Colombia es una tierra de ritmos inconfundibles, melodías que curan el alma y letras que cuentan historias.
Hoy vamos a desenterrar esos tesoros sonoros que han marcado a generaciones.
Prepárense para escuchar las canciones colombianas más reproducidas y amadas de la historia.
Desde clásicos atemporales hasta himnos que siguen resonando hoy, este es el top definitivo que no te puedes perder.
Ponte cómodo, sube el volumen y que empiece la música.
La pollera colorá es una cumbia icónica colombiana.
Aunque la melodía original es de Juan Madera Castro, Lucho Bermúdez fue fundamental en su popularización mundial a través de sus arreglos orquestales.
Con la letra de Wilson Choquera, esta pieza se convirtió en un himno.
Nuestro juramento es un bolero clásico inmortalizado por Julio Jaramillo.
Aunque grabada en 1959, inició una era dorada para este artista ecuatoriano que es idolatrado y aún escuchado en Colombia.
La cama vacía fue compuesta por el argentino Carlos Espaventa y llegó a manos de Óscar Agudelo en 1959 en Medellín.
David Ocampo de Codiscos se la ofreció especialmente para su voz.
La grabó con los guitarristas Ibarra y Medina y desde su lanzamiento fue un éxito inmediato.
Asombrado me quedé al ver la cama vacía.
La cinta verde de Gustavo Quintero y los Teenagers es un clásico de la música tropical colombiana lanzado en los años 60.
Con su ritmo alegre y letra nostálgica, es un himno para muchos.
Ay, la cinta verde, la rosa roja.
Noches de Boca Grande del Trío Martino, contrario a la creencia popular, no fue inspirada en Cartagena, sino en las playas de Tumaco, Nariño, por el poeta Faustino Arias.
Popularizada en 1966 por el trío nariñense, se ha convertido en un clásico.
Cantares de Navidad de Villos Caracas Boys, compuesta por el puertorriqueño Benito de Jesús García, se ha convertido en un himno navideño esencial en Latinoamérica.
Navidad que vuelve, traición del año.
La cárcel del Singap Costa es un bolero dramático que narra la trágica historia de un hombre condenado a muerte en la prisión.
Es un relato de pasión, celos y fatalidad.
Al verla con su amante, a los dos los maté, por culpa de mí moriré.
Julio Jaramillo marcó a Colombia con su voz, popularizando boleros y valses que definieron el romanticismo y la nostalgia de varias generaciones.
Quiero compararte a la vida con centavitos.
No le digas a nadie cómo te quiero.
¿A quién engañas, abuelo? es una gran obra del abogado, autor y compositor colombiano Arnulfo Briceño.
Bello bambuco, grabado por el dueto Silva y Villalba.
¿A quién engañas, abuelo? yo sé que tú estás llorando.
Contigo aprendí es otra de las grandes joyas de la música romántica.
Hay muchas canciones de este video, como esos ojitos negros, que no fueron creadas en Colombia, pero se les tiene un gran cariño en nuestro país.
Nadie comprenderá nos pasó.
Fantasía Nocturna es una canción del cantautor colombiano Gustavo Quintero de 1967.
Describe la tristeza y la soledad.
Una noche me quedé contemplando el panorama.
Año 70, época de baladas de oro muy escuchadas en Colombia.
Leonardo Fabio, artista argentino muy querido en Colombia, dedicó a Alicia, su hija, con la voz auténtica de Durán.
Alicia adorada se ha consolidado como un himno del folklore vallenato.
Como Dios de la tierra no tiene amigo.
Viejo farol es un emblemático pasillo interpretado por el caballero gaucho que evoca la nostalgia y la melancolía de un amor perdido.
Viejo farol, te alumbras mi pena.
Camino viejo es un bambuco emblemático de Garzón y Collazos que evoca la nostalgia de un camino lleno de recuerdos, siendo un clásico de la música andina colombiana.
Cino viejo de mi vered, por donde tantas veces pasé.
Café y petróleo es una canción de protesta de Ana y Jaime que usa el café y el petróleo como metáfora de las desigualdades sociales en Colombia.
Convirtiéndose en un himno de conciencia social.
Café y petróleo, cumia del mar, o del llano, agua ardiente y te he prometido.
Es una balada romántica icónica de Leodan, una declaración de amor y lealtad que con su melodía pegadiza se volvió un éxito rotundo en Latinoamérica.
Prometido que te de olvidar.
¿De qué presumes? es un bolero ranchero de Ricardo Fuentes de 1969.
