Saúl “Canelo” Álvarez ha sido considerado el rostro del boxeo moderno, un campeón que ha logrado conquistar el mundo de los deportes a través de su habilidad y su carisma.
Sin embargo, su carrera ha estado marcada por la controversia y el escepticismo.
Mientras muchos lo celebran como el mejor boxeador de su era, otros lo cuestionan, señalando que su éxito se ha debido tanto al marketing y la manipulación de los jueces como a su verdadero talento.
Tras una derrota humillante ante Terence Crawford en 2025, las críticas que lo persiguen desde sus primeros días en el ring han resurgido con fuerza, generando la pregunta: ¿es Canelo realmente uno de los grandes, o simplemente el producto mejor elaborado del negocio del boxeo?
El origen de la historia de Saúl Álvarez comienza en Juanacatlán, Jalisco, un pequeño pueblo en el que creció rodeado por una familia de boxeadores.
Desde temprana edad, su vida estuvo marcada por la dureza del trabajo en la calle, vendiendo paletas para ayudar al sustento familiar.
A pesar de las adversidades, su destino parecía estar sellado cuando, influenciado por su hermano mayor, Rigoberto, se adentró en el mundo del boxeo.
A los ocho años, Canelo ya era conocido por su destreza para derribar a niños más grandes que él, un talento que lo llevaría más tarde a convertirse en el campeón que conocemos hoy.
Su primer gran mentor fue José “Chepo” Reinoso, quien vio el potencial de Canelo tras una pelea amateur y lo tomó bajo su ala.
Fue Chepo quien lo entrenó y lo ayudó a desarrollar su estilo, además de darle el apodo de “Canelo”, que finalmente lo hizo famoso en el mundo del boxeo.
A los 13 años, Canelo ya era una sensación en el ring, ganando medallas en campeonatos juveniles y acumulando victorias en su récord.
A los 15 años, su hermano Rigoberto reconoció que ya no podía enseñarle más y decidió que lo mejor era convertirlo en un boxeador profesional.
En 2005, con tan solo 15 años, Canelo Álvarez debutó como profesional.
Su primera pelea fue contra Abraham González, un combate que ganó por knockout técnico.
A partir de allí, Canelo comenzó a construir su carrera con victorias constantes, y para 2011, con solo 20 años, se convirtió en campeón mundial al ganar el cinturón de peso superwelter del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) al derrotar a Matthew Hatton.
Con su victoria, Canelo comenzó a consolidarse como la nueva cara del boxeo mexicano, un heredero de las leyendas como Julio César Chávez.

Sin embargo, su ascenso al estrellato estuvo marcado por las críticas.
Muchos de sus detractores señalaron que gran parte de su éxito no se debía exclusivamente a su habilidad en el ring, sino a su promoción mediática y la manipulación de los jueces.
Las victorias de Canelo fueron, en su mayoría, por decisión unánime o knockout técnico, pero hubo una gran cantidad de peleas en las que los jueces decidieron a su favor, lo que generó sospechas sobre el verdadero nivel de sus victorias.
La crítica de aquellos que lo acusan de no enfrentarse a los mejores boxeadores sigue siendo un tema recurrente en su carrera.
A pesar de las críticas, Canelo continuó ascendiendo en el mundo del boxeo, enfrentando a campeones de renombre como Shane Mosley, Erislandy Lara y Miguel Cotto.
Pero su verdadero reto llegó cuando aceptó pelear contra Floyd Mayweather Jr., considerado por muchos el mejor boxeador de la era moderna.

La pelea contra Mayweather fue un evento mundial, pero a pesar de la gran preparación de Canelo, la diferencia de experiencia y técnica de Mayweather fue evidente.
La victoria de Mayweather por decisión unánime dejó a Canelo con la sensación de que aún le faltaba mucho por aprender, lo que lo impulsó a mejorar su técnica y estrategia en los años siguientes.
Tras esa derrota, Canelo se dedicó a perfeccionar su estilo.
Junto a su entrenador, Eddie Reynoso, trabajó en incorporar elementos del estilo defensivo y técnico de Mayweather en su propio estilo de boxeo más ofensivo.
Este cambio lo hizo más completo y lo preparó para enfrentar a rivales como Erislandy Lara y James Kirkland, a quienes derrotó con un control más preciso y una estrategia mejor adaptada.
El año 2018 marcó el regreso de Canelo al centro de la atención mediática cuando finalmente logró derrotar a Gennady Golovkin en una épica revancha.
La pelea, que fue extremadamente disputada, dejó a los jueces con la difícil tarea de decidir al ganador.
Aunque la victoria de Canelo fue unánime, las controversias sobre las tarjetas de puntuación y los rumores de que los jueces favorecieron al mexicano por su popularidad y su relación con los promotores fueron una sombra sobre su victoria.
La polémica volvió a estallar cuando, durante el mismo año, Canelo fue suspendido por un resultado positivo en una prueba antidopaje, debido a la ingesta de clembuterol, un medicamento utilizado en el engorde de ganado.
Aunque su equipo defendió que el resultado fue debido a carne contaminada, la acusación de dopaje empañó su imagen.
A pesar de la suspensión de seis meses, Canelo volvió con más fuerza, reafirmando su lugar en la historia del boxeo cuando, en 2021, logró unificar los cuatro títulos del peso supermediano, convirtiéndose en el primer campeón indiscutido de la categoría.
Sin embargo, 2025 sería un año clave en su carrera.
En su pelea más esperada, Canelo se enfrentó a Terence Crawford, un boxeador considerado como uno de los más completos de su era.
Crawford, con su estilo rápido y preciso, dominó la pelea de principio a fin, derrotando a Canelo por decisión unánime.
Esta derrota abrió una vez más la controversia sobre el verdadero nivel de Canelo y la validez de sus victorias anteriores.
A pesar de esta derrota, Canelo reaccionó con madurez, reconociendo que Crawford fue el mejor boxeador esa noche y demostrando su humildad y disposición para aprender.
Su legado, aunque marcado por la derrota, sigue siendo impresionante.
Ha derrotado a algunos de los más grandes nombres del boxeo y ha logrado consolidarse como uno de los mejores boxeadores mexicanos de todos los tiempos.
La crítica a Canelo, sin embargo, sigue viva, especialmente sobre la percepción de que su éxito ha sido producto de una estrategia de marketing y una manipulación de los jueces.
Aún así, su capacidad para adaptarse y aprender de sus derrotas es lo que le ha permitido mantenerse en la cima del boxeo mundial.
La carrera de Canelo sigue siendo una de las más fascinantes en el deporte, con un camino lleno de éxitos, controversias y momentos que lo han convertido en una figura polarizante.
Para algunos, es el mejor boxeador de su tiempo, mientras que para otros es un producto del negocio del boxeo.
Sin importar las opiniones, Canelo sigue demostrando que su legado está cimentado no solo en las victorias, sino en su perseverancia, su trabajo duro y su capacidad para adaptarse y aprender en un deporte tan exigente y competitivo como el boxeo.