Disney ha lanzado el live-action de Blancanieves 2025, una adaptación que, en lugar de mantener la esencia del clásico de 1937, ha provocado una gran controversia.
Desde los cambios en los personajes hasta la alteración de la narrativa y el diseño visual, esta nueva versión ha sido criticada por su intento de modernizar una historia que ya era icónica.
A medida que el estreno de la película se acercaba, ya se veía venir el desastre.
El cambio más significativo fue la modificación de los enanos, personajes fundamentales en la historia original.
En un intento por ser inclusivos, Disney decidió reemplazar a los enanos por personajes de diversas etnias, géneros y estaturas.
Sin embargo, esto resultó en una confusión estética que eliminó la magia y la personalidad de los personajes clásicos.
El documental detrás de la película muestra imágenes filtradas de los primeros bocetos para los enanos, en los que la mayoría no cumplía con la caracterización tradicional.
Al principio, se había planeado una variedad de personajes con atuendos modernos, lo que distorsionaba completamente el concepto original.
Disney, intentando rectificar, recurrió a la creación digital para los enanos, pero los personajes generados por computadora no lograron transmitir la emoción y ternura que los enanitos de 1937 evocaban.
Este cambio, junto con otras modificaciones, llevó a un retraso en el estreno, que pasó de la primavera de 2024 a un lanzamiento en 2025.
La protagonista de este live-action, Rachel Sigler, también ha sido objeto de controversia.
Una de las críticas más destacadas se refiere a su apariencia física, ya que no coincide con la descripción tradicional de Blancanieves, que en la versión original tiene la piel blanca como la nieve, los labios rojos como la sangre y el cabello negro como el ébano.
La decisión de Disney de elegir a una actriz morena para el papel de Blancanieves generó debates, ya que muchos consideraban que el personaje debía respetar las características físicas descritas en el cuento de los hermanos Grimm.
Aunque la actriz ha recibido elogios por su talento, algunos cuestionan si era la elección más adecuada para representar a Blancanieves, especialmente teniendo en cuenta la importancia del contexto en el que fue creado el personaje.
La justificación que se dio en la película para cambiar el color de la piel de Blancanieves fue que ella nació durante una tormenta de nieve, pero este cambio no tiene relación con la esencia del cuento original.
Además, Rachel Sigler hizo comentarios públicos en los que desacreditó la historia de la versión de 1937, señalando que Blancanieves no debería ser rescatada por un príncipe, sino que ella misma sería la líder.
Estos comentarios fueron mal recibidos por los fanáticos, que sentían que la película perdía la magia del romance que hizo famosa a Blancanieves.
Esta declaración se sumó a la creciente decepción con respecto a los cambios en la película, especialmente por parte de los fanáticos que esperaban una adaptación que respetara la esencia de la historia original.
Sin embargo, no toda la responsabilidad recae sobre Rachel; el director y los ejecutivos de Disney también fueron responsables de la dirección que tomó el proyecto.
Las tensiones dentro de la producción también se reflejaron en las relaciones entre los actores y los comentarios públicos que hicieron.
Rachel Sigler, en particular, tuvo algunos desacuerdos con su compañero de reparto, Andrew Bornab, quien interpretó al interés romántico de Blancanieves.
En una entrevista, Rachel sugirió que las escenas de Andrew podrían ser eliminadas, lo que provocó una reacción negativa por parte de los seguidores de la película.
Este tipo de declaraciones solo añadió más polémica a la película, que ya estaba luchando por encontrar su tono y respetar el legado de la versión de 1937.
Por otro lado, el contexto político en torno a la película también jugó un papel en las controversias.
Rachel Sigler mostró su apoyo a Palestina, mientras que la actriz Gal Gadot, quien interpreta a la Reina Malvada, es de origen israelí y ha sido una defensora pública de su país.
Este conflicto de apoyo político generó aún más reacciones cuando se lanzó el tráiler en 2025, con comentarios negativos y de burla que inundaron las redes sociales.
Las tensiones políticas sumaron otra capa de dificultad para una película que ya enfrentaba críticas por su falta de fidelidad al material original.
Uno de los aspectos más criticados del live-action de Blancanieves fue la alteración de la narrativa original.