Un reclamo despechado a un antiguo amor que presume falsamente, consolidándose como un himno de dignidad frente al desamor.
¿De qué presumen cuando pasan por mi lado?
Colombia Tierra Querida es la cumbia patriótica de Lucho Bermúdez, un himno no oficial que celebra la belleza y el orgullo colombiano.
Siendo un símbolo de identidad nacional.
Una balada chilena, romántica, icónica de los Galos, que expresa un profundo anhelo de amor con una melodía melancólica y una interpretación sentimental.
Un gran éxito en Colombia.
Cómo deseo ser tu amor para poder vivir así.
Mambo Rock es una energética fusión de mambo y rock, característica del estilo innovador de Alfredito Linares.
Esta pieza instrumental destaca por su ritmo vibrante y la destreza del piano de Linares.
Los guaduales del año 1970 es un icónico bambuco de Silva y Villalba que evoca la nostalgia y la belleza de los paisajes colombianos.
Lloran, lloran los guaduales.
Micali bella de Villos Caracas Boys es un homenaje bailable y alegre a la ciudad de Cali.
Esta cumbia resalta la belleza de sus mujeres, su ambiente festivo y su encanto tropical.
Copo blanco de algodones.
Las cabañuelas de Latin Brothers es una cumbia clásica que se ha vuelto un himno navideño en Colombia.
Su ritmo alegre evoca las tradiciones sembrinas y la alegría familiar.
Yo cogí el pincel y las acuarelas.
No tengo dinero, de Juan Gabriel de 1971, es una cumbia pop que con su ritmo alegre cuenta la historia de un joven enamorado que ofrece amor sincero a pesar de no tener dinero.
Alguien cantó es una balada romántica emblemática de Billy Pontoni.
Con su melodía melancólica y la voz emotiva del artista, la canción evoca la nostalgia de un amor pasado.
Alguien cantó una canción que yo pude escuchar.
A la memoria del muerto de Latin Brothers es una salsa icónica que rinde homenaje bailable a los que ya no están.
Con su ritmo contagioso y letra que invita a celebrar la vida a pesar de la ausencia, se ha convertido en un clásico inolvidable.
Mario Ricerco Valle, a la memoria del muerto y que bailen mis hermanos.
Juro que te amo es una balada romántica emblemática de Los Terrícolas.
La canción es una apasionada declaración de amor eterno y lealtad que con su melodía melancólica y la voz emotiva del grupo se convirtió en un himno de la música romántica latinoamericana.
Te juro que te amo.
Anhelos es un clásico del género vallenato, popularizada por las legendarias figuras de la música colombiana Alfredo Gutiérrez y Calixto Ochoa.
Del álbum Los dos inseparables de 1972.
Anhelos tengo de verte, vida mía.
Quisiera tenerte es una balada romántica icónica de Claudia de Colombia.
La canción expresa un profundo anhelo y la esperanza de tener a la persona amada con una melodía emotiva que la convirtió en un clásico de la música colombiana.
No dejarás el saco en una silla.
Te acostarás.
Nube Viajera es un vallenato clásico de Alejo Durán que evoca la nostalgia y el deseo de libertad a través de la imagen de una nube que viaja sin rumbo, lejos de un amor.
La sirena de Nelson y sus estrellas es una cumbia bailable y pegadiza que narra la cautivadora historia de un marinero enamorado de una sirena.
La sirena viene hacia mí.
Voy a atraparle en mi redinera y me espera para.
Nuestra historia de amor es una balada romántica icónica de Claudia de Colombia.
La canción evoca la nostalgia y la belleza de un amor pasado, convirtiéndose en un himno a los recuerdos de un romance.
Por eso quiero recordarte como el más bello sueño.
¿Cómo decirte cuánto te amo? es una balada romántica y icónica de Génesis de 1974.
La canción expresa un profundo amor y la dificultad de comunicarlo, convirtiéndose en un clásico del repertorio sentimental.
Cómo decirte que yo te amo.
Porque te vas de Ginette es una balada pop nostálgica que se convirtió en un éxito mundial.
La canción evoca la tristeza y el vacío que deja una partida, un himno atemporal al desamor.
Todas las promesas de mi amor se irán contigo.
Me los sabanales es un icónico vallenato que exalta la belleza de los paisajes de la sabana con su ganado y naturaleza.
Es un clásico alegre y triste que exalta el paisaje y la tristeza de la ausencia.
