Ralf, conocido por su nombre real como Rafaele Riefoli, nació el 29 de septiembre de 1959 en la provincia italiana de Barletta, Andrea Trani.
Su historia es una de perseverancia y pasión por la música, un camino lleno de sacrificios y esfuerzos, pero también de grandes logros.
Desde joven, Ralf mostró un gran interés por la música, la literatura y la poesía, lo que lo llevó a decidirse por una carrera artística.
Aunque inicialmente estudió arquitectura, pronto se dio cuenta de que su verdadera pasión era la música, por lo que abandonó su carrera académica para dedicarse completamente a ella.
A los 17 años, Ralf se mudó a Florencia, donde comenzó a estudiar arte.
Sin embargo, la escena musical británica de principios de los 80 lo cautivó, y contra la voluntad de sus padres, decidió mudarse a Londres para formar parte de esa vibrante atmósfera.
Fue allí donde fundó su primera banda, Café Caracas, y comenzó a escribir canciones en inglés.
La banda no alcanzó gran éxito, y Ralf tuvo que trabajar como camarero para mantenerse, regresando ocasionalmente a Florencia cuando se encontraba sin dinero.
Fue en 1983, con 24 años, cuando su destino comenzó a cambiar.
Durante una visita a Florencia, Ralf frecuentaba una tienda de instrumentos musicales que también funcionaba como punto de encuentro para músicos.

El dueño de la tienda, al haber escuchado a Ralf cantar en varias ocasiones, lo presentó a un productor musical de renombre llamado Giancarlo Bigatzi.
Bigatzi, un experto letrista y arreglista conocido por su trabajo con artistas como Humberto Tozzi, se mostró impresionado por el talento de Ralf y decidió trabajar con él.
Durante una sesión de grabación, Bigatzi le preguntó a Ralf si tenía alguna canción lista o ideas para escribir.
Ralf le presentó una canción que había compuesto en Londres, llamada Self Control, aunque estaba escrita en inglés.
Bigatzi vio un gran potencial en ella, y después de algunos ajustes, la canción se grabó y se completó a finales de 1983.
En 1984, el sencillo se lanzó con gran fuerza, y el éxito fue rotundo.
Self Control llegó al número uno en las listas de Italia y Suiza, y rápidamente se posicionó entre los primeros puestos de otros países europeos, como Alemania, Austria y España.
Con el paso de los años, la canción alcanzó ventas que superaron los 20 millones de copias, convirtiéndose en un himno de la música pop de los 80.
Curiosamente, unos meses después, la cantante estadounidense Laura Branigan decidió versionar Self Control para su tercer álbum de estudio.
Branigan, quien ya había tenido un éxito internacional con la canción Gloria de Humberto Tozzi, eligió esta canción, y su versión, lanzada en 1984, fue un fenómeno aún mayor.
Self Control en la voz de Branigan alcanzó el número uno en 14 países y se colocó en el top 10 de otros 15, incluyendo el número 4 en la lista Billboard estadounidense.
El videoclip de la canción fue dirigido por William Friedkin, conocido por dirigir la famosa película El Exorcista.
El éxito de Branigan eclipsó el de la versión original de Ralf, lo que dejó a muchos preguntándose por qué la versión de Laura Branigan fue más exitosa, a pesar de que ambas versiones eran prácticamente idénticas.
Algunos sugieren que la diferencia podría estar en el atractivo visual de Branigan y su presencia en los medios.
La canción se convirtió en un clásico instantáneo, pero la historia de Ralf no terminó ahí.
En 1984, su primer álbum, titulado Raf, fue lanzado, y en sus ediciones posteriores, el disco se renombró como Self Control.
Aunque el resto de las canciones no alcanzaron el mismo nivel de éxito, Ralf recibió grandes sumas de dinero gracias a las ventas de Self Control, lo que le permitió vivir cómodamente.
La canción fue tan exitosa que Ralf decidió seguir con su carrera y continuar trabajando en su música.
En 1987, Ralf se unió a Humberto Tozzi para escribir la canción Sì, può dare di più, que se convirtió en un éxito rotundo y ganó el prestigioso festival de Sanremo en Italia.
La canción se mantuvo en el número uno durante varias semanas y se consolidó como uno de los mayores éxitos de la música italiana de la década.
Ese mismo año, Ralf y Tozzi también participaron en el festival de Eurovisión con la canción Gente di Mare, que quedó en tercer lugar, consolidando aún más la popularidad de Ralf en Europa.
Sin embargo, a pesar de estos éxitos, la música de Ralf comenzó a experimentar cambios.
En 1988, Ralf decidió dejar de cantar en inglés y comenzar a grabar en italiano, lo que marcó un giro en su estilo musical.
Aunque su segundo álbum no alcanzó el éxito esperado, su tercer álbum, Cosa Restarà (1989), fue un gran éxito en Italia.
La canción Ti Pretendo se convirtió en un éxito en las listas italianas, y Ralf alcanzó la fama en países sudamericanos como Argentina y Chile.

En 1991, Ralf lanzó su cuarto álbum, que tuvo un éxito moderado.
Sin embargo, uno de los sencillos, Emilio Così, fue versionado en español por el cantante mexicano Cristian Castro, convirtiéndose en uno de sus mayores éxitos a principios de los 90.
Esta canción, titulada Cosí Es Mejor Así, fue muy popular y ayudó a Ralf a mantener su presencia en la escena musical internacional.
A pesar de sus altibajos comerciales, Ralf siguió siendo una figura importante en la música italiana.
En 1992, intentó conquistar el mercado español y latinoamericano con un álbum grabado completamente en español.
Aunque la producción no fue tan exitosa como se esperaba, algunas canciones, como Inevitable Tontaría y Te Pretendo, lograron cierto éxito en países como Colombia, Chile y Argentina.
Uno de los aspectos más interesantes de la carrera de Ralf es el hecho de que, en algunos países, sus álbumes fueron lanzados con el nombre “Raf” con doble “F”, para evitar confusiones con un grupo terrorista europeo del mismo nombre.
Esta decisión muestra cómo el mercado de la música tiene que adaptarse a las particularidades culturales y a las sensibilidades locales.
Ralf continuó lanzando álbumes durante las siguientes décadas, logrando un éxito moderado, pero nunca volvió a alcanzar el nivel de popularidad que tuvo con Self Control.
A pesar de ello, su música sigue siendo muy apreciada en Italia y en otros países europeos, y su nombre sigue siendo comparado con otros grandes artistas contemporáneos como Eros Ramazzotti o Laura Pausini.
En lo personal, Ralf está casado desde 1996 con la corista y bailarina italiana Gabriela Alabate, con quien tiene dos hijos, Bianca y Samuel.
Aunque la fama de Ralf ha disminuido con los años, sigue siendo una figura activa en la música, realizando conciertos y apareciendo en programas de televisión.
A pesar de que ya han pasado más de 40 años desde el lanzamiento de Self Control, esa canción sigue siendo uno de los grandes clásicos de los 80 y uno de los temas más recordados por los amantes de la música de esa época.
En resumen, la carrera de Ralf ha sido un viaje lleno de éxitos y dificultades, pero siempre marcado por su pasión por la música y su perseverancia.
A lo largo de los años, ha demostrado que, incluso cuando las cosas no salen como se espera, lo importante es seguir adelante y encontrar nuevas formas de expresarse.
A pesar de que su mayor éxito fue Self Control, Ralf continúa siendo un ícono de la música italiana y una figura importante en la historia de la música pop internacional.