilo romántico resonaron en el corazón de muchos, convirtiéndolo en un ícono de la música latina.
Otro gran talento que nos dejó fue Olivia Newton-John, quien falleció el 8 de agosto a los 73 años después de luchar contra el cáncer de mama durante más de tres décadas.
La artista, famosa por su participación en películas como “Grease”, dejó un legado de canciones inolvidables que siguen siendo parte de la cultura pop.
La tristeza continuó con la muerte de Ana Veterano, quien falleció el 2 de enero a los 60 años debido a problemas digestivos.
Veterano fue la voz principal del grupo Mocedades, conocido por su armonía y melodías cautivadoras.
Asimismo, Ronnie Spector, la emblemática cantante de las Ronettes, falleció el 12 de enero a los 78 años, víctima del cáncer.
Spector fue fundamental en la música de los años 60, y su estilo único influyó en generaciones de artistas.
Irene Cara, famosa por su interpretación de “What a Feeling” en “Flashdance”, falleció el 25 de noviembre a los 63 años, dejando un vacío en el mundo musical que es difícil de llenar.
Entre otros artistas destacados, Meat Loaf, una leyenda del rock, murió el 20 de enero a los 74 años.
Su álbum “Bat Out of Hell” es uno de los más vendidos de todos los tiempos, y su voz poderosa marcó una época en la música.
El 14 de febrero, el cantante español Luis Fierro falleció a los 73 años, dejando un legado de baladas románticas que resonaron en el alma de su público.
Betty Davis, pionera del funk y soul, nos dejó el 9 de febrero a los 77 años, y su influencia se siente en muchos artistas contemporáneos.
La música de estos artistas no solo nos entretuvo, sino que también nos acompañó en momentos significativos de nuestras vidas.
La tristeza continuó con la muerte de Pablo Milanés, un cantautor cubano que falleció el 22 de noviembre a los 79 años.
Milanés fue una figura clave en el movimiento de la Nueva Trova, y sus canciones como “Yolanda” se convirtieron en himnos de amor y resistencia.
El 28 de octubre, Jerry Lee Lewis, conocido como “The Killer”, falleció a los 87 años, dejando un legado de rock and roll que sigue inspirando a músicos de todo el mundo.
La pérdida de estos artistas nos recuerda la fragilidad de la vida y la importancia de valorar el arte que nos brindan.
Finalmente, el año cerró con la partida de otros grandes nombres como Lalo Rodríguez, quien falleció el 13 de diciembre a los 64 años, y Christine McVie de Fleetwood Mac, que nos dejó el 30 de noviembre a los 79 años.
Ambos artistas dejaron un impacto duradero en sus respectivos géneros, y su música seguirá viva en nuestros corazones.
A medida que reflexionamos sobre el año, es crucial recordar que aunque estos artistas ya no estén con nosotros, su legado perdurará a través de sus canciones.
La música tiene el poder de conectar, sanar y recordar, y a través de ella, estos íconos vivirán para siempre.