Llegan las horas de la tarde que me encuentro tan solo y muy lejos de ti.
Gaviota traidora es una ranchera icónica de las Hermanitas Calle que aborda el desamor y la traición de una manera directa y emotiva.
Es un lamento popular contra la infidelidad.
Ya lo sé gaviota, que tu amor a otro le vas a brindar.
El preso de 1975 es una salsa icónica de Fruco y sus tesos, mundialmente reconocida.
Narra el dolor y la resignación de un hombre en prisión, reflexionando sobre la libertad y la vida.
Un clásico bailable con profundo mensaje.
En el mundo en que yo vivo siempre hay cuatro esquinas, pero entre esquina y esquina.
Buscándote de Latin Brothers es una salsa icónica que expresa el deseo y la búsqueda de un amor perdido.
Con su ritmo contagioso y letras apasionadas, se ha convertido en un clásico bailable.
Buscando vivo a mi amada.
Estoy tranquilo, no sé qué hacer.
Las caleñas son como las flores de Latin Brothers con el sabor de Piper Pimienta, con su ritmo alegre y bailable.
Es un himno a la gracia y el encanto caleño, un clásico festivo.
Las caleñas son como las flores que despidan de mil colores.
Ellas nunca entregan sus amores.
Los charcos de Fruco y sus tesos es una salsa alegre que con humor y onomatopeyas narra la divertida historia de Rosario cayéndose en charcos.
Es una celebración musical de la cotidianidad y la resiliencia colombiana, invitando a bailar a pesar de las adversidades.
Tolón, tolón, dicen las gotas por los charcos de un lugar.
Patrona de los reclusos de Fruco y sus tesos es una salsa de 1976 que, como plegaria a la Virgen de las Mercedes, expresa el lamento de un preso que busca libertad y redención.
Se convirtió en un himno de esperanza para los cautivos.
Virgen de las Mercedes, patrona de los reclusos, dame si puedes.
La creciente es un vallenato emblemático del Binomio de Oro, compuesto por Hernando Marín y grabado en 1976.
La canción narra la historia de un amor no correspondido, consolidándose como un clásico inolvidable del género.
Ya llega la mujer que yo quiero, por la que me desespero, que hasta pierdo la cabeza.
Plegaria Vallenata es una popular canción vallenata interpretada por El Combo de las Estrellas y compuesta por Gildardo Montoya.
La canción es un emblema en la trayectoria del grupo y en la interpretación de Jairo Paternina.
Óyeme, Diosito santo, tú de aritmética nada sabías.
Derrumbes de Tito Cortés es un bolero clásico que expresa el profundo dolor y la desolación ante el final de un amor.
Utilizando la metáfora de un derrumbe para ilustrar el colapso emocional.
Su melodía melancólica y la voz sentida de Cortés lo convierten en un himno al desamor.
Llamarada de Isadora es una balada romántica icónica que expresa la intensidad y el dolor de un amor que arde con fuerza a pesar de ser tormentoso o imposible.
No quisiera pensar que todo lo perdí en una llamarada.
Amaneciendo de Adolfo Echeverría es una cumbia clásica que celebra la alegría y el ambiente festivo del amanecer en la costa caribeña colombiana.
Con su ritmo contagioso y letras que invitan a bailar, se ha convertido en un himno a la fiesta y la vida tropical.
Esta noche tengo ganas de bailar.
Y de ponerle a minera una canción ecuatoriana que evoca la melancolía y la nostalgia de un hombre de provincia que recuerda su tierra y su amor.
La canción es un lamento sentido sobre la distancia y el recuerdo, un clásico del despecho.
Ahora que conozco la ciudad de mis dorados sueños y veo realizada la ambición.
Llanto militar de Rómulo Caicedo es un pasillo que con profunda melancolía expresa el dolor y la añoranza de un militar lejos de su hogar.
Indio del caballero gaucho es un tema que con profunda melancolía narra el dolor de un amor perdido y la tristeza de la ausencia.
Un clásico del despecho en el repertorio popular colombiano.
De mi montaña azul que ves al cielo cerca.
No renunciaré de Alia Costa es un bolero romántico icónico que expresa la firmeza de no rendirse en el amor a pesar de las adversidades.
Su melodía melancólica y letra apasionada la han convertido en un clásico.
No renunciaré ni a tus ojos, ni a tus brazos, ni a tu boca.
Traicionera de Pastor López es una cumbia bailable de 1978.
A pesar de su ritmo festivo, narra una historia de desamor e infidelidad, convirtiéndose en un clásico tropical indispensable en celebraciones.
