La vida de Fran Moro estuvo marcada por el éxito y la tragedia.

 

Nacido en un contexto complicado, logró convertirse en uno de los galanes más cotizados del entretenimiento mexicano.

 

Su carrera abarcó más de 20 películas y telenovelas, así como obras de teatro que lo hicieron destacar en la industria.

 

Sin embargo, a pesar de su fama y reconocimiento, su vida personal estuvo plagada de dificultades que lo llevaron a una profunda tristeza y pobreza en sus últimos años.

 

 

 

La historia de Fran comienza cuando, tras huir de la dictadura cubana, se establece en Miami con su familia.

 

Sin embargo, es en Puerto Rico donde realmente inicia su carrera artística.

 

A los 19 años, debuta como actor en la telenovela *Solamente tú*, lo que le abre las puertas a un mundo lleno de oportunidades.

 

Su talento y carisma lo llevaron a ser una figura prominente en la televisión, y pronto se convierte en un nombre conocido en la industria.

 

 

 

Con el tiempo, Fran se trasladó a México, donde su carrera despegó gracias a la influencia de Ernesto Alonso.

 

Este productor lo convenció de radicarse en el país para desarrollar su potencial artístico.

 

Su debut en México fue en la telenovela *Paloma*, junto a Lucía Méndez, lo que marcó el inicio de una serie de éxitos en Televisa.

 

La relación cercana entre Fran y Ernesto generó rumores sobre un romance, aunque muchos creían que era un secreto a voces debido a la complicidad que mostraban en eventos y premiaciones.

 

 

 

En 1983, Fran alcanzó el pico más alto de su carrera con la telenovela *Bodas de odio*, que lo catapultó a la fama internacional.

 

Participó junto a destacados actores como Cristian Bach y Miguel Palmer, lo que le permitió grabar discos de poemas y realizar presentaciones en diferentes partes de México.

 

Sin embargo, a mediados de los años 80, su carrera comenzó a decaer, coincidiendo con el final de su relación con Ernesto Alonso.

 

Esta situación lo llevó a mudarse a Miami, donde se convirtió en locutor de radio.

 

 

 

En Miami, Fran entabla una relación con un bailarín mucho más joven, quien se aprovechó de su situación económica, llevándolo a la bancarrota.

 

La relación terminó de forma tumultuosa, y su vida personal se complicó aún más cuando fue despedido de la emisora de radio.

 

A pesar de estos contratiempos, regresó a México, donde Ernesto Alonso le ofreció una nueva oportunidad en la telenovela *Atrapada*, ayudándolo a recuperarse de sus problemas financieros.

 

 

 

Sin embargo, la tragedia no se detuvo en la vida de Fran.

 

En 1991, su padre fue asesinado en un asalto, lo que marcó un punto de inflexión en su salud y bienestar emocional.

 

Poco después, se enteró de que había sido contagiado por el virus del VIH, supuestamente por su relación con el bailarín.

 

A pesar del apoyo de Ernesto Alonso y otros amigos, Fran no pudo superar las adversidades.

 

El 21 de junio de 1993, falleció en Miami a los 49 años debido a un paro cardíaco, dejando un legado artístico pero también una historia de lucha y tristeza.