Boney M, el icónico grupo de disco de los años 70 y 80, ha dejado una marca indeleble en la historia de la música.
Formado por el productor alemán Frank Farian, el grupo se destacó por su estilo vibrante y sus éxitos pegajosos.
Sin embargo, detrás de su fama se escondía una verdad sorprendente: el vocalista principal, Bobby Farrell, no cantaba realmente en las grabaciones.
En su lugar, Farian utilizó a otros cantantes para crear la ilusión de que Farrell era el rostro del grupo.
Esta estrategia, que más tarde se repetiría con Milli Vanilli, generó controversia y cuestionamientos sobre la autenticidad de Boney M.
La historia de Boney M comenzó en 1974, cuando Frank Farian decidió experimentar con un nuevo estilo musical.
Originalmente, él grabó una canción llamada “Baby Do You Wanna Bump” y decidió lanzarla bajo el seudónimo de Boney M.
La canción tuvo un gran éxito en Europa, lo que llevó a Farian a formar un grupo con vocalistas caribeños.
Los miembros originales incluían a Liz Mitchell, Marcia Barrett y Bobby Farrell, quienes aportaron su carisma y talento al grupo.
Con su estilo distintivo, Boney M rápidamente se convirtió en un fenómeno internacional, dominando las listas de éxitos con canciones como “Daddy Cool” y “Rivers of Babylon”.
A pesar de su éxito, la dinámica del grupo no fue siempre armoniosa.
Bobby Farrell, aunque era el rostro del grupo, enfrentaba problemas personales y profesionales.
Su comportamiento indisciplinado, que incluía llegar tarde a las presentaciones y olvidar las letras, llevó a su eventual despido en 1981.
Aunque fue reemplazado por otro cantante, la falta de Farrell afectó la energía del grupo.
A pesar de sus problemas, Farrell seguía siendo una figura carismática y su salida marcó el inicio de la decadencia de Boney M.
En 1986, el grupo se separó oficialmente, aunque los miembros continuaron persiguiendo sus carreras individuales.
Tras la separación, cada miembro de Boney M siguió su propio camino.
Liz Mitchell se convirtió en la vocalista más destacada, lanzando álbumes en solitario y realizando giras por todo el mundo.
Marcia Barrett también intentó una carrera en solitario, aunque con menos éxito.
Bobby Farrell, por su parte, enfrentó dificultades en su vida personal y profesional.
A pesar de sus problemas, Farrell trató de mantener su carrera, actuando en varios programas de televisión y eventos en Europa.
Sin embargo, sus luchas personales lo llevaron a una vida complicada, marcada por problemas legales y de salud.
La vida de Bobby Farrell dio un giro trágico cuando fue encontrado muerto en un hotel en San Petersburgo, Rusia, en diciembre de 2010.
La causa de su muerte fue atribuida a insuficiencia cardíaca.
Su fallecimiento dejó un vacío en el legado de Boney M y generó una serie de reflexiones sobre el impacto que tuvo en la música disco.
Su hija, la cantante Sanell Farrell, reveló que el productor Frank Farian había causado confusión en la vida de su padre, privándolo de sus derechos sobre los éxitos de Boney M y afectando su situación financiera.
A pesar de las controversias y tragedias que rodearon a Boney M, su música sigue viva en la memoria colectiva.
Las canciones del grupo, con su ritmo contagioso y melodías pegajosas, continúan siendo populares en fiestas y eventos.
Liz Mitchell y Marcia Barrett siguen realizando giras, manteniendo el legado del grupo.
Aunque Boney M ya no está activo como antes, su influencia perdura, y su música sigue siendo un símbolo de la era disco.
La historia de Boney M es un recordatorio de cómo la música puede trascender los altibajos de la vida personal, dejando un legado que perdura a través de las generaciones.