Mire, aquí tengo una foto cara a cara con el gorila; así, el del gorrito, eres tú.
No, Marcelino Rodríguez, mejor conocido como Mandíbula, fue una figura entrañable dentro del panorama humorístico colombiano.
Su vida y carrera profesional estuvieron marcadas por grandes momentos de éxito, pero también por profundas tragedias personales que le acompañaron hasta sus últimos días.
Marcelino realizó su primera aparición en televisión en el año 1977 durante un especial de Halloween de “Sábados Felices”.
Su singular apariencia física le dio el rótulo del feo más famoso de Colombia.
Fueron 30 años de carrera en el programa de humor más añejo de los colombianos, donde, además de contar sus chistes en tarima, interpretó inolvidables personajes en parodias de producciones nacionales como “Pedro el escamoso”, “Pasión de gavilanes” y “El cartel de los sapos”.
Antes de comenzar su carrera humorística, Mandíbula era el conductor y mensajero de Alfonso Lizarazo, presentador del programa que lo puso a debutar en los escenarios.
Su éxito fue casi que inmediato.
Su función principal antes de iniciar en la televisión era transportar a las figuras del canal y al equipo de producción a sus respectivos lugares de trabajo.
No estaba vinculado al mundo del entretenimiento ni al humor.
El bogotano, también conocido con el apodo de “Glándula”, pudo participar ininterrumpidamente de los shows, presentaciones y giras que realizó el elenco durante más de 30 años.
Hasta que en 2013, y como consecuencia del Alzheimer, tuvo que retirarse de la pantalla chica.
Desde su primera aparición en televisión, Mandíbula conquistó a la audiencia con su estilo único y su capacidad para hacer reír con una mezcla de humor físico y verbal.
A lo largo de su extensa historia de 38 años en “Sábados Felices”, se convirtió en una referencia del humor en Colombia.
A pesar de ser conocido por su apariencia poco agraciada, que él mismo explotaba con ironía en sus actuaciones, su calidez humana y cercanía lo hicieron una figura querida por colegas y espectadores por igual.
A pesar de su éxito en el mundo del entretenimiento, la vida personal de Mandíbula estuvo marcada por muchos desafíos y momentos de dolor.
A lo largo de los años, enfrentó varias complicaciones de salud que fueron minando progresivamente su bienestar físico y mental.
En 2012, durante una grabación del programa “Sábados Felices”, Mandíbula sufrió un desmayo que sorprendió a todos sus compañeros.
Este evento marcaría el inicio de un largo declive en su salud, que culminó años después con el diagnóstico de Alzheimer y demencia senil.
Los problemas de memoria y movilidad comenzaron a manifestarse de forma cada vez más evidente.
Según relata su esposa, Gloria Grajales, él empezaba a olvidar cosas cotidianas y poco a poco perdió la capacidad de moverse con normalidad.
Su estado fue empeorando hasta el punto de que en 2015 se vio obligado a retirarse del programa que le había dado fama, poniendo fin a una etapa brillante en su carrera.
Mandíbula fue un hombre muy familiar; a pesar de sus limitaciones físicas, siempre trató de estar presente para los suyos.
A lo largo de su vida, tuvo varias relaciones sentimentales y formó una gran familia con cinco hijos biológicos y cuatro hijastros, con quienes mantuvo una relación muy cercana.
Para Mandíbula, el vínculo familiar era lo más importante y trató a sus hijastros con el mismo amor y dedicación que a sus propios hijos, convirtiéndose en una figura paterna fundamental en sus vidas.
Uno de los episodios que más marcó a Mandíbula fue la muerte de su madre en 2005.
Según cuentan sus allegados, la pérdida de su madre fue un golpe emocional del que nunca pudo recuperarse por completo.
Hasta el final de sus días, esa tristeza le acompañó, y quienes lo conocieron de cerca aseguran que nunca volvió a sonreír de la misma manera.
Mandíbula sentía una profunda admiración por su madre, quien había sido una de las primeras mujeres camioneras en Colombia, un hecho que él siempre recordaba con orgullo.
La enfermedad y el declive físico en el transcurso de los años posteriores a su retiro de la televisión fueron deteriorándose.
En 2016, su estado se complicó aún más cuando sufrió un infarto cerebral que agravó su ya precaria condición de salud.
Su Alzheimer progresaba y la demencia senil que padecía lo hizo aún más vulnerable.
A medida que su memoria se desvanecía, también lo hacía su capacidad para relacionarse con su entorno.
Empezó a olvidar quiénes eran sus amigos, sus compañeros de trabajo e incluso sus seres más cercanos.
Hubo momentos en los que, durante las visitas de su esposa o amigos, se quedaba mirándolos sin reconocerlos.
Aunque en otras ocasiones, de manera intermitente, recuperaba algunos destellos de lucidez.
La enfermedad lo fue limitando de forma progresiva.
