Megan Markle, la duquesa de Sussєx, ha estado intentando redefinir su imagen pública en los últimos años.
Tras dejar la familia real y mudarse a los Estados Unidos con su esposo, el príncipe Harry, comenzó a alejarse del drama mediático que involucraba a la realeza, buscando reconstruir su identidad y convertirse en una figura de estilo de vida y bienestar.
En lugar de seguir en la línea de activismo político y victimización por su relación con la familia real, Megan está tratando de posicionarse como una emprendedora exitosa.
Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, el público no ha respondido de la manera que ella esperaba.
Los productos que lanza, como en su programa de cocina y estilo de vida en Netflix, no han logrado conectar con una audiencia masiva, y la reacción ha sido en su mayoría negativa.
Este cambio de enfoque, de victimización a la creación de productos de bienestar, parece ser parte de una estrategia para convertirse en un ícono de estilo de vida similar a figuras como Martha Stewart.
Pero este nuevo camino está lleno de obstáculos, ya que las críticas continúan siendo una constante en su vida.
Lo que inicialmente parecía un plan perfecto para dejar atrás las controversias y ganar millones, no ha resultado tan efectivo.
En este artículo, se repasan los motivos por los cuales el enfoque de Megan Markle está fallando, más allá de su imagen pública, en un escenario de Hollywood lleno de proyectos fallidos y contradicciones.
Cuando Megan y Harry decidieron alejarse de la familia real, anunciaron públicamente su intención de convertirse en una pareja financieramente independiente.
La decisión de “dar un paso atrás” como miembros senior de la familia real, aunque anunciada con buenas intenciones, fue mal recibida por muchos, especialmente por aquellos que esperaban que la familia real estuviera más unida.
Desde ese momento, comenzaron los rumores de distanciamiento, especialmente por el hecho de que Harry y Megan pasaron las fiestas navideñas de 2019 en Vancouver, Canadá, lejos de la reina y el resto de los miembros de la familia real.
Este distanciamiento se intensificó cuando se filtró un video en el que Harry le pedía a Bob Iger, CEO de Disney, una oportunidad para Megan, quien estaba interesada en realizar proyectos en el mundo del entretenimiento.
Este video marcó un punto de inflexión, ya que mostró a Harry utilizando sus conexiones para conseguirle oportunidades a Megan en Hollywood.
En 2020, Megan participó en un proyecto para Disney, prestando su voz para un documental sobre elefantes.
Aunque no recibió remuneración por este trabajo, todo el dinero recaudado fue destinado a una organización benéfica.
Este gesto parecía positivo, pero la percepción de que Harry y Megan solo estaban usando su conexión con la realeza para avanzar en Hollywood les generó críticas de quienes consideraban que estaban priorizando su estatus de celebridad por encima de sus responsabilidades.
El giro hacia el entretenimiento comenzó a consolidarse cuando, en 2020, Megan y Harry firmaron un acuerdo con Netflix por 100 millones de dólares para crear contenido exclusivo para la plataforma.
Este acuerdo generó grandes expectativas, ya que se pensaba que la pareja, siendo dos de las personas más famosas y polémicas del mundo, atraerían una enorme audiencia.
Sin embargo, sus producciones no lograron mantener el interés a largo plazo.
La serie Harry y Megan alcanzó el top 10 en varios países, pero pronto perdió fuerza.
La crítica se centró en la constante victimización de los duques, especialmente en la entrevista con Oprah Winfrey, donde expusieron su experiencia de acoso mediático y racismo dentro de la familia real.
Este enfoque, que ya había sido explorado en su libro Spare de Harry, no resonó tanto con los espectadores como ellos esperaban.
Mientras tanto, Megan también intentó diversificar sus fuentes de ingreso.
Lanzó su primer proyecto independiente, un libro infantil titulado The Bench, que cuenta la relación entre padre e hijo.
Aunque el libro fue bien recibido en términos de ventas, muchos lo consideraron una incoherencia, dado que Megan había distanciado a su propio padre, Thomas Markle, y nunca había mostrado un interés genuino en reparar su relación con él.
Además, la familia real, incluida la reina, siempre mostró un trato cercano y especial con Megan, pero a pesar de esto, ella optó por centrarse en sus proyectos personales y seguir adelante con su vida en Los Ángeles.

Otro intento de Megan por mantener su presencia en los medios fue a través de su podcast Archetypes, lanzado en 2021 en colaboración con Spotify.
Aunque el podcast comenzó con gran entusiasmo, la falta de contenido relevante y profundo en los episodios provocó que el interés fuera decayendo rápidamente.
La crítica más grande fue que Megan no pudo mantener la consistencia en los episodios y que, a pesar de tener una serie de invitados de alto perfil, como Serena Williams y Paris Hilton, los episodios se centraron demasiado en su propia historia y no ofrecieron suficiente valor a los oyentes.
Este fracaso se vio reflejado en el hecho de que Spotify canceló el acuerdo con Megan en 2023, citando una baja rentabilidad y poca producción de contenido significativo.
Con todos estos fracasos a cuestas, Megan Markle sigue intentado dar forma a su imagen pública como una emprendedora y figura de bienestar.
En 2024, lanzó un nuevo programa con Netflix titulado With Love Megan, que comparte recetas de cocina, consejos sobre el bienestar y momentos personales de su vida.
Sin embargo, el programa también ha recibido críticas por su falta de autenticidad y por la percepción de que Megan está tratando de vender una versión idealizada de su vida.
Aunque el programa tiene elementos interesantes, muchos espectadores lo ven como una construcción demasiado perfeccionista, algo que no resuena con las audiencias actuales que exigen más transparencia y realismo.
El enfoque de Megan en crear una imagen de “mujer perfecta” y “madre amorosa” no ha logrado conectar genuinamente con el público.

Aunque la idea de crear contenido relacionado con bienestar y cocina es coherente con sus intereses personales, el exceso de perfección y la falta de vulnerabilidad en su presentación han hecho que los espectadores se sientan distantes de ella.
En el fondo, parece que Megan sigue luchando por encontrar su verdadera identidad lejos de los títulos de la realeza, pero su búsqueda de ser una figura influyente del estilo de vida ha resultado en una desconexión con las audiencias.
El camino de Megan Markle en Hollywood y los intentos por redefinir su imagen de “mujer empoderada” parecen estar destinados a seguir siendo un desafío.
Si bien ha tenido algunos éxitos en términos de ventas de libros y contratos con plataformas de streaming, su narrativa de víctima y su enfoque en la perfección personal han generado más críticas que apoyo.
La estrategia de intentar vender un estilo de vida idealizado, mientras lucha por mantener su imagen de mujer empoderada, parece estar perdiendo tracción.
Al igual que otras celebridades que han intentado crear contenido de bienestar y estilo de vida, la falta de autenticidad en su enfoque ha impedido que Megan se convierta en la figura influyente que esperaba ser.