Sabrina Carpenter, una de las estrellas jóvenes más prominentes del entretenimiento, ha experimentado una trayectoria llena de altos y bajos, acompañada de una creciente atención mediática.
Con el lanzamiento de su nuevo álbum El Mejor Amigo del Hombre, la cantante ha vuelto a estar en el centro de la polémica.
La portada del álbum, en la que aparece en una pose sugestiva, desató una serie de críticas que la acusaron de sєxualizarse y de enviar un mensaje de sumisión y objetificación de la mujer.
Esta no es la primera vez que Sabrina enfrenta críticas por su imagen.
En los últimos años, ha sido acusada de distanciarse de su imagen de niña Disney y de adoptar una estética más adulta y provocativa.
Durante sus giras, se ha presentado con poses más atrevidas y vestuarios que han capturado la atención del público y, por supuesto, de los críticos.
Mientras algunos la acusan de ser solo un “cuerpo bonito”, otros sostienen que detrás de esta portada hay una crítica social que no ha sido comprendida por todos.
A pesar de las controversias, la historia de Sabrina comienza con un sueño genuino: ser cantante.
Desde pequeña, ella no solo soñaba con la fama, sino que tenía una pasión por la música que fue alimentada por el apoyo incondicional de sus padres.
Si bien en muchos casos, los padres que impulsan a sus hijos a seguir una carrera en el entretenimiento pueden ser cuestionados, Sabrina ha declarado en diversas entrevistas que fue ella quien pidió siempre el apoyo de su familia.
Su historia no se trata de un sueño impuesto, sino de una joven que, desde su infancia, encontró en la música una pasión que le permitió ver más allá de las dificultades que pudo haber tenido en su camino.
A los 9 años, Sabrina se enteró de que Miley Cyrus había lanzado un concurso en línea llamado The Next Miley Cyrus Project para descubrir nuevos talentos.
No dudó en participar, y a pesar de la feroz competencia de más de 7,000 concursantes, logró llegar a las finales y obtener el tercer lugar.
Aunque no ganó, este evento le permitió conocer a su ídolo, Miley, y vivir una experiencia única que aumentó aún más su fascinación por el mundo del entretenimiento.
Sus padres, con un profundo amor por la música, la apoyaron desde el principio.
Su madre había sido bailarina y su padre, músico, aunque ninguno de ellos alcanzó el estatus profesional que Sabrina buscaba.
Sin embargo, su apoyo le permitió crear una base sólida para su carrera, construyendo un mini estudio en casa y ayudándola a grabar sus primeros videos y canciones.
Desde entonces, Sabrina mostró un talento evidente y una seguridad rara en una niña de su edad, lo que la diferenciaba de otros aspirantes a artistas.
A los 12 años, Sabrina obtuvo su primer papel en televisión, en un episodio de La Ley y el Orden.
Este fue solo el comienzo de una serie de papeles pequeños en diversas producciones, pero fue en 2011 cuando su familia decidió mudarse a Hollywood para que Sabrina pudiera perseguir su sueño a tiempo completo.
Este sacrificio familiar incluyó la renuncia a trabajos estables y el comienzo de una nueva vida en la ciudad de Los Ángeles, donde Sabrina continuó audicionando sin descanso.
Su gran oportunidad llegó cuando Disney la contrató para participar en un álbum compilatorio, Disney Fanfare, donde compartió espacio con artistas como Selena Gómez y Demi Lovato.
A pesar de que esta solo fue una participación como cantante, no pasó mucho tiempo antes de que Disney la considerara para un papel principal en la televisión.
Su primer papel importante fue en la serie El Mundo de Riley, donde interpretó a Maya, la mejor amiga de la protagonista.
Este papel, aunque secundario, le otorgó una visibilidad significativa, y Disney no tardó en firmarla con su disquera, Hollywood Records, para desarrollar su carrera como cantante.
El contrato con Hollywood Records llevó a Sabrina a lanzar su primer sencillo, Can’t Blame a Girl for Trying, una canción que reflejaba los dilemas adolescentes de la juventud y los primeros tropiezos en las relaciones.
Aunque la canción no fue un éxito masivo, fue un buen comienzo, y le permitió empezar a trabajar en su primer álbum completo, Eyes Wide Open, lanzado en 2015.