María de los Guardias de Elenita Vargas es una canción popular colombiana donde una mujer busca amor y redención desafiando el juicio social.
Yo soy la María, María es mi gracia.
Se me perdió la cadenita de la Sonora Dinamita es una cumbia colombiana clásica de 1974.
Pegadiza y bailable, narra con humor la búsqueda de una cadenita, siendo un éxito festivo infaltable.
El Cristo del Nazareno que tú me regalaste.
Ojitos Hechiceros es una de las canciones más emblemáticas del cantante colombiano Rodolfo Aicardi.
Es un tema de cumbia y porros que se caracteriza por su ritmo alegre y pegadizo.
Y su letra que elogia la belleza cautivadora de unos ojos.
Esos dos ojitos lindos, mira, se parecen a un lucero.
Las caleñas de Pastor López es una cumbia alegre que elogia la belleza de las mujeres de Cali.
Originalmente, una adaptación del tema peruano Las limeñas de Walter León, se volvió un clásico bailable y festivo en Colombia.
Río Manzanares es la pegadiza adaptación a cumbia que el Cuarteto Imperial hizo de un calipso venezolano, popularizada en 1978.
Este clásico bailable se convirtió en un himno de fiestas, consolidando el sonido alegre y festivo del grupo en toda Sudamérica.
Que yo a mi morena me voy a buscar.
Ay, mi llanura es el himno llanero por excelencia, compuesto por Arnulfo Briseño.
Es una sentida canción que exalta la inmensidad, la belleza y la riqueza cultural de los llanos orientales de Colombia.
Hey, hay milura, en brujo verde donde el azul del cielo.
Tabaco y ron de Rodolfo Icardi es una cumbia clásica que evoca un ambiente festivo y bailable, ideal para la alegría y el disfrute.
Para la madre mía, tabaco y ron.
Fiesta en mi pueblo de Rodolfo Icardi es una cumbia clásica que evoca la alegría y el ambiente festivo de las celebraciones pueblerinas.
Compuesta por Julián Vargas, la canción se hizo universalmente popular, siendo un ícono de las fiestas colombianas.
¡Qué buen está!
Ahora, la fiesta de mi pueblo.
Quiero volver.
Quiero un sombrero.
La piragua, compuesta por José Barros e inmortalizada por Gabriel Romero, es un vallenato clásico que narra poéticamente la historia de una piragua que navegaba el río César hace medio siglo.
Es un símbolo de la tradición musical colombiana y de la nostalgia por un pasado idílico.
Casita vieja de Darío Gómez es una balada popular de 1979 que evoca la nostalgia y el profundo cariño del artista por el hogar de su infancia y su madre.
Que es mi madre querida y el recuerdo de una casita.
Ángel perdido de 1979 cuenta en su letra la muerte de su hermana Rosángela, fallecida a los 33 años.
Era su hermana mayor y la consideraba como una segunda mamá.
Tenía hijos, pero cuidaba a sus hermanos como si también fueran hijos de ella.
La cucharita de Jorge Velosa es una de las canciones más icónicas de la carranga colombiana.
Narra con humor la pérdida de una humilde cuchara de palo, objeto de gran valor sentimental para el campesino.
La cucharita se me perdió.
La cucharita se me perdió.
Y la cucharita se me Julia de Jorge Velosa es una joya de la música carranguera que, con su característica picardía y ternura, narra las peripecias y el amor por una yegua.
Esta canción es un reflejo del apego del campesino a sus animales y la vida en el campo.
Julia, Julia, Julia, que Julia de mi amor y yo te quiero, Juli, más que a mi camión.
La cuchilla de las hermanitas Calle es un icónico éxito de la música popular colombiana, conocida por su letra directa y de desamor.
Se ha convertido en un himno de las cantinas y reuniones populares en Colombia.
Si no me querés, te corto la cara con una cuchilla.
Muere una flor del Binomio de Oro de América es un emotivo vallenato clásico que aborda el desamor y la despedida de una relación.
Utilizando la metáfora de una flor marchita, es un referente del vallenato romántico.
Unido de amor de ilusiones que perdidas mueren es evocación de Carlos Arturo, un bolero clásico que transmite profunda nostalgia y añoranza por un amor o un tiempo pasado.
Su melodía melancólica y letra emotiva la convierten en un referente del género.
Muchas gracias, viejo amor, por haberme hecho feliz.
Gracias por ver nuestro video.
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