Myriam Hernández es una de las baladistas más emblemáticas de América Latina, conocida por su capacidad para transmitir emociones profundas a través de sus canciones.

Desde su debut en 1988 con “El hombre que yo amo”, ha logrado conquistar corazones con letras que hablan de amor, desamor y nostalgia.

Su música ha resonado en generaciones, convirtiéndola en una figura icónica en la industria musical.

Sin embargo, detrás de su éxito hay historias personales que han moldeado su arte, y una de las más conmovedoras es la creación de la canción “Se me fue”.

Esta balada, que evoca sentimientos de pérdida y tristeza, nació de experiencias traumáticas que marcaron la vida de la cantante y su colaborador.

En 1991, Myriam Hernández se trasladó a Los Ángeles para trabajar con el reconocido compositor español Juan Carlos Calderón.

Este encuentro fue crucial para el desarrollo de su carrera, ya que Calderón había sido responsable de varios éxitos en la música en español.

La química entre ambos fue inmediata, y comenzaron a trabajar juntos en nuevas melodías.

Durante una de sus sesiones, Calderón creó una melodía melancólica que, al ser presentada a Myriam, provocó una reacción emocional inesperada.

Ella no pudo contener las lágrimas al escucharla, ya que los acordes le recordaron la muerte de su abuela, un evento que había marcado profundamente su vida.

La muerte de la abuela de Myriam fue un episodio doloroso, no solo porque fue su primera experiencia con la pérdida, sino también por las circunstancias que la rodearon.

La abuela, aún joven, falleció debido a una negligencia médica mientras Myriam se encontraba lejos.

Esta incapacidad de despedirse dejó una huella en su corazón, y al compartir esta historia con Calderón, ambos encontraron un terreno común en su dolor.

Juan Carlos, quien también había sufrido la pérdida de su hijo, entendió la profundidad de los sentimientos de Myriam.

Este momento de conexión emocional fue fundamental para dar forma a la letra de “Se me fue”.

Después de compartir sus experiencias, Myriam y Juan Carlos decidieron que su canción debía reflejar no solo su dolor personal, sino también el sufrimiento que muchas personas enfrentan a diario.

Con esta idea en mente, Calderón se dedicó a escribir versos que capturaran la esencia de la pérdida.

En pocos días, entregó a Myriam diez páginas de letras, pidiéndole que eligiera las líneas que resonaran más con ella.

Este proceso de selección fue crucial para dar vida a la canción, que se convirtió en un himno para aquellos que han experimentado la tristeza de perder a un ser querido.

La grabación de “Se me fue” resultó ser un desafío emocional.

En el estudio, tanto Myriam como Juan Carlos se vieron abrumados por la carga emocional de la letra.

A pesar de sus esfuerzos, Myriam no podía terminar de cantar sin llorar, y Juan Carlos compartía su dolor.

Después de múltiples tomas, lograron completar la grabación, pero no sin dejar huellas de sus emociones en el proceso.

Calderón decidió incluir algunos de los suspiros entrecortados de Myriam en la mezcla final, lo que añadió una capa de autenticidad a la interpretación.

Este detalle resalta la conexión profunda entre el arte y la vida, mostrando cómo las experiencias personales pueden influir en la música.

La historia detrás de “Se me fue” no solo destaca la capacidad de Myriam Hernández para crear música conmovedora, sino que también subraya la importancia de la empatía y la conexión humana en el proceso creativo.

La canción ha resonado con muchos oyentes, convirtiéndose en un símbolo de consuelo para aquellos que han perdido a alguien querido.

La vida y la carrera de Myriam son un testimonio del poder de la música para sanar y unir a las personas en sus momentos más oscuros.

A través de su arte, Myriam Hernández continúa tocando corazones y recordando a todos que, a pesar de la tristeza, siempre hay un camino hacia la sanación y la esperanza.