Con influencias del pop folk y algunas pinceladas de country, este álbum mostró su evolución como artista, pero las ventas no fueron tan impresionantes como esperaba Disney.
A pesar de que logró algo de atención, Sabrina no alcanzó el nivel de éxito de otras artistas de Disney como Selena Gómez o Miley Cyrus.
En 2016, Sabrina lanzó su segundo álbum, Evolution, un trabajo más maduro y con un enfoque diferente en su estilo musical.
A pesar de los esfuerzos y la visibilidad que obtuvo con canciones como On Purpose y Thumbs, el álbum no alcanzó la popularidad esperada.

Sin embargo, Sabrina siguió adelante, evolucionando como artista y comenzando a explorar nuevas facetas de su música.
Una de las razones por las que su música no alcanzó el nivel de éxito de otras artistas radicaba en la saturación del mercado de estrellas Disney.
A medida que Sabrina crecía, también lo hacía la competencia, y su música, aunque bien producida, no lograba destacar entre los éxitos masivos de otras estrellas como Demi Lovato o Miley Cyrus.
A pesar de ello, Sabrina nunca abandonó su pasión y, en 2017, lanzó su tercer álbum, Singular: Act 1, que alcanzó mayor éxito que sus trabajos anteriores.
Con canciones como Almost Love y Sue Me, Sabrina logró conectar más con sus fans, abordando temas personales y maduros como la ansiedad y las presiones sociales.
En 2018, Sabrina continuó mostrando su versatilidad con su participación en la película The Hate U Give, donde interpretó a Haley, una joven que, a pesar de su vida privilegiada, elige ignorar los problemas sociales y raciales que afectan a su entorno.
Este papel marcó un cambio en la percepción pública de Sabrina, al verla actuar en un proyecto más serio y fuera del ámbito de Disney.
A medida que pasaba el tiempo, Sabrina comenzó a dejar atrás su imagen de estrella de Disney y a forjar su propio camino, explorando nuevos sonidos y estilos musicales.

Con Singular: Act 2, Sabrina continuó ampliando su audiencia, colaborando con artistas de diversos géneros y enfrentando los desafíos de la industria musical, que seguía cambiando rápidamente.
A través de sus canciones, Sabrina se enfrentó a temas personales como las rupturas amorosas y el estrés social, lo que la acercó aún más a sus seguidores.
No obstante, a pesar de sus éxitos musicales, la vida de Sabrina también estuvo marcada por el drama y las polémicas mediáticas.
En 2021, su relación con Joshua Bassett, compañero de High School Musical: The Musical: The Series, desató una ola de especulaciones cuando Olivia Rodrigo, exnovia de Bassett, lanzó el éxito Driver’s License, en el que muchos interpretaron referencias a Sabrina.
La canción se convirtió en un fenómeno global, y Sabrina respondió con su propio sencillo, Skin, abordando la situación desde su perspectiva.
Las tensiones entre Sabrina y Olivia alimentaron los titulares y las redes sociales, pero la controversia también catapultó la carrera de Sabrina a nuevas alturas.
Aunque la crítica fue feroz, Sabrina supo manejar la situación con inteligencia, usando el drama como una forma de conectar con su audiencia y seguir avanzando en su carrera.
En 2023, Sabrina se unió al Eras Tour de Taylor Swift como telonera, lo que le brindó una plataforma aún mayor y la oportunidad de ganar una exposición masiva.
En el ámbito personal, Sabrina también ha experimentado altibajos.
Tras una breve relación con Barry Keoghan, las especulaciones sobre su vida amorosa volvieron a ponerla en el centro de atención.
Sin embargo, Sabrina ha aprendido a manejar las críticas y los comentarios negativos con humor y una actitud positiva, lo que le ha permitido seguir adelante y mantener su relevancia en la industria.Hoy en día, Sabrina sigue siendo una de las artistas jóvenes más prometedoras y controvertidas del entretenimiento.
Su música sigue evolucionando, y su capacidad para navegar entre la fama, las polémicas y la creatividad le ha permitido mantenerse vigente en un mundo tan competitivo como el de la música pop.
Con una base de fans leales y un talento innegable, Sabrina Carpenter continúa demostrando que, a pesar de las adversidades, está lista para seguir brillando en el escenario.