A pesar de los esfuerzos de su familia y de sus compañeros de “Sábados Felices”, quienes lo visitaban y le mostraban vídeos del programa para intentar estimular su memoria, Mandíbula ya no podía interactuar como antes.
Cada vez le resultaba más difícil hablar y moverse.
Su movilidad se vio severamente afectada y poco a poco fue perdiendo masa muscular hasta quedar confinado a una silla de ruedas.
Durante estos años, su esposa Gloria fue su principal cuidadora, encargándose de todas sus necesidades y manteniendo su hogar como un refugio para él.
El apoyo de Caracol Televisión fue constante durante estos años.
A pesar de que Mandíbula ya no formaba parte activa del equipo de “Sábados Felices”, la empresa nunca le dio la espalda.
Continuaron pagándole un sueldo, lo que permitió que la familia pudiera hacer frente a los altos costos de su tratamiento médico.
Su esposa siempre agradeció el apoyo brindado por el canal, destacando que nunca se sintieron abandonados.
La pandemia trajo nuevos desafíos para Mandíbula y su familia.
Como una persona de alto riesgo, su entorno se esforzó por protegerlo y evitar cualquier exposición al virus.
Sin embargo, en abril de 2024, Mandíbula fue hospitalizado por una neumonía aguda.
Y aunque inicialmente mostró signos de recuperación, su estado se complicó cuando contrajo el virus.
Los médicos trataron de estabilizarlo, pero su delicada condición física, agravada por años de enfermedades crónicas, le impidió sobreponerse a la infección.
Su último ingreso en la Clínica Colombia marcó el final de su larga lucha contra la enfermedad.
Su familia y amigos más cercanos estuvieron con él en sus últimos días, intentando brindarle consuelo y amor en medio de su agonía.
El 27 de mayo de 2024, Mandíbula falleció a causa de complicaciones derivadas de la enfermedad.
Su muerte dejó un profundo vacío en el mundo del humor colombiano y muchos de sus compañeros y amigos lamentaron no haber podido despedirse de él debido a las restricciones impuestas por la pandemia.
El cuerpo de Mandíbula fue cremado y sus cenizas fueron depositadas en un árbol en La Calera, un lugar que su familia eligió como símbolo de una nueva vida.
En ese espacio, sus seres queridos y fanáticos pueden rendirle homenaje, recordando al hombre que dedicó su vida a hacer reír a los colombianos y que, a pesar de las adversidades, nunca perdió su humanidad.
Caracol Televisión y el equipo de “Sábados Felices” le rindieron tributo días después de su fallecimiento.
Sus compañeros organizaron una misa en su memoria, recordando su trayectoria y el impacto que tuvo en la televisión colombiana.
En ese emotivo acto, se revivieron momentos clave de su carrera, así como los momentos compartidos durante más de tres décadas de trabajo juntos.
Mandíbula no solo dejó una huella imborrable en el humor colombiano, sino también en las vidas de quienes tuvieron el privilegio de conocerlo y trabajar a su lado.
Aunque su personaje en “Sábados Felices” lo presentaba como alguien tosco y de aspecto cómico, Mandíbula era conocido por su amabilidad, generosidad y nobleza.
Siempre estuvo dispuesto a ayudar a sus compañeros, y muchas de las mujeres del programa recordaban cómo él solía protegerlas durante las giras, asegurándose de que estuvieran cómodas y seguras.
Mandíbula era descrito como un padre protector para muchos de sus colegas, siempre atento a sus necesidades y dispuesto a hacer cualquier cosa por el bienestar de los demás.
El apodo de Mandíbula nació en un momento de espontaneidad en una grabación, y desde entonces quedó asociado a su personaje más famoso.
Aunque interpretó varios papeles a lo largo de su carrera, fue este personaje el que lo catapultó a la fama y lo consolidó como una de las figuras más importantes del humor en Colombia.
Su aspecto físico, lejos de ser una limitación, se convirtió en su sello distintivo y él lo aprovechó al máximo.
Demostrando que el verdadero talento va más allá de las apariencias, Mandíbula convirtió su fealdad en su mayor recurso humorístico.
Lejos de acomplejarse por su aspecto físico, lo abrazó como una parte esencial de su comedia.
Se reía abiertamente de su propia apariencia, haciendo bromas autocríticas que le permitían conectar con la audiencia de una manera única.
Su famosa frase “Gracias a que soy feo, me volví famoso” refleja cómo utilizaba su físico de manera inteligente para crear humor sin resentimientos.
En “Sábados Felices”, Mandíbula jugaba con su mandíbula prominente y su rostro particular, burlándose de los estereotipos de belleza con una actitud despreocupada.
Su habilidad para reírse de sí mismo le ganó el cariño del público, demostrando que la personalidad y el carisma son más poderosos que cualquier estándar físico.
Gracias por ver nuestro contenido.
Déjanos en la caja de comentarios qué recuerdos tienes de este gran artista.
Danos tu like y suscríbete si te gusta el contenido; nos es de mucha ayuda para seguir recordando los artistas del ayer.