Miguel Gallardo Bera, nacido el 29 de septiembre de 1949 en Granada, España, es recordado como uno de los cantantes más emblemáticos de la música española de los años 70 y 80.

 

A lo largo de su carrera, dejó una huella imborrable en la industria musical con su voz única y sus letras emotivas.

 

Desde sus inicios, Miguel mostró un profundo interés por la música, aunque inicialmente se había inscrito en la carrera de ingeniería eléctrica.

 

Sin embargo, su pasión por la música lo llevó a abandonar sus estudios para dedicarse plenamente a su sueño de convertirse en cantante.

 

Su primer contacto con el mundo musical fue en 1970, cuando debutó bajo el nombre de Edgardo, un cambio que no fue bien recibido por él, ya que fue una decisión impuesta por su discográfica.

 

 

 

A pesar de este contratiempo, Miguel Gallardo no se desanimó y rápidamente corrigió su nombre artístico, comenzando a componer para otros artistas antes de lanzarse como solista.

 

En 1974, decidió dar el salto a los escenarios, logrando su primer gran éxito con la canción “Recordando a Glen”.

 

Este tema, inspirado en un poema de Pablo Neruda, marcó el inicio de su carrera exitosa.

 

En 1975, lanzó su álbum “Autorretrato”, que se convirtió en un hito en su trayectoria, incluyendo su tema más popular, “Hoy tengo ganas de ti”.

 

Esta canción no solo resonó en España, sino que también se tradujo a varios idiomas, consolidando su fama en el ámbito internacional.

 

 

 

Durante la década de los 70 y 80, Miguel Gallardo se convirtió en un ícono de la música romántica, compartiendo escenario con otros grandes artistas como Camilo Sesto.

 

Su estilo melodioso y sus letras apasionadas conquistaron a millones de fans en todo el mundo.

 

A lo largo de su carrera, Miguel lanzó numerosos álbumes, entre los que destacan “Tu amante o tu enemigo” y “Corazón viajero”, que se convirtieron en verdaderos clásicos.

 

Su música no solo fue popular en España, sino que también tuvo un gran impacto en América Latina, donde su popularidad creció exponencialmente.

 

Gallardo realizó presentaciones en lugares emblemáticos como el Madison Square Garden en Nueva York y el Festival de Viña del Mar en Chile, donde su talento fue aclamado por el público.

 

 

 

A lo largo de su carrera, Miguel vendió más de 10 millones de discos y recibió múltiples reconocimientos, incluyendo el prestigioso premio Beige de la Asociación de Críticos del Espectáculo de Nueva York como mejor cantante latino.

 

Además de su carrera como intérprete, Miguel también se destacó como compositor y productor, fundando su propia editorial y productora, Bera Music, donde apoyó a nuevos talentos y escribió canciones para otros artistas.

 

Su versatilidad y dedicación a la música le permitieron dejar un legado duradero en la industria, siendo considerado uno de los galanes más cotizados de su época.

 

 

 

Sin embargo, la vida de Miguel Gallardo no estuvo exenta de dificultades.

 

En 1979, contrajo matrimonio con la actriz y cantante Pilar Velázquez, con quien tuvo un hijo, Alejandro, conocido como Alex Gallardo, vocalista del grupo The Rebels.

 

A pesar de su éxito profesional, la vida personal de Miguel enfrentó desafíos, y su matrimonio culminó en divorcio.

 

En 2004, Miguel comenzó a experimentar problemas de salud que inicialmente parecían menores, pero que resultaron ser un diagnóstico devastador: cáncer avanzado.

 

A pesar de someterse a una cirugía para extirpar un riñón afectado, el tumor se reprodujo y complicó su salud con metástasis.

 

 

 

Miguel Gallardo luchó valientemente contra la enfermedad durante un año, pero lamentablemente falleció el 11 de noviembre de 2005 en Madrid, a la edad de 56 años.

 

En el momento de su muerte, seguía activo en la música y estaba trabajando en un nuevo álbum titulado “Aún tengo ganas de ti”, que iba a incluir una recopilación de sus grandes éxitos junto a nuevas composiciones.

 

Su legado musical perdura, y su influencia sigue siendo sentida en la música española contemporánea.

 

Miguel Gallardo es recordado no solo por sus inolvidables canciones, sino también por la pasión y dedicación que aportó a su arte, dejando un vacío en el corazón de sus seguidores y un legado que seguirá vivo a través de su música.