La vida y carrera de Olivia Hassi comenzaron en Buenos Aires, Argentina, el 17 de abril de 1951.
Desde pequeña, mostró una inclinación hacia las artes, influenciada por su madre, Alma Hassi, una apasionada del tango.
El entorno familiar de Olivia, marcado por el divorcio de sus padres, la llevó a mudarse a Londres, donde pudo explorar su talento actoral.
A los 15 años, comenzó a actuar en el teatro, lo que atrajo la atención del director italiano Franco Zeffirelli.
Este encuentro fue crucial para su carrera, ya que le ofreció el papel de Julieta en la adaptación cinematográfica de “Romeo y Julieta” en 1968.
Esta película no solo la catapultó al estrellato, sino que también se convirtió en un hito en la historia del cine, siendo considerada la versión más fiel de la obra de Shakespeare.
La interpretación de Olivia como Julieta fue aclamada por su belleza y profundidad emocional.
Junto a su compañero de reparto, Leonard Whiting, la película recibió múltiples nominaciones al Oscar, consolidando su lugar en la historia del cine.
La conexión entre Olivia y Leonard, ambos jóvenes actores en ese momento, se convirtió en un fenómeno cultural.
La película fue vista por millones y dejó una huella indeleble en la cultura popular.
Su éxito no solo se limitó a los cines, sino que también se convirtió en parte de la educación literaria en muchas escuelas.
La interpretación de Olivia fue tan convincente que muchos la consideran la representación definitiva de Julieta.
Nueve años después de su éxito en “Romeo y Julieta”, Zeffirelli volvió a buscar a Olivia para su ambiciosa producción “Jesús de Nazaret”.
En esta miniserie, Olivia interpretó a la Virgen María, un papel que le permitió mostrar su versatilidad como actriz.
La serie fue un fenómeno global, con un elenco estelar que incluía a actores de renombre como Robert Powell, quien interpretó a Jesús.
La actuación de Olivia fue especialmente emotiva, y su representación de la madre de Cristo resonó profundamente con el público.
La miniserie se ha retransmitido en numerosas ocasiones durante la Semana Santa, convirtiéndose en un clásico de la televisión.
A lo largo de su carrera, Olivia Hassi participó en diversas producciones cinematográficas y televisivas.
Algunas de sus películas más notables incluyen “Muerte en el Nilo” y “Black Christmas”.
Su talento la llevó a trabajar con grandes nombres de la industria y a explorar diferentes géneros.
Sin embargo, su legado no solo se limita a sus actuaciones.
En 2015, Olivia y Leonard Whiting revivieron su conexión al actuar juntos en “Suicidio Social”, una película que, aunque no fue un gran éxito, evocó nostalgia por su trabajo anterior.
Este reencuentro fue un recordatorio de la influencia duradera de su colaboración en “Romeo y Julieta”.
A pesar de su éxito profesional, la vida personal de Olivia estuvo marcada por altibajos.
Se casó tres veces y tuvo tres hijos, cada uno de los cuales ha seguido su propio camino en la vida.
Su primer matrimonio fue con Paul Martin, con quien tuvo un hijo, Alexander.
Posteriormente, se casó con el músico japonés Akira Fuse, con quien tuvo a Maximilian.
Finalmente, su tercer matrimonio fue con David Glenn Isley, con quien tuvo a India, quien también se ha convertido en actriz.
A lo largo de los años, Olivia enfrentó desafíos personales, pero siempre mantuvo su pasión por la actuación y su amor por la familia.
La vida de Olivia Hassi llegó a un trágico final el 27 de diciembre de 2024, cuando falleció a los 73 años debido a complicaciones relacionadas con el cáncer de mama.
Su diagnóstico inicial fue en 2008, y aunque parecía haber superado la enfermedad, el cáncer regresó en 2018.
Su lucha contra la enfermedad fue valiente y digna, y su legado perdurará a través de sus películas y las memorias que dejó.
Olivia Hassi no solo será recordada como una talentosa actriz, sino también como un ícono cultural que tocó la vida de muchas personas a través de su arte.
Su contribución al cine y la televisión sigue siendo relevante, y su historia inspirará a futuras generaciones de artistas.