Mientras que en la versión de 1937, Blancanieves es una joven inocente que, a pesar de los peligros que enfrenta, mantiene su amabilidad y bondad, la Blancanieves de 2025 es una mujer empoderada y líder, con un propósito claro de recuperar su reino.
Esta versión de Blancanieves no es solo una sobreviviente, sino una guerrera decidida a luchar contra la Reina Malvada.
Sin embargo, este cambio hace que la historia pierda la esencia de la juventud y pureza del personaje original, y la película se aleja de la magia de la fantasía para volverse más política y menos emocional.
En la versión de 1937, Blancanieves se siente perdida, pero encuentra refugio en la casa de los enanos, quienes la cuidan y protegen.
La película de 2025, por otro lado, presenta a Blancanieves como una mujer con un objetivo claro desde el principio, lo que la desconecta de su entorno.
A pesar de encontrar la casa de los enanos, no se maravilla ni explora, sino que simplemente se dispone a descansar para continuar con su misión.
La falta de conexión emocional entre Blancanieves y los enanos es evidente, ya que los enanos son creados digitalmente y la actriz tiene que imaginar un mundo en el que interactúa con ellos, lo que resulta en una historia menos entrañable y menos conectada con el espectador.
La diferencia en la forma en que se desarrollan las relaciones en ambas versiones también marca un contraste importante.
En la película de 1937, Blancanieves tiene una relación idealizada con su príncipe, un amor a primera vista que se convierte en el eje central de su historia.
El príncipe no es un personaje complejo, sino una representación del ideal romántico que la película busca transmitir.
En cambio, en la versión de 2025, el interés romántico de Blancanieves, llamado Jonathan, no es un príncipe, sino un luchador social que entra al castillo para robar comida para los pobres.
Este cambio de enfoque en el personaje romántico hace que la relación carezca de la magia que había en la película original, donde el príncipe es simplemente un símbolo de la recompensa por la bondad de Blancanieves.
La película de 2025 también cambia el desenlace del cuento, ya que en la versión de 1937, el beso del príncipe es lo que rompe el hechizo de la manzana envenenada.
En la nueva versión, Blancanieves no se siente atraída por el príncipe y se enfoca completamente en recuperar su reino, lo que elimina el romanticismo que era clave en la historia original.
Esta decisión de Disney de modernizar el cuento ha dejado a muchos fanáticos insatisfechos, ya que se siente que se ha perdido la esencia de la historia que ha encantado a generaciones.
En cuanto a la recaudación económica, el live-action de Blancanieves 2025 no ha tenido el éxito esperado.
Durante su primer fin de semana, la película recaudó 87 millones de dólares a nivel mundial, mucho menos de lo que se esperaba, considerando que se trata de una de las franquicias más populares de Disney.
La película no solo ha sido un fracaso en términos de taquilla, sino que también ha fallado en su intento de conectar con el público de la misma manera que lo hizo el clásico de 1937.
A pesar de los esfuerzos por hacer que la película fuera más inclusiva y moderna, el resultado ha sido un producto que no ha logrado captar la esencia de lo que hizo tan especial a la historia original.
Disney parece estar perdiendo el rumbo con sus live-actions, como lo demuestran otros fracasos recientes, como El Rey León (2019), La Sirenita (2023) y Mulan (2020).
Estos remakes han sido criticados por despojar a las películas originales de su magia y esencia.
La película de Blancanieves 2025 es otro ejemplo de cómo Disney ha intentado modernizar y hacer que sus historias sean más inclusivas, pero a costa de lo que hizo que los clásicos fueran tan especiales en primer lugar.
Aunque la película intenta transmitir un mensaje de lucha social y empoderamiento, muchos espectadores sienten que ha perdido la magia que hizo que las películas de Disney fueran un escape de la realidad y una fuente de fantasía.
Este artículo analiza cómo Disney ha manejado el remake de Blancanieves 2025 y por qué ha sido considerado un fracaso por muchos.
A pesar de los esfuerzos por modernizar la historia y hacerlo más inclusivo, los cambios realizados no lograron capturar la magia de la película original y, en su lugar, generaron controversia y decepción entre los fanáticos.
La película se aleja de los elementos que hicieron famosa a Blancanieves y se enfrenta a un futuro incierto en términos de su legado.